Capitulo 11

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La ex de Spooky y él seguían hablando y cuando ellos entraron la chica se levantó, la miró, bufó y caminó hacia la puerta para salir, no sin antes golpear su hombro contra el de Yulia.
Cesar cerró la puerta empujándola con un pie.
Luego se sentaron en la mesa de la cocina.

- ¿Que hacía ella aquí? - interroga Cesar a su hermano entornando los ojos.
- ¿Que haces tú aquí? - pregunta estresado.

El ambiente comenzaba a ponerse pesado, aunque Cesar amaba a su hermano parecía... ¿Celoso? ¿Podría ser que Spooky esté celoso de su hermano?

- Vino a ayudarme a calificar unos trabajos - si no intercedia por Cesar podía terminar mal.
- No sabía que se hiciera una hora de camino a la escuela. - estaba demasiado estresado, aquella ex no había ayudado.
- Fuimos a comer, te traje algo - extendió una bolsa que Spooky sujetó de mala gana.

Estaba de verdad cansada, dolida por la manera en la que Spooky la está tratando.
Spooky se acercó peligrosamente a ella sin tocarla, aún son su mueca de estrés, enojo y celos a centímetros de ella.
El enojo en Cesar creció, sentía el impulso de golpear a su hermano para protegerla, debía protegerla, sentía la necesidad.
Relajó el semblante para poder hablar con Oscar.

- Ella se veía triste al terminar las clases - Cesar se sinceró -, así que le invité algo de comer, lamento que te preocuparas, hermano.

El semblante de Spooky cambio, se relajó y alegro de saber que su hermano la protegería si a él le pasaba algo.

- Lo lamento chicos - besó a Yulia en los labios, la abrazó y se separó -. Que mi ex viniera no ayudó en nada, pero se que no justifica mi comportamiento.

Yulia y César estaban en shock.

- Está bien amor, solo piensa un poco antes de actuar, ¿Si?

Spooky asintió calmado.

- Tengo que ir con los Santos.

Yulia se adelantó a dejar sus cosas en la mesa.
Oscar se despidió de ella con un beso y un abrazo diciéndole te amo.
Luego se acercó a Cesar susurrando.

- Cuidala.
- Sí - aseguró Cesar.
- No. Si me pasa algo y en cualquier momento, cuidala, prometelo por favor.
- Lo prometo.

Se abrazaron y Spooky se fue.

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Una semana después.

La puerta se abrió lentamente, no quería asustar a Yulia.
Ambos caminaban sigilosamente.
Yulia estaba cocinando sin atinar su presencia.

- ¡YA LLEGUÉ PROFE! - gritó Cesar sobresaltado a Yulia.

Dió un respingo sujetando la cuchara de madera y dándose la vuelta amenazando con ella.

- Casi los mato con mi cuchara - dijo blandiendola en el aire como espada haciéndolos reír.
- Hola amor - dijo Spooky abrazándola y dándole un beso en la mejilla.

Desde que la ex de Spooky no había aparecido todo había estado más tranquilo, Cesar y Oscar estaban más unidos, felices.
Ella había llegado a poner discordia y cuando se fue la paz reinó nuevamente.
Era temprano por la mañana de un viernes, así que Cesar tenía clases, había Sido constante en la escuela escabullendose de los Santo.
Solo tomó un sándwich y se fue mientras Yulia y Spooky se sentaron a la mesa a desayunar.
Todo era sonido de platos chocando hasta que una pregunta que atormenta la mente de Yulia dejó sus labios.

- ¿Que te dijo ella cuando estuvo aquí? - Spooky no le había dicho absolutamente nada de lo que conversó con su ex.

Paró de comer y la miró fijamente inclinando la cabeza hacia atrás y luego tallando su rostro con la mano izquierda para luego mirarla de nuevo fijamente.

- Confío en tí - afirmó él. -, pero tengo miedo de que al decirte esto te alejes de mi lado.
- Juntos ante todo. - Sentenció sujetando su mano sobre la mesa.

Spooky temblaba un poco, desde que la conoció tiene miedo de perderla, a alejarla como lo hace siempre.
Retiró sus manos de la mesa dejando ahí las de Yulia y las puso en su regazo nervioso.

— Cuando... — la voz parecía no funcionar —, Cuando te fuiste ella me acusó de engañarla contigo y luego me dió una bofetada. Se sentó enojada en el sofá para seguir acusándome, dijo que no se iría son mí, porque yo no quería alejarme, sino que tú me alejaste de ella a la fuerza con mentiras y trucos.

El rostro de Yulia no denotaba ninguna expresión, estaba quieta y seria como cuando le había contado por primera vez de su ex.

— Además... Dijo que está embarazada y que yo soy el padre. 

El aire comenzó a faltarle, ¿Hace cuánto?, ¿Será posible? Intentó levantarse de la silla pero no pudo, calló de nuevo y Spooky se acercó a ella.

— ¿Eso es cierto? — preguntó con lágrimas en los ojos. — ¿Eres el padre?
— No, ¿Cómo podría ser posible si no he estado con ella de ningún modo desde que perdió al bebé? No he estado con ella desde que te conocí.

En los ojos de Spooky podía ver la sinceridad. Estaba diciendo la verdad.
Él la abrazó sin pensar en soltarla, mientras algunas lágrimas mojan su camisa.
Está llorando, Yulia está llorando y el se siente terrible.

— No... — dijo con la voz entrecortada por el llanto. — No quiero perderte Oscar.
— Siempre estaré a tú lado, jamás hice nada con ella desde que te conocí, solo quiere arruinar mi felicidad... Pero no voy a dejarla.

Estaban abrazados en la silla, no deseaban separarse pero tenía que ir a trabajar.
En ese momento Cesar entró por la puerta, tenía una hora libre así que iría por Yulia y volverían a la escuela.

— ¿Que está pasando aquí? — dijo Cesar preocupado.
— Nada... Ya sabes lo sentimental que soy — habló Yulia limpiándose las lágrimas y levantándose se la silla. — listo para irnos.

"Cuidala" exigió Oscar antes de que ellos salieran de la casa después de despedirse de Yulia con un beso.
Salieron de la casa y subieron al auto, ella ya se había calmado y Cesar solo la veía entornando la mirada.
Subieron al auto y comenzaron el corto viaje hasta la escuela.

— ¿Quieres? — preguntó Cesar sacando de su mochila una bolsa de pretzels salados.

Una mueca de asco se formó en el rostro de Yulia inmediatamente.

— Aleja eso de mí — empujó suavemente la bolsa hacía Cesar.

Una idea repentina llegó a la mente del joven.

— Estos últimos días has estado rara... — hizo una pausa. — te dan asco ciertas cosas, se te antojan otras... ¡Y no has bebido Cerveza!

Yulia no respondió nada.

— Acaso... ¿ Estás embarazada? — dijo levantando las cejas sugiriendo.

Yulia frenó de golpe. Por suerte no había ningún auto detrás de ellos o habrían chocado.

— No puedes decírselo a Spooky.

Cesar está atónito, sorprendido... No podía respirar, no sabía que decir, solo miraba a Yulia con los ojos bien abiertos.

Recogí todo lo que había en la mesa y dejé la casa limpia, observé por la ventana que no hubiera ningún Santo a la vista y cuando abrí la puerta ahí estaba... Ella de nuevo.

— Te dije que no me iría sin ti.

¡Maldición! Ahora que le diría a Yulia.

— Tranquila — dijo Cesar mientras caminaban por el estacionamiento —, yo te ayudaré y apoyaré en todo. — sonreía de oreja a oreja incapaz de no hacerlo. — la salsa... — extendió una mano.
— Del taco — sonrió Yulia, estrechó su mano y la sujetó con fuerza; esperanza.

Eran tan unidos como hermanos mismos, nunca se dejaban solos y se apoyaban mutuamente, pues con Spooky cubriéndolo con los Santos la vida para Cesar era mucho más sencilla.
Entraron al salón de clases con una sonrisa de amor y esperanza.
Spooky no sabía que explicación daría, pero no lograría nada sin el apoyo de su verdadera familia.

Hasta aquí otro, espero les guste y perdón por la tardanza. ❤️
Se viene lo bueno queridos lectores.
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THE LAST BULLET (En pausa por edición)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora