Me dediqué a estar, solo a estar. Pero me he dado cuenta que, solo estando, también hago daño.
Cómo parar esta agonía. Las sombras me engullen poco a poco.
Mi deseo es morir, dejar de hacer daño. Pero ahora no quiero, sálvame, sálvame de las sombras, de aquellos demonios que gritan en mi cabeza.
Vayamos a donde nunca se fue. A hacer cosas que nunca se hicieron.
Sálvame, por favor.