Ever after high: un cuento sin fin

CAPÍTULO 2

LaLuz no me dejaba ver que había más allá, lo único claro es queestaba en un lago congelado y lo que quería era patinar y patinarhasta no poder más. Desde pequeño siempre me había encantado lasensación de ligereza que se siente cuando patinas, como si pudiesesvolar. Cuando me disponía a hacer una pirueta empecé a oír unpitido, no era molesto pero luego se fue incrementando hasta que casime dejó sordo y entonces el hielo bajo mis pies se rompió ydesperté.

Laalarma que me avisaba que debía levantarme para ir a clases estabasonando por toda la habitación, con más energía de la que creíaposible la apagué y me levanté para despertar a Melody.

Conun ligero toque en los brazos bastó para que se levantase llena deenergía, pero yo en esos momentos solo quería tirarla de la cama,así que me fui a cambiarme. Yo no se como es capaz de acostarse tantarde y levantarse con tanta energía.

Cambiémi pijama por un peto blanco, una camiseta de manga larga azul y misbotas. Cogí mi mochila con todos mis libros y mi chaqueta favorita.Me peiné y fui a ver si Melody ya estaba lista.

Ellahabía sido más básica: Unas mallas de escamas, unas deportivas yuna camiseta larga morada con la frase de: Se un unicornio en uncampo de caballos. Cogió sus cosas y salimos a por las demás.

Seguíandurmiendo así que decidimos hacer lo más responsable en estoscasos: dividirnos y entrar a sus habitaciones armando alboroto paralevantarlas. Con Blossom y Raven funcionó bien, aunque la cara deasesina que me puso Raven me hizo temblar. Tardaron apenas 10 minutosen vestirse. Blossom con un vaquero, un jersey morado y unos botines.Y Raven con un vestido pegado negro y unos botines rojos.

Conlas otras costó más pero al final lo logramos, Lazy usó una blusarosa, con vaqueros y botines marrones y Cobalt su típica sudaderaazul, un vaquero y deportivas cómodas.

Cuandoestuvimos listas nos dirigimos al comedor para desayunar. Mientrasdesayunábamos estuvimos compartiendo las ideas de cómo serían lasclases.

Mientrasnos dirigíamos a nuestras clases vimos que nuestros horarios erandiferentes y que nos estábamos juntas en todas las clases, yo ahoratenía que ir a Regencia con Lazy, Blossom y Melody. Así que cuandollegamos al aula decidimos sentarnos cerca, para que os hagáis unaidea en regencia enseñan a los príncipes y princesas cómo gobernarsus reinos,la verdad la materia es interesante pero tampoco demasiado.

Finalizandoesa hora, tuvimos que ir Hechizos y pociones, clase que compartíacon Raven. Esta si era mi asignatura favorita, ya que podíadesarrollar mis habilidades mágicas, además de que podía aprendera hacer pociones impresionantes. Y no es por dármelas de creídopero siempre soy el mejor en esta materia, aunque muchas veces esRaven la que me ayuda a estudiar.

Laclase acabó con una explosión generada por la mala mezcla que Raveny yo hicimos de un par de compuestos.

Perobueno solo es el primer día tenemos tiempo de aprender y si no puesla pared quedó muy bonita pintada de morado.

Despuésde eso nos tocó una clase común, Gimnasia. El profesor nos explicóque en esta clase aprenderíamos no solo a controlar nuestros poderessino también a mejorarlos. Así que nos pidió que nos cambiásemospara comenzar. El uniforme de gimnasia era básico: un traje deneopreno negro con alguna decoración que nosotros hubiésemoselegido, en mi caso eran copos de nieve, y adaptado a nuestrashabilidades.

Laclase comenzó con nosotros en un círculo y con el profesordiciendo:

-Lamejor forma de aprender es practicando así que como primera claselucharéisentre vosotros-dijo mientras se alejabade la pista.

-¿Qué?- Soltó alguien de la multitud-

-Estose va a poner interesante- dijo alguien, y enseguida vi la caracompetitiva que tanto odia.