Cuatro

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Se petrifico de pies a cabeza. Fue absolutamente incapaz de volver la vista al frente.Hasta el tiempo tránsito más lento entre ella y ese individuo que la miró arqueando una ceja y dió un paso hacia ella, mientras movia la boca. Lo que haya dicho,la muchacha no lo escucho,pues no oía nada realmente. Lo único que quería era que la tierra se abriera bajo sus pies y se cerrara sobre ella, para huir de ese incómodo momento. Al fin,su cerebro reactivo su cuerpo y soltó unas palabras antes de emprender el escape hacia la puerta del edificio.

-Lo siento,pero yo no trabajo aquí-fueron los vocablos que quedaron en el aire.

De perfil,pero pudo apreciar muy bien ese semblante y desde luego nada pasaba inadvertido para Whis.

Merodi recuperó el aliento al llegar al mesón de recepción,
pero su corazón estaba a punto de salir de su pecho. Latía muy fuerte y hasta calor comenzó a sentir teniendo que secarse una delgada capa de sudor de la frente,con un pañuelo. Se peino el cabello hacia atrás,con la mano,suspiro e intentando lucir tranquilo y formal.Miró a la empleada para decirle que tenía una cita. Aquella joven lo vio de una forma algo curiosa para Merodi y es que ella no era muy consciente de que como hombre,
físicamente,resultaba bastante atractivo.

Siempre fue alta (1.78) sus ojos marrones eran profundos y muy bien definidos,como su quijada, tenía una voz grave,que trataba de disimular y su cuerpo estaba bastante bien trabajado,algo que ese traje parecía acentuar. Claro que la actitud que Merodi conservaba, le restaba bastantes atributos. Sin embargo,la recepcionista los apreció bastante bien y con una espléndida sonrisa,le señaló a donde debía ir.

La visita de Whis,se debía a que Bulma le había prometido llevarlo a comer a un lugar muy especial. Pero la mujer parecía estar bastante ocupada y le pidió que la esperará un rato. Lo dejó en la terraza con unos cuantos bocadillos y prometió volver a la brevedad,pero antes de que se retirara le comentó que las esferas del dragón le habían sido robadas para que él la ayudará a encontrarlas,mas Whis le dijo no poder verlas y que posiblemente ya habian sido usadas, corroborando así lo que Vegeta le había dicho,esa mañana.

La entrevista fue hecha por el jefe de personal,un tipo de carácter severo,pero con ella siempre fue amable,por eso la desconcertó bastante que cuando,por su nerviosismo tiró el lapicero del escritorio,aquel hombre lo reprendiera tan severamente. Aquello lo hizo tambalear y apenas si logró recordar como enseñar la identificación de su hermano,aun que todo lo que tenía que hacer era poner su dedo sobre el nombre,sin cubrir el apellido. Con su rostro sería suficiente para que no indagaran más,le dijo Shen,y no se equivoco para el alivio de Merodi quien recuperó su empleo.

-Es muy raro que un hombre trabaje de secretario -comentó el jefe de personal-Pero los tiempos cambian-agregó dandole una mirada suspicaz.

Merodi sólo se medio sonrió y salió hacia donde le indicaron. En el camino,por ir mirando el piso,choco su brazo con alguien y antes de poder disculparse fue empujado contra la pared,al tiempo que oía:

-¡Fíjate por donde vas insecto!

Con la espalda pegada al muro, Merodi,se quedó viendo a Vegeta, alejarse por el corredor. Varias veces le gritó,cuando por accidente tropezó con él o tiró alguna cosa en su presencia, pero empujarla fue algo que nunca había llegado a hacer. Suspiró para continuar tratando de despejar su cabeza,mas sabiendo que Whis estaba allá afuera,sus nervios estaban por estallar. Sin embargo,mientras frotaba su brazo,para disminuir el dolor, cayó en cuenta de varias cosas,pero no tuvo tiempo de reflexionar al respecto,sus compañeros de trabajo salieron a darle la bienvenida.

Ninguno la reconoció y se limitaron a hacer comentarios graciosos respecto al parecido que compartía él con su hermana Merodi. Todo extrañamente agradable,hasta que alguien dijo:

Lo que yo queríaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora