Secuestro.

7.

Día 7
22 de diciembre 2011

•LOUIS•

Despierto y reacciono. Llevamos una puta semana aquí. Parece como si ya fuera un mes pero a la ves se me a pasado rapidísimo con Harry.

Harry.

Volteo y sigue dormido, sonrío ante la dulce imagen.

En eso se abre LA puerta.

Por instinto me hago para atrás, asustado.

Harry despierta, confusión se nota en su adormilado rostro.

Entra el idiota del primer día, dos guardias atrás de el.

—¿Pensaron que me había olvidado de ustedes?— sonríe cínicamente. Da un paso hacia adelante y cierra la puerta detrás de el.

—Pues no, hermosos.— voltea a ver a Harry —Hay perdóname. ¿Te desperté verdad?— finge lastima. Imbécil.

—Bueno chicos.. Por si no sabían hoy cumplen una semana de estar aquí.— aplaude —Así que es tiempo de recordarle a sus padres que están vivos y en buenas condiciones porque ninguno me a dado dinero.— hace un asqueroso puchero

—Vengan, grabarán un video.

Hace una seña para que vayamos hacia el. Cuando estamos enfrente nos mira de arriba a abajo y sonríe.

Abren la puerta y se va un guardia detras de mí y otro detras de Harry. Nos agarran fuertemente de las muñecas para no escapar, supongo, pero el agarre es tan fuerte que me lastima.

Nos guiaron por un estrecho camino en el cual me dedique a observar todo discretamente, pero no logré ver nada que me ayudara a escapar. Mas bien, nos ayudara a escapar.

—Tu primero.— me señala.

El guardia me hace caminar hacia un cuarto, antes de entrar volteo a ver a Harry y me da una pequeña sonrisa sin mostrar los dientes.

Se me parte el corazón.

—¡Andando!— grita el guardia y me mete al cuarto.

Hay un sillón medio roto en frente de una cámara y una televisión. A los lados del sillón hay unas mesitas de noche con una lampara en cada una. El suelo esta cubierto de una alfombra gris toda sucia.

Prenden las lamparas y llega el viejo.

—Vas a decirle a tu papi y a tu mami que sigues vivo y que esperas pronto el pago. ¿Entendido? Ah, y di la fecha. 22 de diciembre.

—Solo tengo a mi papá.— suelto.

—Ay no,— pone su mano en su pecho —con razón nunca la veía pensé que le daba pena salir de su casa.

—¡¿Porque le daría pena idiota?!

—¡¿Como me dijiste estúpido?!

Hace una seña al guardia de la puerta y antes de que reaccione me da un muy fuerte golpe en mi abdomen.

—Mierda.— susurro

—Para que aprendas o no llamarme idiota. Ni sabes si después de los videos van a estar vivos tu o el rizado.— Escupe

No.

No pueden matar a Harry.

El solo pensamiento me trae un nudo a la garganta.

Pero si le digo algo va a saber que Harry me importa.

—Ya no me hagas perder el tiempo. Grabas el video en Tres... Dos... Uno..