Capítulo 28

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"Él es alto, guapo como el infierno. Él es malo, pero lo hace tan bien"
-Wildest Dreams, Taylor Swift.

Llevaba dos días encerrada en aquella habitación en la Mansión Malfoy. No había vuelto a ver a Tom, solo Narcissa y Draco subían a darme de comer dos veces al día.

Draco parecía sorprendido de verme allí pero no me dirigía la palabra, sus ojos estaban adornados por ojeras y había cansancio y miedo en su mirada, ya no era el chico que yo había conocido.

Me preguntaba que habría pasado con mis amigos, agradecía que Hermione estuviera con ellos, sino seguramente ya habrían muerto, incluso Timmy.

Salí de mis pensamientos en cuánto sentí la puerta abrirse y Tom entró por ella, su hechizo glamour no estaba presente y vestía un pijama negro, supongo que ya era bastante tarde.

"¿Que haces aquí?" pregunté.
"¿Que tal tu estadía aquí?" preguntó ignorandome.
"Adorable" rodé los ojos "Pero la pasaría mejor si no estuviera secuestrada"
"No se consigue todo lo que se quiere" dijo sarcásticamente.
"Deberías seguir tu propio consejo" suspiré y caminé hacia la cama, sentándome en ella "¿Qué quieres?"
"Que me digas dónde está Harry Potter"
"Lejos de aquí, con suerte" sonreí.
"No estoy jugando Selena" dijo, claro enojo empezando a hacerse presente en él.
"Yo tampoco" me encogí de hombros "No sé donde está Harry, no miento"
"Eso es nuevo" rodó los ojos.
"¡Basta!" exclamé poniéndome de pie "¡Ya no quiero escucharte reclamarme eso!"
"No te hubieras ido" dijo seriamente.
"Tenía otras cosas mas importantes que hacer" dije acercandome a él.
"¿Mas importantes que yo?"
"¡Si!"

Estaba pensando en que gritarle a continuación cuándo Tom tomó mi cara entre sus manos y me besó fuertemente, dándo por terminada la discusión.

Sus labios contra los míos se sentían familiares y extraños al mismo tiempo, cómo acostumbrarse a estar en casa de nuevl después de haberte ido de vacaciones.

Subí mis manos rodeando su cuello y el bajó sus manos a mi cintura, abrazándome fuertemente y poniéndome aún mas cerca, si es que era posible.

Nos separamos en cuánto empezó a faltar el aire, nuestras frentes aún juntas y nuestros ojos perdidos en los del otro.

"Te extrañé" susurró.

Una sonrisa empezó a aparecer en mi cara sin poder evitarlo y lo atraje de nuevo hacia mi, tratando de demostrarle que yo también lo había extrañado tanto como él a mi.

Caminamos hacia la cama sin dejar de besarnos y nos recostamos en ella, él sobre mi. Sus besos bajaron a mi cuello y cerré los ojos suspirando.

"Mi señor"

La puerta se abrió de repente y ambos nos separamos rápidamente como si el otro tuviera alguna clase de enfermedad contagiosa.

Dirigí mi mirada a la puerta, sintiendo mi piel erizarse ante la imagen de Bellatrix Lestrange frente a mí. Ella era famosa por ser de los mortífagos mas importantes, había torturado a los padres de Neville hasta llevarlos a la locura.

También era nieta de Blair, siendo una de las hijas de su segundo hijo, Cygnus Black. Había un cierto parecido entre ellas, pero la diferencia estaba clara en sus ojos.

Mientras Blair expresaba humanidad y cierta dulzura, en los ojos de Bellatrix solo había oscuridad y locura.

"¡Mi señor!" exclamó horrorizada.
"¿Que quieres Lestrange?" rodó los ojos Tom levantándose de la cama y acomodando su ropa.
"¡Esta niña estaba tratando de violarlo!" gritó a punto de saltar sobre mí.

Sip, absolutamente loca.

"No digas estupideces" rodó los ojos.
"Y no me llames niña" intervine.
"¿¡Cómo te atreves a hablarme estúpida niña!?" me gritó.
"¿Esta cosa viene de Blair?" pregunté a Tom incrédula.
"A mi también me asombra a veces" admitió.
"¡Mi señor!" reclamó Bellatrix, tratando de llamar su atención.
"Bellatrix, te presento a Selena Morningstar, ya te he hablado de ella"
"Esta niña no podría dirigir el infierno, a duras penas podría organizar un picnic" rodó los ojos.
"¿Insinúas que miento?" preguntó bajando su voz.

Traigan las palomitas, esto se pondrá bueno.

"No mi señor" negó algo insegura.

Tom levantó su mano y en un movimiento de muñeca Bellatrix se encontraba en el suelo, gritando y retorciéndose. Entendí que la maldición cruciatus estaba siendo hechada sobre ella.

Quería sentir pena, pero luego de cómo me había tratado solo me limité a sentarme con las piernas cruzadas y ver a Bellatrix ser torturada.

No me juzguen, vengo del infierno, he visto cosas peores.

Y por cosas peores me refiero a una larga compilación de Timmy haciendo twerk en los momentos mas inapropiados y a Ron y Harry peleando desnudos por quien tenía el (órgano reproductor masculino) mas largo.

No pregunten.

Luego de varios minutos la tortura pasó y Bellatrix se puso de pie lentamente, dejando la habitación tan rápido como sus piernas temblando le permitieron.

Tom volteó su mirada, sus ojos estaban oscurecidos y no paraban de brillar con maldad. Claramente había disfrutado de lo que acababa de hacerle a una de sus mas fieles seguidoras.

"¿En qué estabamos?"

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