Capítulo 16

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¿Que el me que? ¿Acaso escuché bien?¿En serio dijo que...me ama?. No lo podía creer, me faltaba el aire y mi corazón se me salía del pecho.

- Yo también te amo Draco Malfoy.- respondí besándolo suavemente. Él sonrió y sus ojos brillaron como dos perlas.

Su preciosa sonrisa se desvaneció cuando el dolor empezó a invadirlo. Gracias a la poción, sus quemaduras comenzaban a desvanecerse, pero tenía una terrible en su brazo izquierdo. Una lágrima rodó por su mejilla y segundos después muchas más comenzaron salir.

Comencé a desesperarme intentando buscar algo que lo saque del sufrimiento, pero no había nada útil.

De repente mis manos actuaron por voluntad propia y se posicionaron sombre la herida. Comencé a sentir el calor saliendo del cuerpo de Draco y desvaneciéndose en mis antebrazos.

Su dolor desapareció y observaba la situación sin entender lo que estaba pasando.

Acto seguido utilicé el vaso de agua que estaba en una mesa a su lado. La convertí en una fina capa de escarcha y la puse sobre la herida.

- Gracias...- dijo susurrando y cerrando los ojos y cayendo en un profundo sueño.

Besé su frente y decidí dejarlo descansar tranquilo. En la puerta me crucé a enfermera y me dijo que mañana al mediodía le iban a dar el alta. Rory me esperó para ir juntas a nuestra casa para tomar un baño ya que estábamos asquerosas y con mucho olor a humo.

La lluvia artificial caía sobre mi cuerpo, llevándose con ella el mal recuerdo de ver al amor de mi vida a punto de morir. Mis pensamientos trataban de acomodarse mientras decidía si contarle a Rory o no lo que me había dicho Dumbledore.

Si le digo que puedo llegar a ser la elegida podría ponerla en peligro. Pero realmente necesitaba un aliado, una amiga, alguien en quien confiar.

Me sequé, me puse ropa limpia y me fui a mi habitación. El espacio olía a la colonia de Draco. Sonreí al sentir su aroma tan peculiar en las almohadas.

Dos golpes en la puerta y mi amiga entra para recostarse a mi lado. Ok, aquí voy.

- Dumbledore cree que son la elegida, y por eso puedo manejar mas de un elemento. Está preparando un ejercito para una batalla que se avecina contra los Neodimios y estoy aterrada.- dije rápidamente.

Rory se sentó y me miro en shock.

- Oh- logró decir.- entonces lo que te voy a decir es un problema.

-¿Otro mas?.

- Los Malfoy se enteraron que la elegida esta en Hogwarts y están planeando una forma de acabar con ella antes de que domine todos lo elementos.

- Genial, debo pelear en una batalla con poderes que aun no se usar contra los neodimios y la familia de mi novio quiere acabar con mi existencia- resumí todo- y lo peor de esto es que Draco no lo sabe.

- No te ofendas pero creo que debes decírselo Alex. Es el único que puede ayudar con Lucius.

- Se está recuperando de una horrenda casi muerte, no lo quiero preocupar. El baile de invierno es dos días, luego de eso le diré toda la verdad.- afirmé.

- Y debes comenzar a entrenar. Debes dominar mejor el agua y el fuego y aún tienes que descubrir como manifestar la tierra y el aire.- agregó Rory.

Suspiré abatida.

- Pero, para tu suerte querida amiga. Yo te puedo ayudar con eso. Se mucho sobre el tema. - sonrió orgullosa.

- De acuerdo, pero antes tengo hambre y quiero ir a cenar.

- Yo también, vámonos elegida.- rió.

Rodee los ojos y salimos rumbo al gran comedor.

Allí no sentamos junto a Ron y Hermione. Rory preguntó que iba a pasar con Harry y el pelirrojo contó que lo suspendieron una semana, no puede ir al baile y se perderá el primer partido de quiddich de la temporada. Además le restaron mil puntos a Gryffindor.

A mi me parece bien, el estúpido de Potter casi mata mi Draco. Se merecía un castigo de esa magnitud. Hermione preguntó discretamente si sabíamos algo de Malfoy su estado de salud y Rory se encargo se responder que "oímos que mañana le darían el alta.

El banquete apareció y al ver alimentos frente a mis ojos me di cuenta de que tenía mas hambre de lo que creía. De todas formas no podía dejar de pensar en si él estaba bien, si necesitaba algo o si seguía descansando.

Una vez llena regresé a mi habitación con el deseo mas grande de acostarme a dormir. Descansar luego de el día agitado que tuve en mi confortable cama sonaba tentador. Pero al abrir la puerta, ésta ya estaba ocupada.

- Draco!- dije corriendo hacia el para darle un suave abrazo.

- Hola hermosa- me sonrió.

- ¿Qué haces aquí? ¿te duele algo? ¿no deberías estar en la enfermería? - lo llené de preguntas.

- Convencí a la enfermera de que me deje volver con la condición de que me quedaría haciendo reposo hasta mañana al mediodía.- respondió- además ya te estaba extrañando y le pedí a Goyle que cortara flores nuevas.

Miré el ramo de rosas en mi mesita de noche y le di un beso en agradecimiento. Me puse mi pijama y me recosté junto a él. Hice movimientos muy suaves, teniendo cuidando en no moverlo mucho ni generarle dolor.

Ante mi actuación para acostarme Draco no pudo contenerse y comenzó a reírse.

-¿ De te ríes Malfoy?.- fruncí el seño.

- Solo mi brazo izquierdo es el que debe terminar de sanarse, el resto de mi cuerpo es perfectamente curado. - explicó.

Antes de que pueda decir algo me tomó se la cintura y me atrajo hacia él y comenzó a besarme. La intensidad fue aumentando a medida que los minutos pasaban y noté las intenciones que tenía. Lo frené.

- Hoy no señorito, la doctora te dijo que debes descansar. - le dije mientras me dejaba besos al rededor de mi cuello

- No tengo sueño.- continuó besándome.

Me reí y lo alejé.

- A dormir.

Draco refunfuñó pero sabía que debía hacer caso. Me acomodé sobre su pecho y me dispuse a dormir escuchando su corazón latir.

- Te amo Alex. - dijo cerrando los ojos.

- Te amo Draco.

Y ambos caímos en los brazos de Morfeo.

Shifting for LoveDonde viven las historias. Descúbrelo ahora