༒ THREE ༒

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[4 años más tarde]

Primer año de universidad y Yukhei tenía un inició mejor que bien, a pesar de tener que mudarse a Corea para estudiar su carrera de ciencias sociales, se había adaptado al estilo de vida tan movido que existía en esa cuidad. Socializar no fue un problema, incluso se consideraba como de los más guapos y populares, posicionandóse en primer lugar dentro del "ranking" o más bien eso decían sus "lame huevos" terminó creado por el mismo Yukhei, que se refería así a aquellos morros pendejos que querían forjar una amistad solo por tener la misma atención que Yukhei y solo Yukhei podía tener, aunque igual los usaba en su beneficio, pues no importaba si hacía algo bien o mal, sus lame huevos siempre lo iban a aprobar. Aunque logro hacer muy buenas amistades, entre ellas su pequeño Haechan, era su mejor amigo, su complemento, su otra mitad, o más bien, su otra neurona, como su otro amigo los había nombrado, "neurona 1 y neurona 2" aunque el Tailandés era un tema punto y a parte...

- Yukhei~ Dame un poco de lo que tienes.-

Hablo coqueto el de nariz respingada y ojos alargados, rozando su acolchonado trasero contra el grande y fuerte muslo del contrario, mientras el mismo preparaba delante de la pequeña cocina del departamento que compartían como universitarios, un vaso de whisky con una pizca de cocaína proveniente del interior de su chaqueta de cuero. Removió su muñeca en forma circular para disolver el espeso polvo blanco en el alcohol, observando discretamente como el más bajo se movía de arriba a abajo en el filamento de su pierna.

- Gracias, guapo.~ -

El más bajo tomó el vaso de vidrio y bebió todo su contenido en un solo trago, ni siquiera Ten mismo sabía porque lo hacía, Yukhei no lo obligaba a hacerlo, solo saciaba la adicción inexistente que tenía por hacer lo malo y era todo lo que Yukhei tenía por ofrecer.

- Házmelo, házmelo como solo tu sabes hacerlo.-

El Tailandés rodeó los anchos hombros del más alto y se lanzó a sus carnosos labios con hambre, Yukhei adoraba ese amargo sabor a Whisky en su boca, además de que los delgados labios de su contrario eran tan adictivos como la cocaína que comenzaba a hacer efecto inmediato en su pequeño y delgado cuerpo, aumentando el tamaño de sus pupilas y acelerando el nivel cardíaco de su corazón.

- Te gusta ser mi perra y que te trate como la asquerosa y sucia puta que eres.-

Quizá Ten optaba por drogarse para tolerar la violencia de Yukhei, pues ya lo había aventado con tal fuerza que llegó hasta la cama sin problema, sacó unas esposas y lo ató en la cabecera del mueble para privarlo de movimiento, lastimando sus muñecas con el metal de las esposas, era costumbre suya desde niño cargar con una navaja, saco el arma de su tobillo liberando el filo de esta, provocando un sonido excitante para ambosb a causa del filo.

- Házlo! Vamos! -

Gritó sin pudor y sin temor alguno el de labios delgados, suplicando para que Yukhei lo hiciera sentir vivo, el más alto alzo su camisa dejando ver su blanca piel desnuda e hizo un corte por todo su pecho, provocando que el indefenso Ten se retorciera de dolor en la cama gimiendo como perra aún en súplica de más, todo su dorso estaba bañado en sangre, al igual que las blancas sábanas que tenían que deshecharcé después, al igual que las otras, el pene del castaño estaba endurecido como una roca, listo para follarlo, aunque no terminaba de jugar con su gatito.

- ¿Habrá alguien que lo pueda hacer mejor que tú? -

Sonrió ladino quien estaba atado, recibiendo de inmediato un buen izquierdo por parte del más alto, reventando sus labios en sangre por el impacto entre su belfo y sus propios dientes.

- No lo creo. -

Respondió a si mismo su pregunta y relamió su labio inferior para beber su propia sangre, arqueando su espalda y alzando su cabeza en busca de atención por parte de su menor, el cual sin duda alguna lamió todo su cuello para no desperdiciar ni una sola gota de sangre, hasta llegar a sus labios y así combinar su saliva con el delicioso sabor metálico del líquido color carmesí. Ambos estaban locos, pero solo ellos podían entender que tan bien se encontraban entre las sábanas, Ten siendo destrozado por el y Yukhei avisando en clase que por dolor de piernas y espalda, el bailarín estrella no podría asistir a clase.

- Follame~ -

- Tu petición, es mi deseo. -

Tú petición es mi deseo.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora