Capítulo 1

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///Saga///

"¿Cómo sería la manera perfecta de pedir perdón de los errores que cometiste?”, ¿cómo le pides perdón si a la persona de quien te enamoraste fue a ella a quien lastimaste?

En mi corazón albergaba un sin fin de miedos y dudas; pero debo mantenerme firme ante toda tempestad es mi deber; ser firme no dejar ver que estoy herido por dentro, aunque duele saber que fui yo quien te lastimó.

Mirar tus ojos duele; quema y me destroza; es como mirar al mismo sol, eso eres tú, para mi tu eres el sol que ilumina, y yo, yo soy la maldita luna, fría y solitaria a la cual tu no la puedes ver, pero yo espero cada día que vuelvas a salir y poder clavarme, en la curva más mortal, si, esa la de tu sonrisa.

Y me muero porque lo sepas, porque estoy seguro, que tu sientes algo por mí no se si de la misma forma o la misma cantidad de lo que yo siento por ti, pero lo haces; sé que yo soy esa sonrisa tímida; sé que soy ese suspiro en la noche.

Y mi manera de pedirte perdón, será la siguiente...

///Narrador///

Saga caminaba detrás de Shion él gran patriarca quien caminaba alado del pastizal —No logró comprender maestro, porque me lo pide a mí.

Sonrió, solo que eso no lo veía Géminis que estaba detrás —Por qué sé que eres capaz de hacerlo joven santo.

—Pero maestro, creo que quien debemos hacerlo es— agacho la mirada —Aioros...

Shion dejó de caminar y se dio la vuelta para ver al santo que inmediatamente inclinó su cabeza en forma de respeto —Aioros, es un gran guerrero, no me cabe la menor duda, es muy fuerte y leal.

—Por eso mismo maestro, es el más adecuado para lo que usted me pide... yo, bueno yo no podría.

—Pero tú ya lo habías hecho antes querido Géminis y tienes toda la madera para un gran líder.

—Más bien para un dictador— estaba avergonzado de sí mismo —Maestro, que no se da cuenta, soy débil deje que el mal se apodere de mí y yo...bueno yo lo asesine; mande a matar a Aioros e hice tanto daño al santuario... yo simplemente yo no sé cómo sigo siendo un santo...

—Por todo lo que ya lo dijiste— Shion estaba serio pero en su voz había tanta serenidad —Porque tú eres ideal para ser el siguiente patriarca, porque aceptaste que fuiste poseído por el mal, y aceptaste tu destino; en la batalla contra Hades fuiste tu quien cargo más peso, al ser tú el líder y quien tomo la vida de Atenea, ¿A un dudas que tú eres el indicado?

—Maestro...— sentía un nudo en la garganta, experimentaba la sensación de querer lloraría —Yo no sé qué más podría decirle....

—Saga, yo quiero que seas tú de nuevo el patriarca, quiero que te reivindiques con el pasado. Esa es una orden.

saga se arrodillo ante el gran patriarca —Gracias por depositar su fe en mí, gran patriarca; juro no fallar.

—Espero que así sea Saga; pero si sientes que en tu corazón albergas duda o temor, busca quien te guie; y entre tus amigos puede estar la solución; mi alumno Mu puede ayudarte, pero de quien espero que busques es de Sagitario.

Fue nombrado Saga el nuevo patriarca del santuario, con la bendición del antiguo maestro quien se retiraba y la diosa Atenea, todo el santuario acepto que Saga seria él nuevo mentor. Aunque aquel santo, se veía tan imponente y seguro, por dentro no sentía merecer ser aclamado por todo el santuario.

como primera orden mando llamar al santo de la casa de Sagitario, el cual ni bien le llegó la noticia fue hacia Saga. Cuando entro a la gran sala, hubo varios recuerdos por parte de ambos, como la vez que Aioros no dejo que asesine a la reencarnación de la diosa; cuando se volvieron a ver después de la batalla de Hades; aunque Saga se disculpó y Aioros dijo que aceptaba su disculpa, había una gran tensión entre ellos.

—Gran patriarca me mando a llamar— hizo reverencia, lo cual hizo sentir más incómodo a Saga.

—Aioros— su voz gruesa y áspera retumbaba por todo el salón —No es necesario a reverencia —se levantó de su silla, camino hacia él santo —Y mucho menos que me llames gran patriarca.

—Señor yo no podría llamarlo por su nombre, desde que fue nombrado así, usted es una santidad, y debe ser tratado como tal, así seamos de la misma edad.

Parecía que Aioros ponía una barrera entre ellos dos, parados Saga solo era más alto por un centímetro; al primer contacto de ojos, aquel castaño claro, bajo la mirada, no podía verlo a los ojos, siempre esquivaba esos ojos azules oscuro —Aioros— su voz a un siendo gruesa tomo un tono más suave casi como un susurro —Te necesito.

Sagitario levanto la vista su corazón latía rápido —¿Perdone?

Ahora era Saga quien esquivo la mirada y estaba sonrojado, esclareció su garganta —Bueno lo que trato de decirte es que necesito tu ayuda como un guía, para que yo pueda ser patriarca.

—Ah...—parecía decepcionado —¿Por qué yo? Shura es muy buen consejero, Mu, Shaka; también...

—Yo quiero tenerte cerca de mi— le interrumpió, Aioros espero a que aclare, pero, no decía nada.

—Pero, patriarca yo realmente en que podría ayudarlo.

—En todo Aioros, tú tienes un gran corazón y nobles sentimientos; tú no eres alguien que se puede quebrantar por el mal, y yo quiero aprender de ti.

—Saga...

—Aioros, jamás me perdonare lo que te hice y como te hice pasar por traidor.

—Vamos no pasa nada eso es pasado— se notaba incómodo.

—Aioros, sé que eso aun te duele, te quite tantos años; ni siquiera pudiste ver a tu hermano crecer.

—Perdona gran patriarca creo que lo mejor es que busque alguien más, me debo retirar— se dio la vuelta, pero Saga lo agarro inmediatamente de su muñeca; lo jalo contra su espalda; apego sus labios a la oreja del castaño —No te lo estaba pidiendo Aioros, te estaba dando una orden.

Sagitario no se movió; cerro los ojos y mientras pasaba su saliva inclinó su cabeza hacia atrás —¿Por qué yo?

—Porque es mi manera de pedirte perdón.

Esta vez sí se apartó, giro para ver esos ojos azules que no lo dejaban de mirar —¿A qué te refieres?

—Mañana te quiero ver siete en punto aquí Sagitario, puedes retirarte, que descanses bien. — le dio la espalda y se retiró dejando al santo totalmente confundido.

Mi manera de pedirte perdónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora