-¿qué... que están haciendo ahí?-
Su voz agitada y entrecortada sonó en la habitación, estaba cansada, adolorida y lo peor de todo sin fuerzas para hablar. Cosa que a los jugadores no soportaron la idea de irse de ahí antes de que reaccionara mal, aunque... suponen ellos, lo estaba siendo.
Inuyasha odiaba verla de ese estado, se notaba que ni fuerzas tenía para levantarse. Estaba seguro que los demás sentían lo mismo que él; odiaban ver a su entrenadora en esa cama.
-nosotros... ya nos ibamos-dijo, aunque le dolía decirlo tenia que hacerlo
Se había prometido que no la dejaría sola sin importar que Kagome lo echara miles de veces, empezaba a pensar que debería de darle su espacio, como jugador... tiene ese deber.
-estas débil, no queremos molestarte por eso-le comentó Bankotsu
-entrenadora, decidimos en marcharnos por su propio bien, nosotros queremos darle privacidad en su proceso de recuperación...-informaba Koga por su equipo de manera recta
Kikyo escuchaba las palabras de cada uno, entendía que Kagome no querrá tenerlos cerca y ellos lo sabían perfectamente. Al menos, les dedicaban unas palabras de aliento hacia ella para que no desfalleciera, estando distantes para no imcomodarla.
-son... unos idiotas-murmuro ella
Escucho decirlas y la miró sorprendida.
-¿escuchaste lo que dijo?-susurró Ginta a Hakaku
-si, nos dijo que somos unos idiotas-lagrimeó él
Kagome aún fruncia el seño, estaba tan molesta con ellos que no los entendía. ¿Esos muchachos son tan sentimentales como para que no la vieran fuerte? ¡Con razón Inu No Taisho les gritaba!.
-ustedes...-llamó entre dientes, esto les causó un escalofrío al equipo pensando lo que ya se esta por aproximarse-¿qué... les hace pensar... tal estupidez?-interrogó con dificultad
-Kagome, no te esfuerces en hablar-sugirio su morocha percatándose de su esfuerzo por pronunciar una palabra
Inuyasha y el resto del equipo parpadearon por la pregunta. ¡estaba claro que se encuentra muy cansada por tan solo decirles algo mínimo!. El ojidorado no quería seguir ahí, no soportaba verla de esa forma y eso le dolía cada vez.
-entrenadora nosotros...-trato de hablar Miroku pero ella lo interrumpió
-Yokai's...-respiró hondo-¿saben lo único que pensé... cuando recibí ese disparo?-
El disparo... Inuyasha frunció fuertemente el seño por haberlo mencionado, eso hacía recordar la inmensa pelea que tuvo con los responsables de sus daños.
-en mis hermanos...-confesó mirando a Kikyo quien derramó una pequeña lágrima y donde acarició la cabeza de ella-y en ustedes-les dirigió una mirada y sonrió grandemente
Esa sonrisa que a Inuyasha le ablando el corazón e hizo que se olvidara de todos los problemas que por los momentos tuvieron, esa sonrisa que no desapareció después de todo lo que ella vivió, esa sonrisa que el equipo agradeció y que a varios de ellos les hizo cristalizarles los ojos.
-tuve miedo de morir... y no poder verles las caras nuevamente-aclaró sin quitar esa sonrisa y donde sus ojos estaban a punto de cristalizarse
La sorpresa se vio en ellos, y la de Inuyasha se vio más notoria, el chico sin poder evitarlo oculto sus ojos con una mano y soltar esa pequeña agua salada de sus ojos.
-¡ENTRENADORA LA AMO!-expresó Shippo mientras se dirigía a ella con pequeñas lagrimitas
La abrazó con algo de fuerza, eso sí, sin incomodarla.
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Mi Hermosa Entrenadora
Fanfiction10 jugadores. Una bella entrenadora. Un hombre el cual la odia profundamente por un suceso en la niñez. Si... Aquel suceso sin importancia que tal vez tendrá sus propias consecuencias. ---*--- ⚡Historia 100% mía. ⚡Los personajes de Inuyasha son de...