4. Verdad.

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¡Buenas tardes! 

He estado un poco desaparecida por aquí, lo sé y lo siento. Pero vuelvo con muchas ganas de seguir con esta historia. Espero que les guste mucho el capítulo.

Personalmente creo que es de lo más importantes porque se revela algo muyyy importante, ¡espero sus comentarios! 

Un besito y nos vemos en el siguiente, ¡cuídense!


—¡¿Dónde estabas?! Te dejé miles de mensajes y llamadas, desde que te levantaste y saliste corriendo no te vi en toda la fiesta —golpeó su cabeza, cabreada— ¡me tenías muy preocupada!

—L-Lo siento Ochako-san. Kirishima-kun me llevó a casa, es realmente muy agradable.

—¡Me podías haber mandado un mensaje o algo sabes, te volvías conmigo! —recriminó. Su mejor amigo había desaparecido y no sabía si había llegado bien a casa ni nada—. Por cierto, ¿cómo es que fue Kirishima quien te llevó a casa? ¿y Bakugo?

—Pues verás...

Eran las cuatro de la mañana. Quería irse ya a casa. Tenía ganas de dormir y dejar de pensar por un momento. Se adentró nuevamente en la casa, buscando a su amiga, para comentárselo. La encontró en uno de los sofás rodeada de mucha gente, se encontraba riendo con una sonrisa de oreja a oreja mientras escuchaba atenta a las historias que contaban los demás.

Izuku suspiró. No quería joderla lo que quedaba de noche y que tuviese que irse antes por su culpa, se veía que estaba disfrutando.

—¿Ocurre algo, ricura? —sintió una profunda voz sobre su oído. Reconocería esa voz en cualquier parte, no quería girarse y tener que enfrentar al chico de ojos rojizos, no después de lo que había sucedido ahí fuera.

—N-No ocurre nada. Solamente estoy cansado y quiero irme a casa.

—¿Y cuál es el problema?

—He venido con Ochako-san en su coche y ella está disfrutando, no quiero molestarla —comentó mientras observaba como la chica reía.

—Te llevo, no hay ningún problema.

—No quiero molestar a Ochako-san pero tampoco quiero que tengas que irte antes por mí.

—No pasa nada, igualmente no tenía pensado quedarme mucho más.

—D-De acuerdo. Gracias.

—Vamos —rodeó su cintura con su brazo y le atrajo a su cuerpo. Katsuki olía a una mezcla de vainilla y cigarrillos. Le gustaba su olor.

De pronto el teléfono de este sonó provocando que se separase del chico.

—Perdona, tengo que contestar.

Izuku se quedó observando al salón donde estaban la mayoría de los invitados. No veía por ningún lado a Todoroki, ¿se habría ido ya? Suspiró, era la oportunidad perfecta para acercarse a él y entablar una conversación pero la había cagado como siempre.

—Lo siento ricura pero no puedo llevarte a tu casa. Me ha surgido algo muy importante —dijo Katsuki una vez hubo acabado la llamada—. Le he pedido a Kirishima si te puede llevar y ha dicho que no le importa.

—G-Gracias de verdad y perdona por las molestias.

—Sé que no es lo mismo que ser llevado por mi y poder aferrarte a mi cintura como la otra vez, pero habrá más ocasiones —sonrió mientras le guiñaba el ojo coqueto.

El Plan Perfecto [KATSUDEKU]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora