Mi manera de pedirte perdón

Capítulo 24

Aioros no había podido dormir, la noche había sido un desastre, los pensamientos lo volvieron en insomnio  había hecho de él estragos.

Trato de calmarse en la ducha de agua fría, pero tampoco así pudo bajar la tensión muscular. Llego al templo del gran patriarca, sentía una enorme ansiedad, no sabia que hablar con Saga  o que le diría el.

Llego a una gran oficina donde trabajaba, se sentó para empezar a trabajar, pero no podía concentrarse. Y sintió pánico cuando escucho que alguien estaba acercándose.

Saga llegó a la puerta, sabía que detrás de ella estaría Aioros, tampoco pudo dormir se encontraba molesto, odiaba ver a Aioros molesto o triste, pero confesar la verdad tampoco le gustaba. Se acomodó su cabello y abrió las puertas.

Se miraron un par de segundos, se sentía un aire de incomodidad; ambos bajaron la mirada.

—Saga..

—Aioros...

Ambos hablaron al mismo tiempo volvieron a callar —Habla tu primero.

—No, no tu que querías decirme —hablo Aioros levantando la cabeza.

—No bueno solo quería saber que pensaste anoche, me siento mal por a verme salido del cuarto, pero los dos estábamos en plan defensivo y no íbamos a llegar a ningún lado.

—Saga... perdón por lo de anoche  es solo que.

—¿Qué?.

—Bueno has estado muy raro conmigo últimamente ya no eres el mismo, no se como que más distante... y no quiero dudar o algo, pero siento que te aburres de mi— Aioros se levantó —¿Es eso?.

Saga lo miro  parecía pensar en que diría — ¿Lo dices por que no fuimos a cenar?

—¿Qué? No, Saga lo digo por que llevas días así, joder solo dime si hay alguien más.

Saga rodeo los ojos —Valgame y ¿¡ quien más!?, te das cuentas que estamos casi 24/7 pegados el uno al otro en que momento pude conocer alguien más

—No lo se Saga para ser infiel no necesitas mucho tiempo.

—¿¡Crees que te fui infiel!?

—No lo se Saga, no soy adivino, solo quiero saber donde coño fuiste anoche por que se que no estabas con Shura y apuesto que tampoco con Camus.

—Y si te digo que me fui con putas vas a dejar de hacer tanto drama

La tensión empezaba aumentar, los tonos de sus voces cada vez se levantaban más — Con que me digas la verdad basta.

—Sabes tu y tu maldita duda, tus inseguridades me llegan a los huevos, no se como pudimos estar tanto tiempo.

— No me jodas Saga no te hagas a la víctima; que soportar tus bipolaridades; tu puto mal genio no es nada lindo  te diré, casi siempre todo se trata de ti y de ti, todo gira a tu alrededor y se debe hacer lo que quieras.

— ¿Dime cuando no hecho algo que tu me hayas pedido o querido?.

Y la pelea comenzó ambos comenzaron a reclamar desde la cosa más pequeña e insignificante.

—Sabes que Sagitario si estaba raro todo este tiempo o no quise salir anoche contigo es por que fui a recoger esto y organizar esto para tu cumpleaños — saco una cajita pequeña de color negro

Aioros abrió la caja y sintió el peso de todo el mundo en sus pies. Miro a Saga, pero el le volcó la cara, le dio la espalda y se retiró de la sala. Aioros trato de hablar, pero parecía que se había quedado sin voz; miro a todos lados; no sabía que hacer.

Saga no se quedó en el templo, sentía que la sangre le hervía; una parte de él quería volver donde Sagitario, y besarle  como nunca lo había hecho. Pero por otro lado sentía que volver ahí era para continuar la pelea.

Llegó al templo de Capricornio, entro en busca de un amigo; el cual lo encontró. Estaba en pleno entrenamiento pero se detuvo ni bien sintió al santo.

—Saga, gracias a la Diosa, estado pensando en ti... — se llevo la mano al cuello —Anoche creo que la arruine, Aioros fue donde Aioria...

—Si, bueno ya sabe que le iba a pedir matrimonio.

—¿¡Qué!? Ya se lo dijiste, pero dijiste que esperarías hasta su cumpleaños... ¿y la fiesta sorpresa?

Saga lo miro desganado —No se lo pedí, él y yo terminamos.

Shura lo  miro extrañado, tratando de procesar la información —Pero que...

—De que me sirve casarme con alguien que tiene dudas, que duda de mi y cree que de un día que no quiera salir con él, ya lo estoy engañando— se notaba su frustración.

—Bueno... Saga yo que te digo, todas las parejas tienen peleas o dudas es normal, a veces entre mas amor hay  también aparece más el miedo de perder alguien.

—¿Perderme? ¿Cómo me puede perder? Cualquiera en el santo mundo, espacio, si me ve se da cuenta que estoy enamorado, cada celula mía le pertenece al inseguro ése ¿cómo coño puede dudar de mi?

Shura no sabia como calmar a su amigo sabía que estaba molesto —¿Quieres tomar agua?...

—Quiero trago, llama a Camus.

Shura lo miro inseguro —Saga... yo no creo que eso sea buena idea...

—No te pregunte si es buena idea, te dije que quiero tomar.

                                 ○●○

—Yo realmente lo arruine todo...

La diosa había escuchado con mucha atención al santo de la novena casa. No había sabido con quien más liberar lo que en su corazón afligía, al salir a buscar a Saga, solo encontró a una Diosa que había podido sentir ese corazón que entraba en depresión.

—Aioros, tranquilo es muy normal sentir duda, o inseguridad.

—Mi Diosa, usted sabe como es Saga todo lo toma a pecho. No quise dudar, pero reconozco que a veces siento que Saga se puede aburrir de mi y buscar alguien más.

—Aioros, por que haría Saga algo así. Él te ama, por encima de todo, tu eres su mundo, él te valora y respeta. Ambos tienen lo fundamental para una relación sana y estable, no entiendo tu duda.

Aioros miro al cielo —Por que no creo que yo pueda tener tanta fortuna de tener alguien como él como mi pareja. Me da miedo que aunque tanto tiempo juntos yo siento que lo amo más y bueno ahora lo eh liado todo...

—Aioros, pero todo tiene arreglo, nada esta perdido ustedes se aman.

Tomo su mano del caballero —Aioros a veces debes saltar sin paracaídas, quita las inseguridades, por que ambos están luchando por lo vuestro, si tienes dudas habla; no te crees un mundo en tu cabeza; si sientes celos dilo; no acumules. No te crees películas en tu cabeza por que es más lo que te imaginas de lo que en verdad podría pasar.

—Agradezco cada palabra, perdone que  le cuente mi problema.

—Aioros yo te debo la vida, escucharte es poco,  de lo que yo debo hacer contigo. Eres alguien muy especial para mi, ahora dime ¿que harás?.

Ambos estaban sentados en el pasto; pero Aioros se paró y la miro — No tengo la menor idea de como pero voy a recuperar a Saga y si el me iba a pedir matrimonio seré yo quien ahora lo haga.