ABRAZAR

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Jamás había entrado a aquel lugar, en la planta baja no había nada más que un escritorio con una linda chica de cabello ondulado detrás de él, ella nos indicó que subiéramos, que nos estaban esperando, el hecho de que no nos preguntara a qué veníamos y quienes éramos me daba escalofríos.
Estaba temblando, Marian se dio cuenta y me sujeto la mano y me dedico una sonrisa para relajarme, se la devolví aunque me costó, seguimos caminando, hasta que sentí que Marian soltó mi mano, me sorprendí, así que la voltee a ver, sus ojos estaban llenos de lagrimas y ahora ella era la que estaba temblando, me pregunté porque, así que dirigí mi mirada hacia la de ella, y estaba Naim, ahí entre en razón sobre porque ella temblaba y lloraba, Naim la observaba con los mismos ojos que ella, se quedaron viéndose el uno al otro unos instantes hasta que llegó un chico y rompió el silencio.
-Vaya al fin llegan, se tardaron- era un chico unos cuantos centímetros más pequeños que Jean, Naim y Orson, tenía el cabello negro y lacio perfectamente acomodado y usaba un traje negro acompañado de unas gafas con cristales amarillos- ¿Y bien? Hicieron la entrega.
No sabía que decir así que Marian lo hizo.
-Asi fue Marco- Marco, se llama Marco, es el líder. En ese momento el chico posó sus ojos cafés sobre mi prima
-¿Marian? No sabía que habías vuelto- dijo dándole una media sonrisa a mi prima
-No lo hice, solo ayude a mi prima- dijo en tono serio.- Basta de rodeos "Ralf" ¿sacaron a Jean?
-Tu si que no eres amable, solo quiero hacer conversación, pero al ver que el ambiente está tenso- miro a Naim, quien bajo la mirada, y luego a Marian, quien solo se mordió ellos labios- Haremos esto más rápido, ¡¡¡Libardo, si cumplieron, trae al chico!!!
Dio la orden y enseguida lo vi entrar, estaba todo ojeroso, podía observar que tenía cansancio a través de esos hermosos ojos, sin pensarlo corrí hacia el y me lancé a sus brazos, el sonrió y yo también, al sentir su contacto mi piel se erizo y mi corazón bailo de felicidad, después de tanto tiempo pude volver a sentirlo, a olerlo, a observarlo; el rompió el abrazo, sujetándome de la cintura y caminando rápidamente a donde estaba Marian y dijo.
-Gracias por sacarme de ahí-
-Dile eso a tu novia, ella hizo una excelente entrega-dijo dándonos una sonrisa- Pero esto no se va a quedar así, tienen advertencia, ambos son buenos, los estaremos observando.
Al decir esto le dio un guiño a mi novio el cual solo bajo vagamente su mirada hacia mi, no le di importancia, y solo salimos de ese lugar abrazado el y yo mientras mi prima iba caminando con la mirada baja.
Casi al llegar al auto, una voz con acento peculiar nos detuvo.
-Marian- dijo Naim y mi prima en cuestión de segundos volteó- ¿Podemos...hablar?
Ella se limitó a asentir y a decirnos que nos subiéramos al auto que unos instantes iba, jena y yo asentimos, en el coche Jean se recostó en mi regazo y yo solo le di caricias en su rostro y en su cabello, este se quedó dormido, tenía ganas de hablar con el pero entendía su cansancio, así que deje que durmiera. Continué haciéndole caricias y voltee a ver a mi prima, al parecer ella y Naim estaban hablando de manera pacífica y me parecía genial, al final ellos se dieron un enorme abrazo, pude ver el rostro de Naim, pues mi prima estaba de espaldas, el fruncía el ceño con fuerza mientras dos lagrimas salían de su rostro, eso era dolor, el dolor de perder a alguien a quien amas con locura, lo sentí y me sentí mal por ambos.

IN LOVE WITH A CRIMINAL- JEARIAN Donde viven las historias. Descúbrelo ahora