Capítulo 7

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Sus filosas miradas me recordaban lo que había hecho a no menos de unos minutos, pero no estaba para el arrepentimiento. Confundía la sangre de mis manos y cuerpo, no sabía si le pertenecía a mis oponentes o a mí. Aun así creo que estaba aliviada, herí a aquella maga a muerte, pero ese chico que la trajo también recibió un rasguño. 

Mi mentor me había mandado a morir, tal vez era razonable, sin embargo el objeto mágico que parecía ser importante aseguraba mi bienestar, no iba a dejar que esos lobos me devorarán, ¿aquella maga y el objeto eran lo suficientemente importante como para pasar por un lento y doloroso sufrimiento?

—Déjamela a mí, te prometo que sufrirá como nunca —al parecer, mientras mi atención había sido ocupada en matar a la maga, se habían reunido los cómplices de Randall, que vendían a ser la morena y una chica llamada Lilith, sus rostros expresaban sed de mi sangre y yo sinceramente era una primeriza que apenas llevaba un día siendo esto, mezcla de un animal-humano. Ellas, en cambio, parecían sacadas de una escuela de malditas asesinas profesionales.

—¡No! No nos conviene. Debemos atraparla y hacer que diga algo que nos sirva, sabemos que Alyssa se recuperará, y es obvio que ella no es la cabeza de todo esto... Así que la quiero con vida.

No sé si era arrepentimiento o pena, estaba empezando a encariñarme del profesor, pero ahora solo me quería para sacarme información y quizás después asesinarme.

—¿No crees que es injusto? Por poco Alyssa muere, ella merece morir —el que pensaba le caía bien, ahora decía aquello, tan descarado, me decepcionaba Randall y Hamish, porque esa sensación tan sofocante era causada por aquellos individuos.

Las emociones me invadieron, hasta que con tan solo ir en reversa de los diálogos me trajeron de vuelta. "Alyssa está viva". Y ahora qué haría, tenía que pensar un nuevo plan, el anterior consistía en salir sí o sí con vida y llevar conmigo el objeto mágico, pero ahora tenía que agregar a la lista una maga.

Y de pronto. Se me ocurrió un plan no tan funcional. El plan B.

Tragarme el objeto mágico, dejar que me capturen, decir una que otras mentiras que los llevarían a callejones sin salida, hasta que, cuando se me presentase una oportunidad, tomar la vida de Alyssa y hallar la forma de escapar. Aunque no todo es fácil, tendría que ganarme la confianza de alguien de su bando, eso si me iba a costar.

Mi ventaja era que nadie se dio cuenta cuando tomé el objeto. Solo mis sospechas apuntaban a la chica Lilith, no la conocía, pero aun así llamó mi atención la forma tan familiar en como la trataron los chicos, como si se hablara de alguien el cual definitivamente hacían caso y respetaban, como la segunda mano de Hamish y la líder de Randall.

Cuando los objetivos de la manada quedaron claros, yo solo me des transformé y cubrí mi cuerpo que estaba completamente vulnerable. Nadie se molestó en indicarme a dónde ir, sino que me dieron una cobija desganadamente, cubrieron mi cabeza con una bolsa de tela y me tomaron de los brazos con fuerza, como si se tratase de alguien que tratara de escapar, cuando en realidad todo lo hacía a voluntad. Igual su comportamiento estaba justificado y las razones eran más obvias.

(...)

Después de que bruscamente me lanzaran a un cuarto lleno de polvo y telarañas, mi mente quedó nublada, literalmente, solo escuché como me dejaban sola y alguien del otro lado quedaba de guardia.  Y un silencio invadió el lugar, fue tan solitario que el sueño me invadió de una misma manera.

>En aquel instante, tan solo podía pensar en que lo que mi paladar gustativo saboreaba era delisioso, resultado de un perfecto pastelillo de frutas. Cada vez que tenía la oportunidad de comer uno, solo lo tomaba y lo deboraba.

Esta vez tenía al rededor de unos doce años, lo sabía porque era el día después de que me sacaran los brackets, y los tuve desde los diez hasta los doce, y recuerdo que un día después, cuando nadie supervisaba qué comía, salí con mis ahorros, bien apretados por mis nudillos, a la pastelería de enfrente, y compré el pastelillo que saboreaba.

Mi mente de niña pensaba en que terminara lo más rápido posible para que pudiera comer más. Pero esta vez había algo distinto, esta vez yo veía todo desde otra perspectiva. Una Mary más grande con más experiencia. Esta Mary más vieja pudo notar que un hombre a dos mesas de la Mary joven estaba tomándome fotos.

Las únicas persona presentes éramos nosotros dos y la chica que atendía, pero ella se había tomado un corto receso para ir al baño. Y ahora que recuerdo bien, ese hombre parecía ser el mismo de mi otro sueño.

El único adulto presente hizo una llamada el cual no pude entender bien —Es perfecta...no, aún no... Necesita tiempo... Tenlo preparado... En cuanto antes mejor... Bueno, adiós —.

Colgó y se retiró tranquilamente, dejando propina sobre la mesa y echándome un pequeño vistazo rápido al salir.

Lo peor era que, mi presencia allí era como el de un fantasma, solo lograría presenciar todo lo que mi yo niña tenía en su campo de visión limitado. Y no podría seguirlo para ver de quién se trataba<

Tal vez el potente  ardor de mi garganta explicaba que despertara, pero no estaba tan segura, quizás había sido esa necesidad de no poder hacer nada y tu cerebro recibe una señal y entonces el cerebro le advierte al cuerpo, entonces despierto.

Escupí y escupí, lo que siguió con una tos áspera y carrasposa. Todo se veía a oscuras, pero algunos rayos de sol se escabullían, adentrándose a la polvorienta habitación. Ya era el otro día. Una puntada en el estómago hizo que soltara un quejido y me retorciera como un gusano, y que esa tos regresara.

Sentía que algo líquido se deslizaba por mi rostro, entonces saqué una mano de mi panza y toqué mi labio inferior, topándome con una sustancia espesa y que no parecía ser saliva, ya que era abundante y emanaba un sabor metálico. Lo que me llevó a la escena de yo vomitando por el retrete sangre y quién sabe más que.

Parecía como si la cobija se hubiese encogido, porque provocaba que me abrazara dentro de esta, me levante medio mareada y golpeé la puerta, sentía que mis puños pesaban y que en cualquier momento mi cuerpo y mi ser se desvanecerían. La chica Lilith abrió, no llegué a ver su expresión, solo en un aliento dije —Creo que no me siento muy bien...

La Orden Secreta -Caballeros De San Cristóbal- © [Wattpad]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora