Capítulo 3

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-deja de mirarme así-Fudo le gruñía a Nagumo quien desde que llegaron al parque no había dejado de mirarlo de una forma extraña.

-es que, por más que trato no puedo dejar de pensar en como lo haces-el mayor lo miraba con más intensidad haciendo que el castaño lo golpeara.

-¿de que hablas?-le pregunto.

-pues siempre actúas de una manera agresiva y burlesca, cuando desde pequeño siempre has sido amable y calmado-explico acariciando su nariz, cual fue la zona que Fudo golpeo.

-se le llama instinto de supervivencia, ahora deja de decir estupideces y cómprame otro helado-el mayor lo miro con reproche.

-soy tu guardaespaldas no tu banco-al ver la mirada de "¿Y a mi que mierda me importa?" de Fudo se resigno a comprarle el cuarto helado a su protegido.

-Kido, ¿Cuánto más podre fingir que te odio?-Fudo estaba tan metido en sus pensamientos que no se daba cuanta que Nagumo lo miraba con seriedad.

-cuando el corazón manda es difícil ocultar los sentimientos-susurro para si mismo mientras miraba como la mirada de Fudo se oscurecía-¿hasta donde llegara tu actuación?-pensó con preocupación.

-¿Fudo?-una tercera voz sonó y los dos miraron al recién llegado.

-Genda-el castaño miro sorprendido al más alto.

-vaya, casi ni te reconocí-Fudo sonrío y corrió a abrazar al mayor.

Genda Koujirou era un amigo de la infancia de Kido, pero gracias a un incidente dejo de ser amigo de Kido y se volvió cercano a Fudo, quien lo quiere como a un hermano, aun que Genda lo ve como algo más, jamás le insiste a Fudo sobre sus sentimientos, hace 3 años tuvo que irse de Japón por problemas familiares y desde entonces Fudo no lo había vuelto a ver, desde hoy claro esta, Nagumo miro neutro al chico que abrazaba a su protegido, jamás sintió simpatía o desagrado por Genda, solo era un amigo más de Fudo, aun que siempre a sospechado de que la distancia de el y Kido tiene que ver con Fudo, pero jamás le pregunto.

-¿cuando llegaste?-pregunto Fudo cuando se separo del otro.

-ayer, iba de camino a verte, te extrañe mucho estos 3 años-aquello hizo sonreír al castaño.

-yo igual te extrañe, acompáñame a pasar la tarde-dijo con emoción-Nagumo te comprara un helado-el nombrado solo sonrío resignado a quedarse en la bancarrota.

-no te preocupes, yo pagare el resto de los helados-se acerco a Nagumo y le sonrío.

-gracias al cielo, pensaba robar un banco o la heladería, Fudo come mucho-el nombrado golpeo al mayor.

-al parecer solo tu apariencia a cambiado, ahora estas mas hermoso-el menor lo miro con un leve rubor.

-no digas tonterías-se cruzo de brazos y frunció el ceño.

Genda sonrío con calidez haciendo que el rubor de Fudo aumentara, Nagumo noto aquello y frunció el ceño, definitivamente ahora tenia que estar pendiente de la relación de esos dos, solo una persona podía poner a Fudo de aquella manera y era un idiota cegatón de goggles que no se da cuenta de los sentimientos de su prometido, así es hablaba de Kido Yuto.

El equipo cupido puso su plan en marcha, le habían explicado la situación a Suzuno y contado todo desde el inicio hasta el final, el albino se negó rotundamente así que Endo hablo de negocios con el, le pagaría al albino por cada información importante que le diera, y pues Suzuno necesitaba el dinero así que acepto y ahora Midorikawa y el estaban caminando por el hogar de Kido, siendo guiados por la ama de llaves, quien les explicaba lo que seria su trabajo.

Suzuno quien ahora era "Sora" vestía un bonito vestido escotado blanco de encajes azul y unas sandalias negras, traía puesto una peluca del mismo color de su cabello, hasta abajo de los hombros, casi mata a Endo al verse en el espejo, pero ya había aceptado de todas maneras, el ama de llaves les dio sus uniformes y les dijo sus horarios, lunes a sábados, desde la 2 pm hasta la 8 pm.

Los uniformes eran un sencillos, un vestido negro de tiras, por debajo de los muslos, ni largo ni corto, una chaqueta blanca que solo cubría la parte de arriba de la espalda de maga corta, el típico delantal, medias blancas largas y zapatos negros, también tenia como accesorio un listo de color blanco y negro para la cabeza.

