El Plan Perfecto [KATSUDEKU]

9. ¡Bendito seas, Kirishima!

¡Hola a todos! Os traigo un nuevo capítulo de esta historia. Es uno de los capítulos que más me ha costado escribir pero estoy muy contenta con el resultado. Es mi favorito de toda la historia porque se revelan cositas muy importantes y llegó el bendito momento uwu 

Advertencias: 

-Capítulo con contenido sexual. 

-Los eventos del pasado están representados en cursiva. 

Sin más, ¡disfruten de la lectura! 

—Bakubro, ¿dónde está Izuku?

—Ya no estamos juntos. En realidad nunca lo estuvimos —aclaró ante la sorprendida mirada de su mejor amigo.

—¿Cómo dices?

—Era una mentira. Me necesitaba y yo necesitaba que alguien testificase en mi favor en el juicio.

—Puede que la relación comenzase siendo una mentira pero tu realmente sientes algo por él, ¿verdad? —el silencio de Katsuki le animó a continuar— vi cómo le mirabas, hermano. No te he visto mirar a alguien así nunca.

—¿Y eso qué importa? No estamos juntos —gruñó furioso.

—¿Por qué no?

Antes de que el rubio pudiese contestar la puerta de casa se abrió y entró una despampanante pelinegra vestida con un vestido burdeos de tirantes ajustado y unas sandalias altas de tacón negro. Kirishima se sorprendió al reconocerla.

—¡Kirishima, cuanto tiempo! —le saludó con una sonrisa. El chico le devolvió el saludo y casi echa el agua que estaba bebiendo al ver como la chica se había acercado al rubio y le había plantado un sonoro beso en los labios. —¿De qué hablaban? —se sentó al lado de Katsuki cruzando las piernas en el proceso.

—De nada —contestó Bakugo dedicándole una gélida mirada al de cabellos rojos.

Kirishima no salía de su asombro, ¿desde cuándo esos dos estaban juntos? La chica llevaba colada por Katsuki desde la infancia y este nunca la había hecho caso, más bien había rechazado sus sentimientos siempre. Sabía que algunas veces habían tenido relaciones sexuales pero para su amigo era completamente carnal y se lo había dejado claro a la chica un par de veces, ¿qué había cambiado?

—¿Cómo tu por aquí, Momo?

—Al final conseguí conquistarle, ¿qué te parece? —abrazó a Katsuki restregando sus grandes pechos contra su fornido brazo.

—Ya lo veo... —tomó un sorbo y miró a la pelinegra fijamente— ¿y desde cuándo estáis juntos?

—Desde hace dos semanas más o menos.

Kirishima se sorprendió. Hace dos semanas Katsuki le había llamado muy feliz diciendo que había ganado el juicio gracias a que Izuku había testificado a su favor. Esa misma noche quedaron para beber en su casa y aunque Katsuki no se acordara entre tragos no dejaba de hablar maravillado del chico de bonitos ojos verdes. Algo no cuadraba e iba a descubrir de qué se trataba.

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Katsuki se extrañó de la invitación de su amigo. Kirishima le había mandado un mensaje diciéndole que fuese con urgencia a su casa. Llamó a la puerta de su casa y esta se abrió.

—Kirishima, ¡voy a entrar! —se extrañó al empujar la puerta y ver la estancia completamente oscura. No estaba encendida la luz y eran casi las diez de la noche. —¿Y ahora donde estás, imbécil? —avanzó por el oscuro pasillo hasta que escuchó el sonido de la puerta cerrarse. El estruendo le sorprendió pero más la figura que estaba enfrente de la puerta mirándole fijamente. Izuku estaba apoyado sobre la puerta vestido con una camiseta verde oscura, unos pantalones negros y unas zapatillas blancas.