「Soldier's heart」

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"Nakiri..." Respondió Kei con voz seca.

"¿Encontraste a Masashi?"

"Sí, pero...no vivo." El inspector de Bifrost veía a su fugitivo recostado en una pared sin señales de vida. "Recibió una herida profunda en la yugular, pero el cuerpo está tibio. Lo que significa que la persona quien lo mató puede que esté cerca."

"Debe tener el maletín junto con las muestras."

"Y parece que logré perder a Ginoza-san y a Shimotsuki kaichō."

"Un peso menos. Pero si quieres saber de sus estados no hay problema."

Kei suspiró levemente y esperanzado. "Te lo agradecería mucho.

Por otro lado Nakiri utilizó el artefacto de rastreo para hallar a Ginoza y Shimotsuki, pero no tuvo éxito. Por poco olvidaba que en la zona donde estaban no habían muchas cámaras ni transeúntes merodeando ahí para rastrear...lo peor de todo es que no había alguna señal de ellos.

"No hay rastros de ellos." Kei palideció. "O sea que tampoco han salido de la zona, debieron de adentrarse más."

"Intenta hackear algunos de los drones de Sybil. Tal vez uno de ellos ha visto a Ginoza-san o a Shimotsuki kaichō." El inmigrante observó algunos de esos drones merodear por las calles e inmediatamente la pelinaranja acató la orden.

Nakiri tardó unos minutos y halló lo que necesitaba, pero se llevó una gran sorpresa a lo que el ruso intentó averiguar qué sucedía y la agente le dió las grabaciones que halló en uno de los drones. Kei palideció cuando vió en el vídeo que alguien capturó a Shimotsuki con la ayuda de un sedante y desgraciadamente había ocultado bien su rostro para después desaparecer con ella adentrándose en el oscuro callejón.

En cuanto a Ginoza no había mucho de él, lo que significa que también pudo haber sido capturado por la misma que tiene de rehén a Shimotsuki...o peor...

"La buena noticia es que el lugar dónde capturaron a tu jefa está justo cerca de ti."

"Puede que suene inverosímil lo que diré, pero puede que esto esté conectado con la muerte de Masashi."

"¿En qué te basas?"

"Es una corazonada." Nakiri alzó la ceja. "Y creo que apostaré a que es cierto."

"No tienes remedio."

"Te avisaré en cuanto halle el maletín." Kei colgó de inmediato y se adentró más en el callejón con la esperanza de traer a dos de sus colegas a salvo.

En otra parte

A medida que Ginoza abría los ojos su visión se hacía menos borrosa, su respiración era lenta y pudo visualizar lo que tenía al frente el cuál sólo era inmensa oscuridad. El ambiente era tenso y el tiempo en el que estaba en aquella habitación de cuatro paredes era sumamente eterno.

De pronto se dió cuenta de que no podía moverse, bajó la vista un poco y vió sus piernas apresadas tal como lo estaban sus brazos que estaban atados por gruesas cadenas. Sí, ahora mismo era el preso de no se sabe quién y el que el lugar donde estaba sólo tuviese una sola luz el cual sólo lo alumbraba a él...comenzaba a ponerlo un poco nervioso.

No cabía duda de que desde el principio sentía un fuerte dolor de cabeza, lo peor es que no lograba recordar lo que le sucedió antes de llegar a esta situación. Y sus sentidos se pusieron alerta cuando se abrió una puerta, que a juzgar por el sonido era una de roble. Después escuchó pasos que lo hizo, de repente, ponerse nervioso.

"Ya despertaste." Ginoza levantó un poco la vista, pero debido a la luz no logró visualizar a la persona quien le hablaba. El rehén quería responder, pero olvidó que un pañuelo le impedía articular palabra alguna. "¡Oh, es cierto! No puedes hablar, permíteme."

 𝖫𝗂𝗍𝗍𝗅𝖾 𝖲𝗈𝗅𝖽𝗂𝖾𝗋 ┊ 𝐏𝐬𝐲𝐜𝐡𝐨-𝐩𝐚𝐬𝐬 | 𝟒Donde viven las historias. Descúbrelo ahora