LO SABIA

1.3K 104 10
                                    

Al llegar a mi casa, lo único que quería era acostarme y descansar pero seguía sin poder olvidar esa escena, un tipo golpeando a Jean, yo gritando, el viéndome con ojos de furia, era demasiado. Involuntariamente y por alguna extraña razón me large a llorar, y así fue como pude caer dormida.

-Darian... Darian... santo Dios, ¿Te desvelaste ayer? Tienes los ojos súper hinchados- escuchaba a mi madre hablando, a pesar de que casi me gritaba, para mi sonaba como unos cuantos susurros.
Sabía que no me dejaría en paz entonces le contesté lo primero que se me vino a la mente.
-Si, tenía... mucha tarea y me dormí muy tarde- dije sin muchos ánimos
-Es parte de todo esto de la universidad, bueno apúrate que se te hace tarde, ¿Quieres que te lleve?- sabía que esa era la mejor opción, pero si me encontraba a Jean esperándome no quería regresar y que la casa se convirtiera en un interrogatorio para Darian.
-Fernanda... te estoy hablando ¿Te llevo o no?-
-No ma, gracias, yo me llevo mi carro, gracias- le dije, mientras buscaba las llaves de auto para irme a la universidad.

Como dije Jean estaba ahí, esperándome en la entrada de la escuela, todo empezó a darme vueltas y había dos razones, uno el hecho de que Jean el chico que me ah gustado por tanto tiempo esté ahí, esperándome, a mi. Dos, tenía miedo, miedo de que lo que tenga que contarme lo aleje de mi, que se vaya y no vuelva a saber nada de él, si bien no nos conocemos del todo, seguía formando gran parte de mi vida y no podría vivir sin verlo leyendo cualquier libro en los pasillos.
Al bajarme del auto empecé a caminar pero me di cuenta de que me temblaban las piernas y las manos, debía de tranquilizarme.
-Hola- dijo el.
-Hola- no tenía idea de que más decirle- ¿Quieres ya hablar del tema?-que tenga lo que tenga que pasar.
-Si, pero aquí no, ven conmigo- me sujeto la muñeca y sentí ese cosquilleo y creo que el también porque me miro con ojos brillosos, apartó su mirada y me llevo atrás de la escuela.

-Bien no se cómo empezar- podía notar el nerviosismo en su voz- Escucha...eres la primera persona a la que le voy a contar esto y por alguna razón siento que puedo confiar en ti, si no fuera así, creo que ya hubiera desaparecido por completo- me estremecí ante la idea de no volverlo a ver- Pero antes... creo que tú me debes de decir ¿Que hacías ahí?
M*erda, estábamos siendo sinceros, pero este era un secreto del tipo vergonzoso.
-Pasaba por ahí, iba camino a mi casa y te vi salir de ese lugar y fue algo involuntario-
Se rio, jamás lo había oído reír, Dios creo que me enamore más
- No entiendo...¿De que te ríes?- no quería saber.
Puso su mano a mi costado y me empujó hasta que quede contra la pared, su cara estaba a unos cuantos centímetros de la mía, solo era cuestión de dar un paso y nuestros labios chocarían, empecé a temblar, mi estomago estaba vuelto loco y mi corazón ni se diga.
-Darian con lo que te voy a decir sabrás porque se que no ibas pasando solamente, se que me has estado vigilando desde hace semanas-
Su aroma cálido chocaba contra mi rostro y me distraía, hasta que logre comprender lo que decía y me puse roja como un tomate.
-Yo...- Dios que le digo.
-No me molesta que TÚ lo hayas hecho, pero debo saber...¿Porqué?
-Bueno mmm...siéndote sincera no tengo idea, me intrigas, me das mucha curiosidad y creí que así podría saber más de ti- No me quedo más que decir la verdad
-Bueno- se apartó- ahí te va mi verdad- hizo una larga pausa- trabajo vendiendo cosas ilegales, la gente me contrata para cometer robos de objetos muy caros y luego re venderlos a un precio más elevado, esos hombres que viste son para los que trabajo, bueno trabajaba, ahora voy por mi cuenta.

IN LOVE WITH A CRIMINAL- JEARIAN Donde viven las historias. Descúbrelo ahora