Capítulo 2

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5:59.
Marca la hora del celular apoyado en el velador de mi habitación. Estoy tan cómoda que no deseo moverme en un buen tiempo. Recuerdos van y vienen, se me escapa una sonrisa y siento una leve punzada en el pecho, mi mano izquierda sube lentamente por mi pecho y acaricia el dije de corazón que traigo colgado. Disfruto mis últimos minutos en cama para incorporarme en mi nueva rutina. Desde que tengo memoria he soñado con mi primer día de clases en la universidad, aunque haya sido lo ultimo en lo que he pensado durante el verano. Desde que papá murió, todos mis sueños se desvanecieron, y por mas que quisiera tirarme al abandono con mi carrera, el se aseguró de que estudiara en la mejor universidad de diseño, se lo debo, es lo mínimo que puedo hacer. Todo perdió su chispa, me alejé de mis amigos, dejé de ir a fiestas, no fui al prom, y terminé con Tobías. Los únicos que estuvieron conmigo fueron Maya y Jess , mis mejores amigos.

Como de costumbre lo tengo todo organizado, la ropa perfectamente plancha y una mochila lista. Me quito el pijama que traigo puesto, camino hacia la ducha y giro la llave. La lluvia cae y puedo sentir como el agua tibia resbala por mi cuerpo, el cambio de temperatura me estremece, pero inmediatamente me acostumbro. Empiezo a bañarme como de costumbre, sin dejar de repasar el itinerario de hoy. Llevo unos pantalones azules con una blusa color ocre. Finalmente decido llevar un abrigo verde encima, porque las mañanas en esta ciudad son heladas.

Mamá se quedó en la ciudad por una semana hasta hoy, mi primer día. Intentamos aprovechar todos los días que ella estuviera con nosotros porque se iría pronto y no la veríamos en buen tiempo. Salimos a cenar, fuimos a conocer lugares que no habíamos recorrido antes, intentamos hacer cosas que nos "llenaran", incluso me ofrecieron ir a Costa, pero me negué. La casa de playa en Costa es donde abundan mis mayores recuerdos a papá, y una inyección de memorias constantes recordándome que ya no esta, es lo último que deseo.

Después de filosofar conmigo misma y anotar un par de cosas en mi diario, me dirijo a la cocina, encontrándome con casi toda mi familia.

—¿Dulce o salado?—pregunta Elliot sonriente.

—Sorpréndeme—respondo mientras saco el jugo del refrigerador.

Mamá aparece detrás mío, lleva un vestido casual color blanco con pequeños diseños floreados, sandalias planas y lentes sobre su cabello suelto.

—¿Lista para tu primer día?

—Es solo otro día más...—respondo a Mamá tomando asiento en el comedor.

—Ratón, primer día.

—¿Emocionado?—pregunto a mi hermano. Este es su último ciclo de universidad, han sido cinco años. Pareciera que fue ayer
cuando empezó, yo apenas era una niña.

—Excitado.—dice volteándome los ojos.

—Y con esa boca besas a tu madre... idiota.

—Nicolas. Avril. Basta—dice mamá. Me pasa el plato de panqueques y sirvo un par en el plato.

—Ahora si, hablando en serio. Estoy mucho más emocionado por ti que por mi. Papá estaría orgulloso de ti hermana.—dice
Nicolas alzando la mirada hacia mi. Le doy una sonrisa cálida evitando demostrar como una pequeña parte dentro de mi se quiebra al escuchar eso.

Papá estuvo a mi lado cuando fui aceptada en la universidad de arte y diseño. Él estaba convencido que su hija seria la mejor en lo que haga. Inhalo observando mi plato, levanto la mirada y le doy una sonrisa delicada.

—Gracias Nic.

Un par de minutos después cuando Adam se nos une, empezamos a hablar sobre la nueva obra que tienen en marcha. Ambos nos dan detalles de lo grandiosa que será de acuerdo a la arquitectura y los planos que llevan.

¿Él me conoce?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora