Capítulo 30

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Una vez en la universidad, se reunió con sus amigos y caminaron hacia el enorme auditorio donde se llevaría a cabo el debate.

—¿Estás lista, princesa?

—No, pero ya no hay vuelta atrás –los tres rieron.

—Pase lo que pase Alex, cuentas con nuestro apoyo –dijo Miranda mientras le daba un abrazo, Frida asintió y Fer sonrió.

—Eso incluye partirle la cara al imbécil de Edgar –murmuró Frida.

—Ah, no. De eso me encargo yo, nadie se mete con mis mejores amigas y mi novia –Fer hizo crujir los dedos de sus manos.

Fernando podría ser la persona más cariñosa y y protectora del mundo, pero también podía agarrarse a puñetazo limpio con quién intentara sobrepasarse no solo con Frida o sus hermanas, en una ocasión se había envuelto a golpes con unos chicos que molestaban a Miranda. Esa amenaza indirecta había ido totalmente enserio.

"Fer sería un increíble Guardia Real. Tal vez hasta se llevaría bien con Jake"

Hai sacudió la cabeza y respiró profundo.

—Bien, entremos.

Con Nath y Sylvia siguiéndolos entraron en el edificio y caminaron hacia el auditorio.

Las tres chicas se dirigieron a sus respectivas sillas y Hai les dió instrucciones de como sería la dinámica. Del otro lado de la enorme mesa redonda y justo frente a ellas se encontraban Ana y Miguel conversando y leyendo algunos documentos mientras detrás de ellos Edgar hablaba animadamente con algunos profesores que lo miraban un tanto incómodos.

Lame botas... –murmuró Frida.

—No fue eso lo qué pensaste –indicó Hai.

—Cierto. Pero estoy frente a la realeza, tengo que cuidar mi vocabulario. No me gustaría que me encierres por insolencia como a tu tío –la pelinegra la miró extrañada –. Fer me lo dijo.

Asintió sonriendo y depósito el libro sobre la mesa.

—¿Tenemos todo lo necesario? –preguntó Miranda.

—Ella es todo lo que necesitamos –indicó Frida señalando a Hai.

—¿De qué hablas? Claro que no –rio con ternura –. Pero si tenemos pruebas suficientes. Vamos a ganar esto –afirmó ganándose una mirada interrogante de parte de sus amigas.

Hai miraba fijamente a Edgar hasta que logró hacer que él la mirara. Entonces ella alzó la mano y lo saludó con una sonrisa lo que lo hizo fruncir el ceño y sentarse bruscamente en su lugar.

—Wow, wow, wow –dijo Miranda.

—¿Qué diablos acaba de pasar? –preguntó Frida.

—Ayer intentó amenazarme. Solo acabo de dejarle en claro que no le tengo ni una pizca de miedo –sus amigas soltaron risas maliciosas y ella más imitó tomando asiento.

En poco tiempo iniciaron tanto con el debate como con la transmisión en vivo. Se tensó notablemente mirando las cámaras y a lo que parecía la prensa no perderse detalle de nada. No obstante, a pesar de que sus amigas parecían no poner mucha atención, ella anotaba los puntos que le parecían importantes sobre los demás reinos hasta que llegó su turno.

—Los siguientes equipos, expondrán un debate acerca del reino de Solpri, su historia y cómo ha influenciado a un reino vecino: Cadah.

Justo antes de levantarse para presentarse, sus amigas la tomaron cada una de una mano, ella las estrechó y sonrió. Finalmente se pusieron en pie.

¿Exilio? |#3| © TERMINADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora