La semana transcurre rápidamente, y llega jueves. Tengo un par de clases en la mañana con Paige, mi nueva amiga.
Se siente bien poder hacer nuevos amigos y conocer más personas. Normalmente la que hacía más amigos era Maya, a mi nunca se me dio bien eso, pero ella siempre me incluye en todos sus planes.
Saliendo de la universidad suena mi celular.
—Nic, ¿qué pasó?— pregunto al contestar el celular.
—Avril, ¿almorzamos juntos?—pregunta con seriedad. En pocas ocasiones suele llamarme Avril.
—¿Solo los dos?—contrapregunto.
—Si, yo invito.
—Andas amoroso últimamente, esta bien. —intento hacerlo reír pero fallo en el intento —Estoy saliendo de clase. ¿Voy al estacionamiento?—al cruzar la puerta lo veo en su auto con el teléfono en la mano.
—No, estoy en la puerta.
Cuelgo de inmediato y me subo a su auto haciendo esfuerzo por los libros que cargo en el bolso.
—¿Y esa cara de culo que traes? —pregunto con una sonrisa en el rostro.
El me voltea los ojos.
—He terminado con Kate.
—Wow, vaya hermano que pena —digo con sarcasmo —se que la querías mucho.
El me mira mientras conduce y me da una sonrisa falsa.
—¿Quieres dejar el sarcasmo por favor? No estoy molesto por eso, la verdad es que funcionamos mejor como amigos que novios, pero eso tú ya lo sabías ¿cierto?
—Es una buena chica —dejo de lado las bromas por un instante y me uno a su seriedad—pero, no creo que sea la chica ideal para ti.
—Dos clásicas, con papas y aros de cebolla a parte—dice Nic.
—¿Y de beber?—pregunta el mozo.
—Una Sprite, y una limonada.—respondo sonriente. Mi hermano hace un par de llamadas con su jefe y yo espero la comida.
—Eso es todo, estaré en el modulo si necesitan de algo más—dice el mozo y yo le agradezco en voz baja para no interrumpir a mi hermano.
—Perdón, tenía que contestar.
—Descuida—observo a mi hermano comer y no puedo más con la intriga—¿Papá conocía a Lucas?
El comienza a reír, cayendo en cuenta que no podía aguantarme más.—Sí, era su paciente.
—¿Por qué alguien como él necesitaría de un psicólogo?
—Pues no todos somos lo que parecemos. Lucas jamás ha tenido a su padre a su lado, porque toda su vida la dedicó al trabajo, y su engreída siempre fue Kathy. Según papá él era tímido, tartamudeaba y por eso su madre lo llevó con él.
—Y porqué es tan...
—¿seguro de sí?
—Exacto.
—Fácil. Papá lo quería como a un hijo, dejó de ser solo un paciente más, y me lo presentó. Se dio cuenta que la timidez que tenía no era por un problema en especial (como su madre creía) era que simplemente no le habían dado la confianza suficiente para ser él mismo, así que papá lo ayudó con eso. De ahí nació su mutua estima.Ahora todo tiene sentido. Mis recuerdos y las palabras de mi hermano. Terminamos de almorzar y vamos a casa.
—Hermana, tengo una reunión de trabajo en la oficina, y después haré mi tesis. Dile a El que llegaré tarde hoy.—me da un beso en la sien y bajo del auto.
—Ya llegué—digo en voz alta al entrar a casa. Tomo una manzana de la cocina y escucho una voz familiar—¿Elliot?
—Avril, tienes visita.—Camino hacia la sala y el chico que esta sentado en el sofá se pone de pie.
Elliot se dirige a su habitación diciendo que, si necesito algo le avise. No hay palabras que llenen este silencio incómodo que invade el ambiente. Nos quedamos mirando, y mis últimos recuerdos a su lado me vienen a la memoria, cada vez duele menos.
—Tobías.
—Hola, yo... estaba cerca y decidí visitarte. Quería saber cómo estabas—dice mirándome a los ojos. Esquivo su incomoda mirada y tomo asiento.
—Hola, estoy bien. No hacía falta que vinieras hasta acá.
—Avril, jamás tuve la oportunidad de pedirte perdón en persona desde lo que ocurrió. No quise hacerte daño. Si me dieras la oportunidad de enmendar las cosas... tal vez podríamos intentarlo otra vez—suspira—Perdóname.
¿Intentarlo otra vez? Esto es lo más loco que Tobías ha dicho. Sinceramente, no esperaba esto hoy. Permanezco en silencio unos segundos. La cuchilla infinita se clava una y otra vez. Sin embargo el recuerdo del dolor es borroso y uno lo supera con el tiempo, no pensé que sería posible, pero lo es. Además, hay heridas más fuertes e incomparables. Un corazón no sólo está roto por un amor, existen miles amores para una sola persona. Y aquel día me rompieron el corazón dos veces.
—Tobías, ha pasado mucho tiempo, las cosas han cambiado en mi vida. No soy la misma persona desde hace cuatro meses. No puedo intentarlo, no de nuevo.
—Esa noche fui a la fiesta con Eric y Chris. Al llegar solo tomamos un par de vasos. Lo que pasó con Samantha fue un error, yo no hice nada. Ella estaba ebria y se me lanzo encima.
Interrumpo su discurso arrepentido.
—No necesito que me des explicaciones de aquella noche. Lo vi en cada historia de Instagram—respondo.
—Lo sé. Jamás me dejaste explicar con detalle lo que pasó. Estaba con Chris en la barra y se acercó Micaela. Dijo que Samantha estaba muy mal, se había pasado de tragos. Chris estaba preocupado por su hermana, y me pidió que lo acompañara. Micaela nos condujo al box donde estaba ella, entonces Chris y yo la cargamos hasta su auto, que estaba afuera de la fiesta. Al llegar ella me confundió con su enamorado y me besó—Hace una pequeña pausa y bota otro suspiro—Te prometo que no significó nada. Cuando quise hablar contigo te cerraste, al inicio no entendía por qué, pero mamá me explicó lo que había ocurrido con tu papá. Lamento todo lo que tuviste que pasar, más aun no haber estado para ti. Perdóname.
—Gracias... —hago una breve pausa y me reincorporo—te perdono—No quiero que sea un recordatorio frecuente de las cosas que pasé, lo más sano es perdonarlo y alejarme de él.
—Espero que nuestra amistad se mantenga, siempre me voy a preocupar por ti y mi cariño jamás va a cambiar. No cambió antes y no cambiará ahora.
—Lo lamento, no puedo. Nada es lo mismo, y no actuaré como si nada hubiera pasado porque si pasó, me lastimaste y humillaste.—Los recuerdos de nuestra relación vienen a mi mente. Siempre estábamos riendo, a pesar de que nuestras personalidades eran muy diferentes. Ahora todo se ve tan lejano. No quise que nuestra relación acabara, pero el se encargó de arruinarlo todo.
—Avril, por favor—dice levantándose. Me toma por sorpresa y recibo un cálido abrazo—Te quiero.
—Creo que deberías irte.—me pongo de pie poniendo distancia entre nosotros. Su mirada es triste y vacía.
—Voy a intentar arreglarlo, haré lo que sea necesario para que me des una segunda oportunidad, no puedes tirarlo todo por la borda.—lo observo con ira y estallo.
—¿Que lo tiro a la borda todo? Tú lo hiciste, y jamás te juzgué por ello. Jamás se lo conté a mi familia, porque estábamos pasando por el peor momento de nuestras vidas, para no causar más dolor del que ya teníamos. Todo fue culpa tuya, así que no te atrevas a culparme por tus errores. No pierdas tu tiempo conmigo.
—Haré todo lo que este a mi alcance para recuperarte.—sin saber como voy a reaccionar me da un beso en la frente, se dirige a la puerta y así como como llegó, se fue.
Una vez en mi habitación, el dolor de heridas antiguas en mi alma regresa, dejando la pena a flote, ardiendo donde un día quemó, cayendo en cuenta que el tiempo deja recuerdos en cicatrices para no olvidar lo que fue.
Un vacío se apodera de mi, y no puedo mas que sentirme sola una vez más.
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¿Él me conoce?
Teen FictionDespués de un doloroso momento en mi vida estoy en otra ciudad empezando la universidad. Todo empezaba a encajar de a poco de nuevo, hasta que en un encuentro inesperado conocí a Lucas Novoa, quien al parecer sabia más que yo sobre mi propia vida. J...