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      Como todos los días lunes, Harry se dirigía a su práctica de ballet con su bolso colgado al hombro y sus auriculares puestos escuchando música. Lana del rey cantaba en su cabeza mientras seguía su camino. Cruzó la calle, llegando a la parte tal vez más, o menos favorita de su recorrido: el skatepark.

     
       Trató de seguir su camino sin mirar hacia las rampas, pero le fue imposible no voltear a ver cuando sintió una mirada observándolo. Y allí estaban esos ojos azules que lo miraban con atención. Rápidamente bajó la mirada y trató de esconder su sonrojo con su pelo largo para seguir caminando.

     Varios metros más adelante cuando pensó que ya podía relajarse y que nada iba a pasar, repentinamente una tabla rodando justo delante de sus pies lo hizo retroceder. Por supuesto que siendo él Harry Styles, un bailarín de ballet pero con cero capacidad de coordinación, tropezó con sus propios pies en su apuro y se balanceó hacia atrás.

      Esperó la caída y el probable golpe en su cabeza, pero estos nunca llegaron, en su lugar unos fuertes brazos lo sostuvieron antes de que llegara a caer. Por instinto (claramente) se sostuvo de este cuerpo, esperando unos segundos para abrir los ojos al haberse calmado. Lo primero que vió fueron los tatuajes cubriendo de tinta los brazos, lentamente subiendo su mirada a esos hermosos ojos. El chico lo miraba atentamente y había una pequeña sonrisa en sus labios.

     – Uh- yo – Harry trató de hablar, pero antes de lograr conciliar una oración, el chico lo tomó de la cintura suavemente y lo dejó sobre sus pies.

       – Lamento mucho eso, mi amigo es un idiota – y antes de que Harry pudiera pensar en decir algo más, el chico se giró y miró en dirección al resto de su grupo – EY NIALL, TEN MAS CUIDADO CON ESO.
 
     Harry saltó en su lugar por el susto y el abrupto cambio en su voz. Tocó su pecho, tratando de regular su respiración. Todo esto era muy repentino para su tranquila naturaleza.

      – Perdón por el susto amor, soy Louis por cierto – se presentó dándole una gran sonrisa. Harry en su mente se alegró mucho de poder ponerle nombre al dueño de los ojos que tanto le gustaban.

      – N-no, está bien. Soy Harry, y gracias por um, haber evitado el golpe – acomodó un mechón de su cabello detrás de su oreja y le dió su mejor sonrisa de agradecimiento, rogando para que su rubor no fuera tan obvio. Obviamente Louis lo notó y lo hizo sonreír aún más.

       – No hay nada que agradecer, no dejaría que una cara así de hermosa se golpeara, verdad? – Harry rió por lo bajo y bajó su mirada, no podía creer que el lindo skater le estuviera hablando, y diciendo que era hermoso!

         – Tengo que irme o llegaré tarde a mi clase, mhm, muchas gracias Louis – sonrió acomodando su bolso nuevamente en su hombro.

      Louis no podía dejar de observarlo, era tan hermoso y delicado, aún más de cerca.

      – Nos vemos dulzura – Harry sonrió ante el apodo y se dió la vuelta antes de quedarse ahí y hacer más el ridículo. Probablemente pueda verlo de nuevo el miércoles en camino a su próxima clase. Tal vez.

        Louis sonrió y vió al hermoso rizado alejarse, prometiendose que la próxima vez se aseguraría de conseguir más que su nombre.

sk8er boi - larry stylinsonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora