Capítulo 7

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"Toda verdad es simple, ¿No es eso una doble mentira?"
Friedrich Nietzsche

"Y...eso" terminé con una sonrisa inocente.

La sala común estaba inundada en un silencio casi fúnebre. Hasta podíamos escuchar el sonido de nuestros propios corazones.

Tom paseaba sus ojos entre Timmy y yo tratando de descubrir si decíamos la verdad o habíamos inventado una historia fantástica. El resto de nuestros amigos nos miraban entre sorprendidos y confundidos.

"Entonces mi abuelo tenía razón" frunció el seño Abraxas.
"¿Que?" preguntó Timmy.
"Mi abuelo me contó que la razón de que los Malfoy solo pudieran tener un hijo varón es porque había ofendido a un demonio y él lo maldijo. Yo siempre pensé que estaba loco"
"Eso tiene sentido" asentí "Pasa seguido"
"Y...¿que los trajo a Hogwarts?" preguntó Walburga.

Claro que no iba a decirles que éramos del futuro, puedo ser tonta pero no soy estúpida.

"Nuestra educación" la miré como si fuera obvio "Tenemos que aprender sobre nuestra magia tanto como ustedes"

Todo volvió a llenarse de silencio, claramente ellos seguían tratando de procesar todo lo que les había dicho, aún mas, estaban tratando de creerlo.

"¿Los demonios no tienen cuernos y cola?" preguntó Alphard.
"¿Tu nos ves cuernos y cola?" fruncí el seño "Los demonios somos muy hermosos, eso nos vuelve mas peligrosos"
"Nosotros solo somos híbridos" explicó Timmy "nuestra madre es una bruja y nuestro padre fue un demonio"
"¿Eso los vuelve mas o menos poderosos?" cuestionó Tom con cierta curiosidad en sus ojos.
"No tan poderosos como los grandes demonios pero mucho mas poderosos que cualquier hechicero o bruja" contesté.
"Dudo eso" río sarcásticamente.
"La magia de las brujas es la mas débil en la cadena, hadas, demonios, duendes, elfos, ángeles...todos ellos poseen magia muchísimo mas poderosa" contesté realmente ofendida.
"¿Y porque no estudiamos eso?"
"Porque son demadiado arrogantes para reconocer la realidad" le sonreí sarcásticamente.
"Vayan todos a dormir" dijo Tom firmemente pero con sus ojos pegados en mí "Timothée, me gustaría hablar contigo a solas"

Los demás subieron las escaleras camino a sus cuartos, Timmy siguiendo a Tom. La única persona que se quedó en la sala común fue Walburga, quien se sentó al lado mío y me sonrío.

"Asi que ¿no puedes dormir?"
"Puedo dormir" reí "pero solo unas dos o tres horas y puedo estar varios días sin dormir"
"¿Y que haces por las noches?"
"Visito lugares" sonreí recordando todos los viajes que hice.
"¿Que lugares?"
"El lugar que se me ocurra" me encogí de hombros "Puedo ir a dónde sea"
"Me encantaría tener ese poder" suspiró "De ser así viajaría a París todo el tiempo"
"¿Te gusta París?" pregunté.
"Si" asintió "solía ir con mi familia todos los veranos pero eso cambió desde que me prometieron a Alphard" hizo una mueca de tristeza "Desde entonces voy a su casa todos los veranos"
"Algún día te llevaré a París" le sonreí.

Walburga se sonrojó y sonrío dulcemente, desviando su mirada para que no pueda observarla y no pude evitar pensar en lo linda que se veía. Pasado el momento, ví como bostezaba, el sueño estaba llegando a ella por fin.

"Deberías ir a dormir" le dije bajando mi voz para no alterar su sueño.
"Quiero quedarme aquí contigo" susurró, de a poco cerrando sus ojos.
"Ven aquí"

Señalé mis piernas y se recostó en ellas, la cubrí con una de las mantas que se encontraban allí y comencé a acariciar su cabello, tratando de que se relaje aún mas y caiga en los brazos de Morfeo.

"No importa que seas un demonio" susurró con los ojos cerrados, ya algo dormida "Para mí te ves como un ángel"

Sonreí enormemente y sentí el calor subir a mis mejillas, cosa que no pasaba hace mucho tiempo y entonces me encontré preguntandome si estaría comenzando a gustarme la chica en mi regazo.

Si era así, tenía que evitarlo. Por el bien de ambas pero mas de ella, después de todo sería yo la que se iría sin dar ninguna explicación.

Timmy volvió a bajar unos minutos después, sin Tom, y me miró con una sonrisa triunfante, sabía que algo bueno había pasado.

"Llevemosla a su cuarto y vamos al tuyo" me dijo "Tenemos que hablar"

Luego de subir a Walburga y de varios chistes por parte de Timmy de 'si esta fueras tú necesitaríamos una grúa' pudimos ir a mi cuarto y tomar aciento en mi cama, listos para la conversación.

"Tom está interesado en nosotros" comenzó "Dijo que tiene una causa de la que quiere que formemos parte pero no me quiso explicar que hacen exactamente, dijo que lo sabríamos en su debido tiempo"
"¿Y te hizo darle una respuesta?"
"Me dijo que hable contigo y le haga saber mañana" se encogió de hombros.
"Quiere una respuesta sin terminar de hacer la pregunta" reí sarcásticamente "Eso suena a algo que papá haría"
"Lucifer y Voldemort no caen muy lejos del mismo árbol" se paró de mi cama.

Timmy empezó a caminar al pequeño escritorio en el rincón y tomó uno de los álbumes de fotos que guardaba sobre el, pasando las páginas y admirando su contenido.

"Le diremos que si ¿no?" preguntó.
"Obvio, esto es para lo que vinimos" afirmé "Pero ¿porque quiso hablar contigo y no con los dos?"
"Dijo que como yo soy el hombre a cargo me correspondía a mi tener la información"
"Tú no estas a cargo ni de tu propia vida" rodé los ojos.
"¿Cuánto falta para navidad?" preguntó mientras observaba una foto de él y Hermione.
"Todavía estamos en la primer semana de clases Timmy" reí.
"La extraño y la ví hace unas horas" susurró.
"Mi Timmy" dije con ternura.

Me acosté en mi cama y abrí mis brazos para que él hiciera lo mismo. Él se acostó y me abrazó por la cintura, poniendo su cara en mi cuello cómo cada vez desde que éramos niños.

"Solo necesitamos algo grande que nos ayude a impedir que Tom se convierta en Voldemort" le recordé "En cuánto eso esté listo nos iremos de aquí"
"¿Crees que Mione encuentre a otro?"
"Ella sería tonta si te dejara por alguien mas y Hermione no es tonta"
"¿Y Ron?"
"No pienses así" lo miré de mala gana "Ron es tu amigo y no te haría eso"

No dijo nada y al momento lo sentí suspirar.

"¿Extrañas a Draco?"
"No" suspiré "Lo quería pero él cometió un error y no voy a pasar mi vida sufriendo por eso, ya tuve tiempo de sufrir por él ahora ya está"
"Él no te merecía, siempre te dije que era un idiota"
"Lo es" reí "pero ¿viste su cabello?"
"¿Viste el cabello de Abraxas?"

El resto de la noche pasó así, hablando y ríendo en los brazos del otro.

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