𝖫𝗂𝗍𝗍𝗅𝖾 𝖲𝗈𝗅𝖽𝗂𝖾𝗋 ┊ 𝐏𝐬𝐲𝐜𝐡𝐨-𝐩𝐚𝐬𝐬 | 𝟒

「La hija del rey psicótico」

"¿Robaron una embarcación?" Preguntó Kirey con sorpresa a lo que Hanashiro asintió.

Sólo fueron tres días de tranquilidad en los que Kōgami y Ginoza pudieron convivir y conocer más a sus hijos. Lo que fue sorpresa para la rubia y el ex militar, era que hubo cambios tanto en los ex ejecutores como en los jóvenes pues cada uno tenía una forma diferente de cómo tratar a su hijo (a), así que nadie podía criticarle al otro lo que debía hacer, pero cuando se trata de consentir...efectivamente eran malos.

El caso del que está hablando la subdirectora Hanashiro era que una embarcación de carga general con regreso a la nación japonesa había sido asaltada por criminales; su destino era llegar al puerto de Osaka, pero ahora su actual punto de llegada es en la bahía de Tokio.

"Todavía no ha llegado a su destino lo que significa que podemos detenerlos y revisar si la carga está a salvo, aunque me llevé la sorpresa de que cierta persona también esta metido en el crimen." la rubia mostró una ventanilla mediante su brazalete con la imagen de su fugitivo.

"Fue demasiado precavido para que nadie lo detectara."

"¿Pero qué hacía en ese lugar?"

"Eso lo tendremos que averiguar en cuanto lo hallemos. Por suerte localizaron el barco y es ahí donde lo atraparemos finalmente."

"Habrá que tener cuidado en cuánto estemos en el barco."

"¿Y eso?"

"Es un presentimiento. No creo que ésta vez Rakūn esté solo." Ginoza y Sugō la miraron y Kōgami insistió en no preguntar.

Después de unos minutos el avión que los llevaría a su lugar de misión ya estaba listo y de nuevo la pelinegra recordó la imagen del avión estrellado, pero quien la hizo salir de su cabeza fue su padre, que ahora se estará preguntando si posiblemente tenía aerofobia.

Es cierto, Kirey estaba consciente de que por más que quisiera contarle a su padre sobre su real y único problema temía que la escena de hace 13 años se repitiera, ante todo de que si eso sucedía jamás se lo perdonaría. Tal vez no le importara lo que le sucediese...pero que ese monstruo de nombre y apellido, Abarai Hide no toque a sus padres. Definitivamente la oportunidad que justo ahora la estaba aprovechando...puede que hasta le cueste su vida.

"¿Me escuchaste Kirey?" La mencionada salió de sus pensamientos mientras miraba a su padre, que ahora mismo esperaba una respuesta.

"Ah sí...entendí." Kōgami se percató de la actitud de su hija. Definitivamente lo que le dijo le entró en un oído y salió por el otro. Es todo, el interrogatorio se inició.

"¿Qué es lo que te dije?" el pelinegro atacó y Kirey quedó sin habla al no saber con exactitud el mensaje. "Huh, debí suponerlo."

"Lo siento papá, tenía mi cabeza en otro lado ¿Me lo puedes repetir?"

El mencionado soltó un leve suspiro. "Quería decirte que le entregué el Dominator a Hanashiro a que lo hackeen, así que mientras estemos de camino a la embarcación puedes descansar ya que puedo notar que ayer tuviste una mala noche."

Kirey quedó sorprendida mientras sus mejillas se pintaban se color carmín, era increíble que tuviera un padre tan atento y que note con rapidez lo que le pasara. La pelinegra asintió mientras subía al avión, se sentó al lado de Shinya y una vez que comenzó el despegue, cerró los ojos antes de por fin tomar una agradable siesta.

| Mientras tanto | DIC - ASP |

Era el turno de Arata en la Agencia y como hasta ahora no tenía una misión dada por Shimotsuki decidió hacer uno de sus descansos matutinos. Sus diez minutos fueron tranquilos hasta ahora, pero de repente su Mental Trace se activó y ésta vez su propósito no tenía nada que ver con los lobos y zorros que buscaba.