EL DIA

1.2K 117 7
                                    

No podía dormir, a pesar de que la  cabeza me doliera y que sintiera todo el cuerpo cansado, no podía descansar, estaba ansiosa, con ¿miedo?, siendo sincera no tenía idea de que era lo que sentía, sentía mucha curiosidad por lo que iba a suceder.
Logre caer dormida cuando me puse a imaginar mi día con Jean, se veía tan de color rosa, que parecía inimaginable.

-Ma, el día de hoy saldré con un amigo, no me esperes para comer ¿ok?-
- Sin ofender, pero, ¿De cuando acá tienes amigos?- vaya eso si que me ofendió.
-El es...especial- ¿Que le estoy contando a mi madre? Ella y yo no tenemos una buena  relación madre eh hija, desde que mi papá y mi hermano fallecieron, entonces esto es un tanto incomodo.
-¿Especial?¿Se puede saber en qué sentido?-
Antes de que pudiera pensar que mentira decir, me llego un mensaje de Jean diciéndome que ya estaba afuera.
-Luego te cuento, ya llego por mi, nos vemos luego- Gracias Jean me acabas de salvar.
Abrí la puerta de la camioneta de Jean y me di cuenta de que llevaba puesto esa chamarra de cuero negra que me hacía babear, estoy segura que mis pupilas se dilataron a un nivel impresionante.
-Buenos días, ¿lista para cometer la mayor tontería  de tu vida?-dijo el con un poco de ánimo y otro poco de preocupación.
-Hola, si, estoy segura que nací para esto- intente sonar lo más segura e entusiasmada posible.
-Créeme, espero que no hayas nacido para esto- arranco.
En el camino ambos íbamos escuchando música, en la radio sonaba la canción de "Criminal" de Britney Spears y no pude evitar soltar una risita ante la idea de que la canción me identificaba un poco, pues al parecer, en serio estaba enamorada de un criminal.
-¿De que te ries?-me dijo con una sonrisa en su rostro, vaya si que es guapo.
-Nada...es que... bueno la canción, creo que me identifica jaja-
-Ah ósea estás diciendo que ¿estás enamorada de mi?- M*erda, jamás había hablado con nadie de mis sentimientos hacia el y ahora resulta que lo tengo que hacer con EL.
-Emm- sentí como la sangre se me subía a la cabeza haciendo que mi piel blanca cambiara a un rojo intenso.
-Si- ojalá no me haya oído.
-Te tengo que confesar algo- me sujeta la mano derecha mientras sujetaba con la izquierda el volante de la camioneta- Eres la chica más hermosa e interesante que jamás haya visto-me dijo para acto siguiente besar mi mano, eso combinado con lo que me acaba de decir hizo que mi corazón mandara una ola de electricidad por todo mi cuerpo, y bueno el rojo de mi cara se intensificó aún más.
-Ya sabía que te gustaba- me dijo con tono pícaro
-¿Qué?- no es cierto- ¿Es en serio? ¿Porqué?-Dios no lo puedo creer.
-Jajajaja bella, eres muy obvia, siempre te me quedas viendo y siempre buscas la forma de acercarte a mi, cuando te toco puedo sentir esa electricidad, antes creía que solo yo la sentía, pero creo que somos los dos-
-¿En serio era tan obvia?- me concentre más en las palabras "eras tan obvia" que me olvide de todo lo demás, pero, espera, ¿esto está pasando? Mi corazón latía ansioso al saber la respuesta así que sin más pregunté.
-Espera, estás diciendo que tú también sentías esa electricidad- el asintió- eso quiero decir que ¿yo también te gusto?
Ahora no solo yo estaba vuelta un tomate, ahora el rostro de Jean también había cambiado de color.
Detuvo la camioneta en seco, se quedó viendo hacia en frente unos cuantos segundos hasta que se voltio, me miro y luego sujeto mi rostro entre sus manos, estaban tan cálidas que ellas al chocar con mi rostro frío me hicieron temblar.
-Me gustas más de lo que te imaginas, jamás había sentido esto, no suelo tener sentimiento hacia nadie, pero tú-me observo de arriba abajo antes de continuar- tú de verdad haces que sienta electricidad en todo mi cuerpo, no puedo controlar esto.
-Jean me gustas desde primer semestre, tú me intrigas, me das curiosidad, tengo ganas de conocer hasta la más mínima de tus características- le dije mientras tocaba suavemente su rostro con mi mano derecha- hasta la más mínima fibra de tu alma me atrae hacia ti y no puedo controlarlo- demostrarle mis sentimientos hizo que me quitara un enorme peso de encima, me sentía ligera.
El se fue acercando cada ves más a mi, hasta que sus labios estuvieron a unos cuantos milímetros de mi boca, podía sentir su respiración tan cerca de la mía que me hacía entrar en calor, sin que me diera cuanta, sus labios chocaron con los míos, eran tan suaves, a pesar de tener ese piercing tan frío, están cálidos, este era mi primer beso, sin duda valió la pena, mi corazón estaba vuelto loco, se separó y nos quedamos un rato con nuestras frentes pegadas y nuestras respiraciones mezcladas, este sin duda era un momento que llevaría siempre conmigo.

IN LOVE WITH A CRIMINAL- JEARIAN Donde viven las historias. Descúbrelo ahora