-me veo como una Maid-gruño Midorikawa.

-lo que hago por el dinero-pensó Suzuno al verse en el espejo.

-muy bien, recuerda que haces esto por tus amigos y cuando termine esta pesadillas podrás matar Endo mientras duerma-Midorikawa hablaba para el mismo haciendo que Suzuno lo mirara como si tuviera 2 cabezas.

-no han cambiado nada-río para luego jalar a Midorikawa hacia afuera de los vestidores.

-hay que comenzar a trabajar y ver si podemos averiguar algo-indico Midorikawa.

Las "chicas" empezaron con sus deberes, limpiando la enorme mansión y ayudando a los demás empleados, todo estaba tranquilo y calmado, claro sacando la irritación de los chicos por actuar como chicas, estaban limpiando en la entrada de la mansión (por a fuera) cuando vieron a un auto estacionarse y de el salir 3 personas.

Midorikawa se oculto al ver a Fudo y como Suzuno no los conocía siguió haciendo su deber, hasta que por los zapatos, quienes tenían un poco de tacón se resbalo por las escaleras y cerro los ojos preparado para el impacto, pero este nunca llego, cuando el albino abrió los ojos se encontró con un peli rojo quien lo sostenía en sus brazos al estilo princesa.

Cuando Nagumo bajo del auto lo primero que vio fue la linda empleada que limpiaba la entrada, jamás la había visto, así que pensó que era nueva y no pudo evitar mirar la hermosa y sensual figura de la chica, cuando está resbalo no dudo ni un momento en atraparla para que no se hiciera daño, y ahora la tenia en sus brazos y el pequeño rubor que tenia la hacia ver mas hermosa de lo que era.

-¿te encuentras bien?-pregunto cuando la bajo, Suzuno solo asintió y cuando le iba a dar las gracias sintió que le tocaban el trasero, al darse cuenta quien era el maní larga le regalo un fuerte puñetazo en el rostro al peli rojo.

-pervertido-dijo para después subir las escaleras y entrar a la mansión con notoria ira.

Nagumo solo sonrío y observo como la chica se iba molesta, se limpio la sangre de la nariz, cual casi la rampe y no podía dejar de pensar en la lindura que había conocido, bonitas y agresivas, así le gustaba las chicas al mayor, Fudo solo negaba por la idiotez de su guardaespaldas y Genda sonreía por la actitud del mayor.

-ella será mía-pensó el peli rojo con una sonrisa juguetona.

Kido se despertó de golpe, se había dormido haciendo sus tareas y ya eran las 5 pm, se quito los goggles y floto su cara con cansancio, no había dormido bien los últimos días gracias a la boda, cual seria en 2 semanas, no quería casarse, aun era joven y aun no había experimentado las mayorías de las cosas que un chico de su edad tenia que pasar, pero no puede hacer nada, su destino ya esta escrito, se casaría con kido y....Pues seria infeliz ¿No? se uniría a alguien que solo ve las cosas como un juego y quien siempre se burlaba de el.

-Fudo, ¿por que te odio?-desde la mañana se cuestionaba aquello, no recordaba mucho su infancia, en realidad desde que su madre murió se había olvidado de muchas cosas-desde que madre murió....espera un minuto-susurro para si mismo-¿como murió mi madre?-ahora que lo pensaba desde que se había accidentado a los 12 se le había olvidado la muerte de su madre, no recordaba nada, lo único que recordaba era una conversación que tuvo con Genda el día del entierro.

-se que estas dolido, pero Fudo se siente peor, deberías hablar con el-Genda lo miraba con seriedad

-no tengo nada que hablar con ese asesino-Genda frunció el ceño.

-Fudo no es ningún asesino y tu lo sabes, estuviste ahí, él trato-

-cállate, mientes, papa miente, Fudo miente, los odio a los 3, odio a Fudo, LO ODIO-grito lo ultimo y empezó a correr alejándose de Genda

-no entiendo nada-dijo frustrado.

Kido miro la foto que tenia de su madre, por alguna razón no se sentía nostálgico, sentía amargura, rabia y algo de decepción, kido no entendía nada, ¿Qué había pasado el día en que su madre murió?




Notas Finales: Lamento no haber actualizado la semana pasada, si les gusto voten y dejen su opinión, nos vemos el próximo miércoles, bye.

EQUIPO CUPIDO 2: MISIÓN IMPOSIBLEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora