Seis

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Merodi sabía que su hermano tenía una novia, pero nunca antes la había visto y que la confundiera con Shen, no fue la mejor de las maneras para conocerse. La chica estaba furiosa, de sus ojos casi salía fuego y de su boca un montón de palabras de las que Medori, tuvo que recoger el motivo de aquella fobetada que le quedó palpitando en la mejilla.

-Me estas confundiendo con mi hermano-le dijo bastante nerviosa-Yo soy...

-¡No me vengas con excusas tontas! ¡Se muy bien que tienes una hermana gemela,no un hermano!-le gritó y trato de darle otra bofetada, pero en esa oportunidad, Merodi no se lo permitió.

Le sujeto el brazo para después darle un pequeño empujón. Claro que con su nuevo cuerpo adquirió algo más de fuerza, lo que provocó que terminara por tirar,a la chica, al suelo. La muchacha se quedó sentada en la acera, bajo la mirada desconcertada de ese muchacho que, después de mirarlo con atención, tenia que admitir era ligeramente distinto a Shen.

Whis,que comenzó a sentirse como una ornamenta pública entre esas dos, se despidió cortésmente y se fue sin recibir más que un frío "adiós" de parte de Merodi,cuya atención la tenía la chica rubia que lloraba.

Las personas comenzaron a reunirse entornos a ellas y al ser ahora un hombre, Merodi se llevó más de un mal comentario y bastantes críticas, porque a todos les pareció que había agredido a la muchacha. Mientras unas mujeres ayudaban a levantarse a la novia de Shen, Merodi se abrió la chaqueta, desabotono un poco la camisa y le enseñó la marca sobre su abdomen. Con eso fue suficiente para demostrar que ella no era su hermano sin dejar dudas de eso y en medio de algunos insultos, se alejó para reportarse en Corporación Cápsula,
olvidándose de esa mujer también.

Salió de aquel edificio bastante  desmoralizada. Se sentía muy extraña. Ajena a si misma,como si fuera otra persona. No sólo por ese cuerpo masculino que tenía,
sino por cosas mucho más relevantes, pero que no lograba identificar. Al pasar por una tienda con vidrio reflectante en la entrada,miro su reflejo como si estuviera viendo un desconocido ¿Quien era ese pobre diablo que estaba ahí, parado con ojeras, pálido,con el cabello sin lustre y la espalda doblada hacia delante,como cargando el peso del mundo sobre ella? Se preguntó antes de seguir su camino.

Al llegar a casa, encontró la nota de su hermano y la arrojó por la ventana con ira. Eso fue todo, finalmente colapsaba dejándose caer sobre sus rodillas y llorando.

Merodi nunca se hubiera considerado lista. El listo era su hermano y por eso hicieron ese acuerdo. Ella trabajaría para que él estudiara,luego él haría lo mismo por ella. Como quedaron huérfanos muy niños, su relación se estrechó al punto de que no aceptaban intrusos en ella. Por eso Shen, nunca llevaba novias a la casa, entre otras conductas que ambos desarrollaron.

Merodi era responsable con todo menos con ella misma. Por eso siempre estaba sola,pues aunque hacia amigos los descuidaba por atender prioridades como el trabajo, la casa y su hermano. Shen podía ser el que siempre sabía que hacer,mas Merodi se sentía responsable de él. Quizá así le era cómodo, después de todo se evitaba toda clase de conflictos ocupándose sólo de lo primordial, pero también le quitaba muchas cosas. 

En ese momento se sintió profundamente sola y confundida. No sabía que pasaba con ella. Porque de la noche a la mañana,Whis dejó de estremecer su ser y quería encontrar una respuesta. Pero por sobretodo la invadió un miedo terrible a perderse por completo en ese cuerpo y aunque podía haber llamado a alguien,pensó que sólo molestaría con sus problemas. Se quedó en el piso de la cocina,
llorando hasta dormirse en medio de un enojo con su hermano, por irse y dejarla sola, preguntas, dudas, miedos y un recuerdo remoto que la asalto poco antes de cerrar los ojos, fueron sus compañeros esa noche.

