Estúpido.

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Narra Elizabeth.
Ya estaba con una ropa ligera, era prácticamente un pijama que usaba para dormir o estar en casa, es muy cómodo y fresco.

Ahora tengo que ir a ver qué miércoles quiere.. me preguntó porque estaban tan asustadas mis hermanas, eso me preocupa algo..

Baje las escaleras con lentitud, esperando que el se hubiera largado para no verle la cara.

Para mi muy mala suerte el seguía ahí sentado en el sofá junto a mis hermanas, que horror.

Aclare mi garganta para hacer notar que estaba presente, al instante voltearon hacia mi.

Elizabeth: Ya estoy aquí, ¿De que querías hablar? Que sea rápido por favor, tengo un trabajo de 50 páginas sobre lo importante que es el sistema nervioso-dije mintiendo claramente sobre la tarea, no del todo. Si me habían dejado un ensayo pero solo de 5 páginas.

Baltra: Voy al grano, un importante inversionista vendrá a cenar aquí y necesito que nos comportemos como una “familia feliz”.

Elizabeth: ¿Es todo?-pregunte medio confundida, ¿Para eso tanto drama?

Baltra: Si, la cena será a las 8:00, sean puntuales.-nos miro con seriedad, yo solo rodé los ojos y asentí.

Elizabeth: Como digas, yo me voy a preparar-subi las escaleras de nuevo.

¡Que fastidio! Odio ese tipo de cenas donde tenemos que sonreír hasta que me duela la cara de tanto hacerlo, espero que acabe pronto.

Abrí mi ropero y de entre tantos vestidos, tome uno color vino tinto, para mi estaba bien, era algo corto, me llegaba un poco antes de las rodillas.

Decidí tomar un baño, estaba en toalla cuando mis hermanas entran a mi cuarto, se sentaron en mi cama, mirándome fijamente.

Elizabeth:¿Que pasa?

Ellas suspiraron y por fin dijeron algo.

Margaret:Abajo hay algo que no te dijo nuestro papá-se detuvo, como si pensara las palabras correctas-su socio tiene un hijo y lo escuché decir que en la cena iban hacer un acuerdo de como unir a sus empresas.

Rodé los ojos, pero que mierda. Bueno, si es lo que pienso, no seré yo la que escogerán de esposa como en las historias que leo.

Elizabeth: Bueno, ¿Y? No van a ceer que será como en las películas donde una de nosotras nos convertimos en ese hijo que ni conocemos por un acuerdo.

Verónica: ¿Que tal si pasa? ¿Si te encogen a ti? ¿Qué harías?-pregunto intentando darme miedo, no lo logro.

Elizabeth: Pues.. si pasa como dicen, no me escogerán a mi, soy la menor. Además que estamos hablando de situación hipotética.

Margaret: Pero, per-

Elizabeth: No, ya dejenme cambiarme. Si me enfermo va a ser su culpa-abrieron los ojos, negando-entonces váyanse, les falta arreglarse.

Así se fueron las dos, como si mi vida fuera una película o algo así para que me pase.

Vaya imaginación la de mis hermanas.

En fin, ya me había cambiado, me peinaba mi cabello y abro el primer cajón, una pequeña cajita se encontraba allí.

La mire un largo rato, ese había sido mi regalo de cumpleaños número 11 que tuve. La abrí cuidadosamente, revelando unos lentes de contacto color azules, como uno de mis ojos. Siempre me los tenía que poner cuando alguien venía a la casa, mi “padre” no me dejaba ocultar mi ojo con mi flequillo.
Me los puse, me incomodaban la primera vez que me los coloque, pero ahora ya no. Es cosa de acostumbrarse, creo..

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⏰ Última actualización: Nov 11, 2020 ⏰

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¿Tu eres diferente?(Melizabeth)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora