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Sus manos viajaron hasta la parte más baja de su espalda, y la alzó haciendo que ella enredara sus piernas en su cintura. ¿Como pudieron llegar hasta ese pequeño extremo?, pues... los dos eran tan tercos que ella no quería que la acompañara y él con su insistencia y sin permiso hizo su cometido; donde acabó besandola sin su acontecimiento ¡y es que no lo necesitaba por que sabía que su entrenadora también quería lo mismo!.

-Inuyasha...-murmuró en un pequeño gemido al sentir su intimidad muy pegada con la de él-para...-

El ojidorado no quiso en un momento, pero accedió separandose un poco y mirando lo muy sonrojada que estaba, ambos tenían la respiración casi agitada, sin embargo, disfrutaron de ese potente y dulce beso que se propinaron. Kagome bajo aún si que el chico la soltara ya que él seguía abrazandola por la cintura.

-no en estos momentos-dijo observando sus orbes dorados-el equipo está allá abajo junto con mi hermana y mis...-

-lo se-interrumpio Inuyasha mirándola ¡como amaba esos ojos llenos de ternura!-no quiero presionarte tampoco-comentó colocando ambas manos a los lado de su rostro, acto seguido beso su niveo cuello-pero ambos sabemos lo que queremos-

La azabache tragó duro y evito no gemir ante el toque de sus labios en su cuello, por primera vez en su vida... ese hombre le hacía sentir cosas y sus piernas parecían como gelatina con tan solo tocarla. Inuyasha Taisho la volvía loca, y si hablaba de loca es locamente enamorada.

Reaccionó cuando él dejó de besarla y chocó su frente con la de ella, adorando en silencio el olor a jazmín que desprendía desde su cabello. La amaba tanto, la odiaba precisamente por eso, inesperadamente jugó tranquilo en sus recientes partidos sin levantar sospechas pero tarde o temprano sus compañeros y amigos se enterarian su relación con su entrenadora, aunque... ya sabían de sus sentimientos.

-Kagome...-se separó un poco sin dejar de mirarla, luego en su mano izquierda mostro lo que ella creía tener en unos minutos atras, abriendo sorpresivamente sus ojos-¿qué es eso de Prepárate? ¿Que es lo que está pasando?-

Y fue entonces donde pensó que todo iba bien, se vino abajo.

-devuelveme eso Taisho-frunció el seño al percatarse que no solo la besó por su conveniencia, ¡sino para quitarle la carta!

-¿ah? ¿Ahora me llamas por mi apellido?-arqueó una ceja

-solo devulevemelo y no tendremos más problemas-alzó su mano para recibirlo pero este negó

Inuyasha estaba furioso y al mismo tiempo muy preocupado, cuando la criada la llamó y le entregó una misteriosa carta noto a Kagome muy nerviosa en el momento en que la abrió, y cuando ella iba negó miles de veces su compañía para ir a la sala de la casa, aprovechó en seguirla sin importar que ella lo regañara y fue entonces donde la captó subiendo por las escaleras y es ahí donde terminaron su distancia. No perdió el tiempo y le sacó la carta de su bolsillo procurando su distracción con aquel beso, esto no quiso decir que lo hizo para realizar cierto propósito sino... para sentirla otra vez.

Se separó de ella caminando de lado a lado mientras que la entrenadora no creía lo que él chico acababa de hacer.

-¿es por Hiten Amura verdad?-preguntó él-esta claro que ese tipo tiene mucho que ver contigo, ¿que es lo que paso entre ustedes dos?-

-no es algo que debes de involucrarte Inuyasha... por favor, devuelveme esa carta y haz como si nada hubiera pasado-comentó ella

-¿¡como si nada hubiera pasado!?-alzó la voz acercándose nuevamente a ella-estoy seguro que ese entrenador te quiere hacer daño e incluso a nosotros-

Mi Hermosa Entrenadora Donde viven las historias. Descúbrelo ahora