Capítulo 35

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Last piece...
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—Buenos días rey Mark, reina Azura, príncipe Noah –les hizo una reverencia –. Yo soy la princesa Hai Alexandra Schaffer Castillo, heredera al trono del Noble Reino de Cadah. El día hoy presentaré mi conferencia final de preparación como heredera.

—Adelante princesa, puedes comenzar –indicó su padre. Hai suspiró y sonrió.

—A lo largo de este año me he hecho consciente de muchas cosas que en su momento no quería aceptar. He descubierto quien soy y cuál es mi deber. Debo decir que gracias al apoyo específicamente de mi hermano –miró a su hermano con ternura pero él no se inmutó. Ni siquiera sonrió, lo cual le pareció extraño, aún así, continuó –. Sin él, jamás habría entendido mi papel y mi trabajo. El día de hoy quiero expresar lo que significa para mí ser una princesa y una reina. No solo es llevar las riendas de todo un reino sino aportar y ayudar al crecimiento del mismo. Interesarse por el bienestar de nuestros habitantes es de suma importancia para prosperar. Pero sin duda el ayudar hace a nuestros corazones latir con fuerza al notar el cambio que hacemos en el mundo. Durante mis años de Exilio aprendí cosas que jamás llegué a pensar que necesitaría aprender, entre ellas que todos nacemos para cumplir con una misión siempre y cuando sea para brindar ayuda a alguien más. Cómo futura reina me aseguraré de llevar en alto el significado de la bondad y la humildad para con mis súbditos. Muchas gracias por su atención –hizo una reverencia.

Azura se levantó de su trono y bajó los escalones hacia ella. Hai trago duro pero su madre le sonrió.

—Felicidades, Hai. Has aprobado la última prueba de tu preparación. Lo has hecho muy bien, creo que serás una muy buena reina.

—Lo agradezco, mamá. Y prometo que no volveré a decepcionarlos –hizo una reverencia.

Al salir de la Sala del Trono su hermano se acercó a ella.

—Felicidades, Sabía que tarde o temprano lo lograrías.

—Debo admitir que fue difícil, pero gracias a ti lo conseguí –nuevamente el joven no le devolvió la sonrisa simplemente asintió.

Hai se extrañó aún más, era como si su hermano hubiese perdido el brillo que lo caracterizaba.

—Como sabes, mamá y papá aún deben tomar una decisión final, pero estoy dispuesto ayudarte si es que necesitas algo o si aún tienes alguna duda, después de todo tu preparación fue más corta que la mía.

—Aprecio el gesto Noah –él asintió y la miró a los ojos.

—Estaré en los establos... –hizo una reverencia y se dió la vuelta para caminar.

Lo observó tocar un par de veces en El Cuarto de las Pinturas y Yena salió inmediatamente para seguirlo. Por su puesto que no se iba a quedar así, por lo que decidió seguirlos.

Noah entró en los establos deshaciendo el nudo de su corbata y desabrochando dos botones de su camisa. Suspiró con frustración y apretó con fuerza los puños hasta sentir la mano de Yena sobre la de él.

—Me imagino lo difícil que es esto para ti, Noah.

—Sabía que lo haría, sabía que lo conseguiría. Buscaría la manera de reparar su error y yo quedaría a un lado otra vez.

—Si, pero en parte tu la animaste a hacerlo...

—La Reina Sylvia me pidió que lo hiciera... Me dijo que la ayudara a volver a ser la heredera pero nunca me dijo para qué... –el príncipe echó la cabeza hacia atrás –Se acabó... Ella será la reina, aunque no desee serlo tanto como yo lo hago.

¿Exilio? |#3| © TERMINADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora