Capítulo 7

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Una almohada voladora me despertó de mi preciado sueño. Sentía que era demasiado temprano para despertarme para ser Sábado. 10 am, eso era temprano para mi, di media vuelta y seguí durmiendo. Cinco minutos después otra almohada voladora me da en la cabeza. Abro los ojos y me encuentro a una Hermione enojada apurándonos a Rory y a mi.

- Chicas levántense, Dumbledore llamo a nuestras casas para enseñarnos algo.

Sin ganas de nada junté fuerza de voluntad y me levanté. Patee a Rory y se levantó con un gruñido. Me di una ducha rápida y me vestí con ropa normal. El uniforme no es necesario los fines de semana. Me maquillé un poco mas de lo normal, recogí mi cabello rosado y me puse mi perfume de rosas.

Me junté con mis amigas en la sala común y bajamos a desayunar. EL comedor estaba bastante vacío, y no había señales de los chicos, seguro ya habían ido con Dumbledore. Tomé un chocolate caliente con una dona. Mis amigas por su parte comieron pastel y bebieron un té especial hecho por la profesora Trelawney.

- ¿Segura que no moriremos? - preguntó Rory mirando con sospecha su taza.

- Lo he bebido antes y jamás me pasó nada, pero nunca digas nunca- respondió Hermione.

-Podríamos hacer un picnic en el patio hoy a la tarde- propuse.

- Me parece una gran idea y luego nosotros no vamos y los dejamos a ti y a Harry solos para ver por fin se besan - dijo mi brillante amiga.

Terminamos de desayunar y nos fuimos a una sala alejada del castillo donde un par de estudiantes se encontraban reunidos frente al director y una estructura oculta debajo de una sabana.

Varios minutos después la sala estaba completa.

- Buenos días alumnos, los he reunido para enseñarles un artefacto mágico muy antiguo- habló Dumbledore.

Levanto la sabana y allí estaba, el majestuoso espejo de Oesed. Otra vez necesitaba mi celular, dios como lo extraño. Era magnifico, enorme, con un marco dorado y una inscripción: Oesed lenoz aro cut edon isara cut se onotse.

- Este es el espejo de Oesed, lo cual si leen al revés significa deseo. Este curioso espejo nos muestra ni más ni menos que el mas profundo y desesperado deseo de nuestro corazón. - Explicó.

Todos estaban fascinados, todo excepto yo que ya sabia lo que era claro está.

-Quisiera que algunos de ustedes prueben su poder y nos compartan que es lo que ven.

Dumbledore comenzó a seleccionar personas al azar. Autos lujosos, escobas nuevas, fama y fortuna entre otros eran los deseos que iban mencionando mis compañeros.

-Señorita Bloom, adelante- me indico el director.

Mi ansiedad aumentó, todos me estaban viendo. Me puse nerviosa y para ser honesta tenia algo de miedo por la incertidumbre. Me paré frente al espejo.

Que raro, algo andaba mal, no veía nada. Fruncí el seño extrañada. Tal vez era porque era Malfoy que no me dejaba ver bien ya que estaba parado detrás mío. Voltee para pedirle que se corriera pero..no había nadie. Todo lo contrario, éste se encontraba en el lado izquierdo de la sala.

Mi corazón dio un vuelco y mi estómago se lleno de mariposas, se me erizó la piel y se me dificultó la respiración. Un vaga lagrima se derramó por mi mejilla. Lo miré. Vi un interrogante en su mirada.

Con que esa es la razón por la que no puedo darle mi corazón a Harry, porque no le pertenece. Nunca lo hizo. Estaba ciega para notarlo, pero ahora todo se aclaró. Por eso me sentía diferente cerca suyo, por eso me afectó saber que su amortentia olía a mi, por eso se me acelera el corazón cada vez que lo veo. No era odio, era...amor.

-¿Señorita? - Dumbledore interrumpió mi contacto visual con Draco.

- Lo siento profesor, no puedo - más y más lágrimas brotaban de mis ojos.

Salí corriendo. Estaba abrumada de tantos sentimientos encontrados y no podía sacarme la imagen del espejo de mi cabeza. Escuché que mis amigos me llamaban y corrían detrás mío, entre ellos Harry. Pobre Harry, soy la peor.

Fui mas rápida y logré escabullirme, necesitaba estar sola. El único lugar que se me ocurrió fue la torre mas alejada del castillo, la torre de astronomía. Me senté a llorar. Al cabo de unos minutos me calmé y miré el paisaje. Estaba en paz, sabia quien era, donde estaba y que sentía. Ahora todo era claro.

- Supuse que estarías aquí.

Su aroma particular lo delataba. Sin esperar respuesta se sentó a mi lado, como de costumbre.

- ¿Qué viste?- preguntó Draco mirándome.

- La verdad- respondí volteando a verlo.

Mis ojos brillaban y los suyos extrañamente también.

- ¿Sobre que?.

- Sobre la persona que quiero.

- Potter.- dijo levantándose. Acto seguido comenzó a alejarse

-No, tú.

Me levante, y él volteó.

-¿Qué?

- Lo que oíste, el espejo de Oesed me mostró a nosotros.

- ¿Por eso llorabas?, ¿porque te mostró que tu mas grande deseo es tu mayor enemigo?

- Por que me mostró la razón por la cual no siento nada por Harry.

Se acercó y mi respiración se agitó.

- Mi amortentia...olía a ti.

- Lo se.

Nuestras miradas se habían conectado de una forma que nunca antes lo habían hecho.

- No te conviene estar cerca mío, no soy bueno para ti.

Me acerqué mas a él.

-¿Porque no sientes nada por Potter?.

- Porque no le puedo dar mi corazón cuando le pertenece a alguien más.

- ¿Cómo haces esto? eres testaruda, torpe y me saca de mis casillas pero aun así no sales de mi mente. y para colmo sales con Potter. - dijo con frustración.

-¿Celoso Malfoy? - pregunte con diversión.

-Si

Estábamos frente a frente, el espacio que antes nos separaba dejó de existir. Mis latidos eran ensordecedores y tenia la piel de gallina.

- Esto es una locura - le dije.

- Si, lo es.- rió.- Me vuelves loco Bloom.

- Cállate y bésame Malfoy.

Y así, como estaba escrito en las estrellas, nuestras almas se encontraron. Todo nuestro alrededor desapareció. Draco me tomó por la cintura y fundió nuestros labios en un desesperado beso. Nuestros cuerpos encajaban a la perfección, como piezas de rompecabezas. Y justo ahí, en ese momento, junto a él, mi vacío interior se llenó.

Shifting for LoveDonde viven las historias. Descúbrelo ahora