Poco le duró la siesta,pues como una hora después de haberse dormido,tocaron a la puerta y fue a abrir con premura,
esperando que fuera su hermano. En lugar de él, se encontró con la novia de Shen de este, quien se disculpó con ella, antes de saludarla.

-Esta bien-le dijo Merodi-Todo el mundo nos confunde.

La chica lo quedo mirando para luego preguntar,con cara inocente:

-¿Estabas llorando?

Merodi no lo noto,pero su rostro tenía las huellas de sus lágrimas.
Por supuesto negó que estaba haciendo tal cosa e invitó a la chica a pasar,pues parecía algo cansada. Le preguntó cómo se llamaba y así supo que el nombre de la novia de su hermano era Rin. Parecía una chica agradable, que estaba herida y enojada,algo que Merodi podía entender. Charlaron un rato,nada relevante hasta que Rin hizo un comentario:

-Siempre pensé que un día Shen, me consideraría lo suficientemente importante para traerme aquí,pero supongo que sólo fui otra más.

-Sabias donde vive así que sólo estabas aun pasó de entrar -le dijo Merodi.

-Si así fuera, no se hubiera besado con otra ¿O me dirás que ese fuiste tú?

-Yo no he estado en ningún bar-le dijo Merodi imaginando la cara de su hermano,si la hubiera oído decir eso-Pero un beso es sólo un beso.

-Dices eso porque eres hombre y seguro te andas besando con cuanta chica se te cruza por ahí- replicó Rin.

Merodi se llevó los dedos a la boca y recordo la última vez que beso a alguien.

-¡Todos los hombres son iguales! Como me gustaría conocer hombres de otros planetas-exclamo Rin haciendo a Merodi reir.

-No creo que sea una buena idea-le dijo Merodi y siguió riéndose por casi un minuto.

Allá,en el planeta del dios de la destrucción,Whis se ocupaba de terminar de cocinar el festín para su señor,quien despertaría muy pronto. Según el pez oráculo. Mientras cocinaba,su mente no solía fugarse demasiado como en esa oportunidad.

Si Whis valoraba cosas como, por ejemplo,la amistad era algo que nadie más que él podía afirmar o negar a ciencia cierta. Neutral o no, desprovisto de emociones, juicios y todo lo que conlleva ser un individuo particular,no estaba. Era consciente de si mismo,como de los demás.

La vida de un ángel puede parecer monótona desde la perspectiva humana,pero para ellos es natural y difícilmente cuestionarian demasiado el como son las cosas. De la misma forma en que nosotros,pocas veces polemizamos lo más fundamental de nuestra forma de vivir. Los ángeles no son seres que quedarán en la retina de muchas criaturas. Aun siendo una estirpe poderosa, pasaban desapercibidos a la sombra de sus dioses en custodia. Por esto Whis y todos los demás,
difícilmente recibirían un acto genuino de interés por ellos. Toda atención de la que pudieran disfrutar,asi como cualquier halago hacia sus personas, estaban siempre destinados a conseguir de ellos un favor, relacionado a sus señores. Tal cosa no era para ellos sino otra parte de su labor. Whis no le prestaba más atención que la pertinente, procurando tomar las ventajas que pudiera así fueran  simples caprichos. Claro que  tampoco ignoraba ese lado algo incomodó de lo que se podría definir como anonimato. 

Cuando alguien hace algo por tí siempre busca una respuesta favorable para si,pero también puede significar grandes beneficios para tí,en muchas y variadas formas,claro que cuando de sentimientos se trata, las cosas se complican.

Esa muchacha hizo algo por él. Algo bastante insensato e inmerecedor de cualquier reconocimiento, pero ahí estaba él, siendo incapaz de ignorarlo. Bueno la verdad es que sólo se le hacía presente a ratos y por poco tiempo. Pronto sus habituales pensamientos llegaban a su mente y Haru,ese muchacho de ojos marrones, se desvanecia entre los vapores de las cacerolas y sartenes.

Lo que yo queríaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora