𝖫𝗂𝗍𝗍𝗅𝖾 𝖲𝗈𝗅𝖽𝗂𝖾𝗋 ┊ 𝐏𝐬𝐲𝐜𝐡𝐨-𝐩𝐚𝐬𝐬 | 𝟒

「Corrompidos por el demonio」

Myogadani | 2084

"¿Quieres ayudarme a deshacerme de estos cuerpos como en los viejos tiempos, campeón?"

Hyakuya Kishō miraba a un conocido suyo en un laboratorio abandonado.

No era sorpresa que se tratase de otro mercenario que ingresó al país de manera ilegal. Kishō divisó el cuerpo que traía un aspecto desagradable.

"Ha pasado tiempo, Garth." Saludó. "Es la primera vez que te veo en territorio japonés."

"Realmente no fue mala idea tomar unas vacaciones." Respondió. "¿Qué haces aquí, hijo?"

"Seguía un caso cuyas pistas me llevaron hasta aquí ¿Es raro que los miembros de una conocida organización criminal sean asesinados en días festivos?"

"¡Ohh! Sé los detalles. Y justamente estos tipos que ves aquí pertenecen a la familia Araki."

Kishō divisó los cuerpos, se agachó y comenzó a escanearlos con su reloj.

"Llegué después de la escena del crimen, pero se me escapó el malnacido."

"A veces pasa y a veces tienes que lastimar de gravedad para que evite poner resistencia." Respondió el pelinegro.

Garth soltó una risita. "Eso no lo pensaste cuando torturaste al dictador comunista de China."

"Admito que eran buenos tiempos." Kishō bufó. "Ugh, los dos están limpios."

"¿Entonces porque tomarse la molestia de matarlos?" Preguntó.

"Una de dos, para provocar o porque tienen deudas que pagar."

Garth observó los cuerpos un momento.

"Pero ahora que lo pienso, Araki Jushiro tiene una especie de deuda con los Ōshi después de que inesperadamente cortara todo tipo de conexiones con ellos, por lo que sus sobrinos tuvieron que pagarla con sus vidas, en venganza."

"Entonces...¿Me ayudas a deshacerme de estos cuerpos como en los viejos tiempos, campeón."

Kishō lo miró un momento, luego sonrió recordando sus tiempos en el extranjero al lado del mercenario.

"No, pero le haré un favor a Seguridad Pública en entregarlos y ver que sacan de la autopsia."

"¿Qué acaso te volviste su perro faldero?"

"Para nada, pero le debo una a Tomoyo." Respondió el ex mercenario mientras guardaba la evidencia en bolsitas de plástico. "Mañana es el gran día..."

Garth alzó una ceja mientras de un armario sacaba unos sacos negros.

"Te exijo que me digas qué sucede contigo."

"¿Qué te digo? Pasé de ser un peligroso mercenario a un investigador del departamento de Asuntos exteriores, casado y a punto de ser padre."

Al sujeto se le cayeron los sacos de la sorpresa. Su rostro estaba tan perplejo que por el silencio Kishō tuvo que mirarlo para esperar una señal de vida.

"¿Vas a tener un hijo?" Preguntó Garth aún sorprendido.

"Es varón y nacerá mañana." Respondió con orgullo.

La reacción de Garth fue abrazar a la persona quién lo considera como su hijo. Kishō le devolvió el gesto mientras era felicitado por su padre adoptivo y mentor.

Horas después...

"Me arrepiento mucho de no haberte acompañado a Japón, hijo."

Kishō miraba a su mentor beber su tercera botella de cerveza, luego le dió palmadas en su hombro.