- No puedo creerlo, no me plantaste- dije mientras comprendía lo que había pasado.
- Jamás te dejaría plantada Alex.- respondió tomándome de la cintura- luces preciosísimas, estás de infarto.
Recorrió con la mirada cada centímetro de mi cuerpo.
- Tu también estas muy apuesto- sonreí- el castaño de queda genial, aunque personalmente me gusta más el rubio Malfoy.
Con un movimiento de varita, el Draco de siempre apareció frente a mis ojos.
- Mucho mejor.
Me tomo el rostro y se acercó a besarme.
- Te dije que te tenía preparada una sorpresa para el baile- habló- te presento nuestro propio jardín secreto. - anunció señalando con las manos al maravilloso lugar.
- Es perfecto Draco, gracias- le respondí.
- Y además...bailamos juntos en el gran salón, frente a todo el mundo.
Es verdad, no me había dado cuenta de lo acababa de pasar. Draco Malfoy y Alex Bloom. Juntos. Bailando. Frente a todo Hogwarts.
Parecía un sueño.
- Espero que nadie lo haya notado, moriria antes de ponerte en peligro- dijo con un tinte de miedo en su voz.
- Shh, ni siquiera lo pienses.- deposite un pequeño beso en sus labios.
Me guió por el camino hacia la pérgola, todo parecía un cuento de hadas. El lugar mágico, la música romántica, el príncipe y la princesa...y vivieron felices para siempre.
Comenzamos a bailar al ritmo de la música, el resto del mundo desapareció. Eramos nosotros dos solos, felices, amados, existiendo.
De repente nuestra burbuja de amor se convirtió en pesadilla.
Los gritos se oían desde el gran salón, caos en todo el castillo. Comenzamos a correr, a ver porque había tanto alboroto. Chocamos en el trio dorado y Rory en el pasillo. Estaban buscándonos, se veían asustados.
- Tus padres Malfoy...saben de Alex, la están buscando. Son un grupo grande de personas.- dijo Harry.- y hay algo mas, los Neodimios también están aquí para llevársela.
Mi sangre se congeló. La mano de Draco se tensó alrededor de la mía. Podía sentir su pulso acelerado a través de ella.
- Bloom, debes irte.- me habló- Ve a nuestro lugar. Te buscaré allí, lo prometo.
- ¿ Y que hay de ti?- pregunté alterada.
- Intentaré persuadir a mis padres.
- Draco no...
Me besó.
- Te amo, vete.- dijo- Vayan con ella, protéjanla a toda costa.
Noté en su mirada lo mucho que le dolía compartir la existencia de la cabaña con alguien más, pero no le importó, solo buscaba que yo estuviera segura. Los demás asintieron y comenzaron a correr llevándome con ellos. Voltee a verlo una ultima vez con lágrimas en los ojos. "te amo" articule con los labios, el asintió comprendiendo lo que le dije y desapareció de mi vista.
Pasamos la muchedumbre de estudiantes que huían a esconderse en las salas comunes de sus casas. El ambiente estaba tenso. En el camino nos cruzamos a Luna, Neville, Ginny y los gemelos, todos ellos se nos unieron en el camino hacia el bosque prohibido para transportarnos hacia la cabaña.
Encontramos un claro alejado de todo y utilizando un trasportador, aparecimos en la cabaña Malfoy. La guarida secreta de Draco, nuestro lugar privado. Todo eso ya no existía más, la magia que florecía en el lugar había desaparecido. Ahora todo era miedo, incertidumbre, oscuridad.
Todo esto, esta horrible situación, por mi culpa, por ser distinta. Y lo peor de todo es que solo logré dominar dos de los cuatro elementos. Hay que pelear, debo pelear. Si soy tan poderosa como todos creen, entonces debo instaurar la paz.
Mientras las aguas se calmaban decidí recurrir al protagonista original para pedirle ayuda. Necesitaba sacar a la luz los elementos restantes: tierra y aire. Sigo molesta con el por casi matar a Draco, pero no eran tiempos de orgullo.
Respiré hondo y me acerque a el elegido que estaba dándole una taza de café a Luna.
- ¿Podemos hablar?
- Si por supuesto.
Salimos a la entrada de la cabaña para mas privacidad.
- Alex, antes que nada necesito que sepas cuanto lo siento, nunca quise lastimar a Malfoy de esa forma, fui un estúpido y de verdad lo lamento muchísimo.- dijo apenado.
- Esta bien Harry, el pasado quedó en el pasado. Aunque me muero de ganas de romperte la cara.- respondí con un pequeña sonrisa.
- Puedo entenderlo...
- Harry necesito aprender a dominar los elemento restantes, debo impedir la guerra que se avecina. y se que Dumbledore te estuvo dando clases privadas sobre el tema.
- ¿C-cómo sabes eso?- se sorprendió.
- No es importante como lo sé, no viene al caso Potter.
- De acuerdo te diré todo lo que sé.
La siguiente media hora descubrí que el padre de Harry era el guardián elemental. La persona que se encargaba de aprender y almacenar todo el conocimiento de los cuatro elementos y esparcirlo apropiadamente entre los magos para evitar desastres. Dumbledore le pasó esa información en sus clases secretas y ahora todo vivía en la mente del joven Potter.
- Tengo la mayoría de esos datos en mi cabeza pero aun no se como manifestar a propósito. - finalizó.
- Quizás yo pueda ayudarte con eso- dijo Luna saliendo a nuestro encuentro- lo siento, no era mi intención entrometerme de esa forma.
- Esta bien Luna no te preocupes, ¿Cómo me puedes ayudar?- pregunté.
- Tu dominio se presentó en momentos de tu vida en donde tus sentimientos estuvieron involucrados. Según lo que me contó Rory tu primer elemento, el agua. lo manifestaste junto aquí con Draco.
Me sonrojé.
-Luego el fuego se presentó cuando él estaba sufriendo y lo salvaste.
- ¿dices que Draco es la razón por la que obtengo mis poderes?- la interrumpí.
- Es tu talismán- dijo Harry.
Ambas lo miramos sin entender.
- "La reina posee su daga, su alma y su talismán. Poderosa ella en su esplendor y fieles aquellos bajo su amparo".
- O sea que me convierto en reina una vez que mi talismán me ayude a manifestar los elementos, pero ¿Qué pasa con la daga y el alma?.
- El alma es tu propio deseo de obrar para el bien o para el mal, eso es lo que los Neodimios quieren corromper, y la daga aparece en el momento en el que la necesites.- respondió Harry.
Luna y Harry me dejaron sola para pensar tranquila toda la información que había recibido en tan poco tiempo.
Lo único que quería en ese momento era estar con...
- ¡Bloom!.
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Shifting for Love
Fiksi PenggemarElla solo quería escapar de su realidad para vivir su fantasía. Pero no todo es para siempre y en algún momento hay que despertar. Dicen que el amor todo lo puede, pero la realidad supera a la ficción. Acompáñenme en esta historia de mundos parale...