Samantha
Han pasado algunas semanas desde que visité la oficina de papá y hablé con Alexa, la chica de sistemas que trabaja con papá, la cual quería que trabajara por las tardes con ella. Después de decirle que lo haría y luego decirle que finalmente no lo haría se portó muy comprensiva, esperaba un poco de insistencia, sin embargo, no la hubo y eso me dio tranquilidad.
El proyecto de IAP va muy bien, Andy, Dani y yo hemos hecho un gran equipo, creí que sería más difícil pero no lo fue y las cosas han marchado bien, incluso les doy asesorías por las tardes y, es chistoso que rechacé un trabajo remunerado por uno sin pago, pero me siento bien haciéndolo, quizá lo mío sea la enseñanza.
Desde aquella vez que vi a Grecia y tuvimos nuestro encuentro ya no he sabido nada más de ella, y bueno, no esperaba otra cosa, eso acordamos al despedirnos y estoy tranquila con eso, a pesar del mar de emociones que trajo, supongo que sólo necesitaba un cierre, un cierre de verdad con ella.
Mónica, la amiga de Dani me invitó a una boda y también invitó a Andy, lo cual es bastante extraño, he hablado con Dani al respecto, pero siempre que menciono a Mónica se pone muy nerviosa, como si quisiera decirme algo respecto a ella, pero no se atreve, así que me tocará averiguarlo.
Llego tarde a la clase de laboratorio de IAP por primera vez desde el inicio del ciclo escolar, hago el intento de preguntarle a la profesora si puedo entrar, pero es inútil. Esperaré fuera del laboratorio a que Dani y Andy salgan para que me pongan al corriente. Pasan un par de minutos y alguien sale del laboratorio, no es Dani, ni Andy, es Valentina, amiga de Dani.
—Hola, ¿Cómo estás? — me pregunta y se acerca a mí.
Esto me extraña un poco pues con ella no he cruzado muchas palabras.
—Ammm bien — me limito a responderle.
—¿puedo hablar contigo? — pregunta temerosa
—Claro, ¿qué pasa?
—¿Te importa si nos alejamos un poco de aquí?
—¿Todo está bien?
—Eh, sí, solo no quiero que alguien más nos vea hablando. — me dice mientras camina por el pasillo y camino a su lado
Me causa algo de curiosidad, pero es muy extraño esto. No se me ocurre nada que ella quisiera hablar conmigo, a no ser que sea algo sobre Dani.
Nos alejamos lo suficiente del laboratorio a un espacio donde casi nunca pasa gente durante las clases.
—Estoy segura de que te preguntas qué tengo yo que decirte si no hemos hablado mucho— comienza y yo sólo asiento con la cabeza — primero te diré algo, pero necesito que me prometas que si haces algo al respecto nadie sabrá que yo te dije.
—No sé si puedo prometer eso hasta no saber de qué se trata — respondo.
Piensa un poco antes de comenzar a hablar.
—Mónica tiene una especie de reto y sólo por orgullo quiere... amm... ¿enamorarte? Supongo que es eso... por eso ha estado tratándote tan bien y te invitó a la boda de su hermano, supongo que algo intentará allá... y bueno, no está bien que haga eso, pero no me atrevo a encararla, así que pensé que lo mejor sería decirte...
—Oh... vaya, gracias por decírmelo... —estoy algo desconcertada por lo que acabo de escuchar— y no te preocupes, no le diré a nadie que tú me lo dijiste... ¿Pasa algo más? — le pregunto al notarla un poco inquieta
—Quería hablar contigo sobre otra cosa... —comienza un poco nerviosa, moviendo su pie derecho demasiado — ni siquiera sé cómo decirlo...
—Tranquila — le digo y toco suavemente su hombro.
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Siete
Teen FictionDaniela y Samantha, personalidades, formas de pensar y estilos de vida completamente diferentes; muy cliché, pero científicamente, los polos opuestos se atraen y pueden hacerlo más de una vez.