XIII

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IVAN

Mi vida amorosa no Podría ser mas desastrosa, se que estoy mal, me gusta Tina, pero sé perfectamente que a quien amo es a Kary, tenerla cercas, el saber que dormimos bajo el mismo techo me encanta, en ocasiones estoy apunto de besarla, siento como mi corazón se acelera cada que tengo oportunidad, pero se que esta mal, ¡muy mal carajo! Debo de espetar a Tina.

Si tan solo no hubiera sido tan idiota e impulsivo, en este momento sería libre para comenzar a cortejar a Kary sin problema alguno, así como debí haberlo hecho hace mucho tiempo, pero no... ¡soy un cobarde aparte de imbécil!.

¿Qué porque no dejo a Tina?, Me lo he estado preguntando, pero ella es tierna e inocente ella no se merece que juegue con ella, no puedo dejarla a si por que si, ella no se merece eso, aún que claro, tampoco merece que este con ella cuando mi mente, mi cuerpo y mi corazón quiere estar junto a alguien mas...

-Mi amor- Tina se acerca y me da un beso, yo solo suspiro deseando que fueran otros labios los que acariciaran los míos.

>>Idiota<<

-Hola Tina, vamos.

De la mano la llevó a la cafetería que frecuentamos en su horario de trabajo el local es pequeño dándonos una mejor privacidad, una de las mecerás se acerca a tomar la orden.

-Dos tazas de chocolate por favor- pido inmediatamente.

-¿Dos?- Tina responde extrañada -, pero yo quería capuchino- hace una mueca de inconformidad.

¡Demonios! Caigo en cuenta que estoy tan acostumbrado a pedir por Kary y por mí chocolate, que se me olvidó que no vengo con Kary si no con Tina, a pesar de que las dos tienen varias similitudes en cuanto a gustos son muy distintas.. >>comenzando en que a ella si le gustas y Kary no<< mi conciencia me recuerda y aunque duela. Es totalmente cierto.

Después de tomar ella el capucchino y yo el chocolate (obviamente hice el cambio en el pedido) quiso y a mi casa, no vi el por que no así que acepte. Llegamos y aún no hay rastro de Kary, no me sorprendió puesto que aún es temprano, sólo faltan unas dos horas para que su jornada de trabajo acabe y puede estar en casa. Conmigo.

-¿No está Kary?- aun que la respuesta es obvia ella espera que se la confirme y lo hago sólo con un asentimiento de cabeza.

-¿Quieres ver una película?- me siento en el sofá que se encuentra frente a la televisión y tomo el control que está en la mesita alado del sofá.

-No.

-¿No?- mi confesión es tanta, no pensé que se negaría a ver una película -. ¿Entonces qué quieres hacer?- alzo una ceja mientras veo en su dirección.

Ella aún se encuentra de pie al inicio de la sala, se acerca a paso lento y con un gesto dubitativo, pero entre mas acorta la distancia este se va convirtiendo en uno lleno de seguridad mientras muerde la comisura de su labio inferior en un gesto seductor.

-Pues...- suelta a penas y se posiciona frente a mi y se agacha para susurrar en mi oído -, quiero hacer otras cosas mas entretenidas que ver una película- su voz es ronca y a pesar de sonar muy caliente sólo causó que me diera un poco de cosquillas.

Yo Te CuidaréDonde viven las historias. Descúbrelo ahora