Capítulo 14

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Un nuevo día comenzaba. Inconscientemente mi mente estaba preparada para el insoportable sonido del despertador. Pero éste no sonó nunca. De hecho alguien me despertó llenándome de besos.

Su peculiar aroma lo delató y una enorme sonrisa apareció en mi rostro.

-Buenos días hermosa- dijo con voz ronca de recién despierto.

Me voltee para mirarlo.

- Como te gusta el peligro Malfoy.

Me guiñó un ojo. Así es como quiero despertar todos los días.

- ¿Qué haces aquí? nos van a descubrir.- le dije.

- Tranquila me crucé a Rory en la sala común, nos va a cubrir.

Comenzó a besarme.

- Basta debo cambiarme, no podemos llegar tarde.- no me pregunten de donde saqué esa fuerza de voluntad.

Draco gruñó pero imitándome se levantó. Comencé a cambiarme pero en un momento de descuido, me tomó de la cintura y me besó nuevamente. De repente la puerta se abrió de par en par.

- Buenos días estrellita.

- HERMIONE NO! -gritó Rory.

Mierda.

Todos nos quedamos helados sin saber que hacer o que decir. Draco se acomodó la camisa cubriéndose el pecho.

- Lo sabía. - sonrió Hermione.- era obvio.

- ¿a qué te refieres?- pregunté.

- Hace días que observo Alex, me parecías distinta y es por esto. Estas enamorada.- sonrió.

- Vaya, si que eres lista. - dijo sorprendida Rory.

- Si como sea, si dices una palabra acabaré contigo ¿está claro? -la amenazó Draco, ya completamente vestido.

- No me asustas Malfoy, pero, no lo haré porque Alex es mi amiga y si ella no dijo nada por algo debe ser.- respondió ella.

Draco se fue sin decir nada y quedamos solas las tres.

- Gracias Hermione, lo mantenemos en secreto porque puede ser peligroso. Pero créeme que tenía muchas ganas de contarte.- me disculpé.

- Tranquila, está todo bien, y con la historia familiar de los Malfoy no me sorprende que lo hicieras- me abrazó- pero ahora siéntate porque me vas a contar la historia completa.

Nos sentamos en el suelo y comencé a explicarle. Desde la amortentia y el espejo hasta ahora. Rápidamente entendió porque insistí tanto con las mascaras para el baile y se ofreció a ayudarnos todo lo posible. También le dije sobre lo que había pasado con Harry y porque lo rechacé.

Una vez al tanto, juro que no iba a decir nada. Nos levantamos con el sonido de la alarma de Rory y salimos rumbo a nuestras clases.

La mañana transcurrió normalmente y aprendí mucho nuevos hechizos. También nos enseñaron acerca de nuestra conexión con los cuatro elementos de la naturaleza. Me ofrecí a hacer una demostración con un vaso de agua convirtiéndolo en hielo, eso me sumó 300 puntos para Slytherin y un novio orgulloso para mi.

A la hora del almuerzo, con las chicas, armamos una lista de cosas que debíamos comprar para el baile. Vestidos, zapatos, accesorios y por supuesto las mascaras. Hermione necesitaba un par de cosas para decorar el salón y encargar los bocadillos y las bebidas en El Caldero Chorreante.

Lo primero que pensé de todo esto fue: somos magos ¿porqué no hacemos todo con magia y listo?; pero Rory me explicó que a Dumbledore le parecía mas entretenido e interesante hacer todo con el procedimiento muggle. Además, colaboraba al hecho de aprender un poco mas sobre ellos.

Luego del banquete, me fui a mi habitación a dormir una pequeña siesta antes de la nueva clase de la tarde: Dominio Elemental. No hice mas que acostarme que la puerta se abrió y cerró rápidamente, seguido de un ruido de algo cayendo pesado al suelo. Me giré en dirección al estruendo y para mi agradable salud visual estaba Draco sacándose la camisa.

-¿Se te perdió algo?- le dije irónicamnete.

- Me mudo, traje mis cosas, no pienso pasar un día mas sin dormir contigo.- respondió metiéndose en la cama.

Largué una carcajada.

- Resultaste ser todo un comediante Malfoy.

Me miró serio.

- Draco, nos van a descubrir ¿estas loco?- le dije preocupada.

-Confía en mi, todo va a estar bien. Ahora cállate que quiero dormir.

Me quedé atónita unos segundos, pero rodee los ojos y me acurruqué en su pecho. Automáticamente me dormí.

Los treinta minutos de siesta se me fueron de las manos y se tornaron en una hora. Mi subconsciente me hizo despertarme. Al ver la hora me levanté como un rayo y mientras me vestía desperté a Draco, diciéndole que debíamos cambiarnos ya porque llegaríamos tarde al campo de entrenamiento.

Gruñón pero obediente, se puso el uniforme deportivo a la velocidad de la luz. Con un rápido hechizo acomodé mi cabello y refresqué mi aliento, al igual que él. Un encantamiento que descubrió Rory, simple pero efectivo.

Sin que nadie nos viera, logramos escabullirnos hacia el pasillo y mezclarnos con los demás estudiantes. La clase la compartiríamos con Gryffindor, asique estaría con mis amigos.

La profesora Shaw, nueva en Hogwarts comenzó la clase con un discurso sobre los cuatro elementos. Todo iba bien hasta que comenzó a contar una historia que me resultó familiar. Los Neodimios. Rory y Hermione me miraron con los ojos abiertos, el resto de la clase estaba en un silencio sepulcral. Malfoy miraba el suelo, pero sabía lo que estaba pensando.

Asentí levemente a mis amigas y me acompañaron lentamente hasta poder posicionarme al lado de él. De forma automática mi cuerpo adoptó una postura defensiva y Draco relajó los hombros. La profesora continuó la clase de manera normal y, con un movimiento de varita, aparecieron frente a nuestros ojos, los elementos distintivos de cada uno.

Comenzamos con cosas simples. Cree una pequeña lluvia, hielo seco y hasta una pequeña nevada. Me estaba divirtiendo tanto con Rory, la cual por cierto tenía el mismo elemento que yo, que no noté la disputa entre Harry y Draco. Obviamente, ambos eran fuego, y eso era un problema.

La profesora se había retirado un momento y estos dos estaban peleando, vaya uno a saber porque. Ron intentaba separarlos pero no le prestaban atención.

De repente, el hechizo que lanzó Harry salió mal y todo se descontroló, Draco estaba atrapado en un circulo de llamas descomunales.

Shifting for LoveDonde viven las historias. Descúbrelo ahora