CAPÍTULO 4

3 1 0
                                    

Los rayos de sol iluminaron mi cara y poco a poco me fui despertando.Dormir en el balcón fue fabuloso, porque por la noches hacía más fresco y era la temperatura perfecta para dormir con una manta (cosa que amo).

Mientras me desperezaba me giré a mirar a Raven, quien para evitar que el solla levantase se tapó la cabeza con la manta. Supuse que quería seguir durmiendo así que me levanté con cuidado y entré a la habitación. El panorama no cambió mucho mas, las demás estaban tiradas en las camas. Cobalt ocupaba toda la cama de Blossom, lo que hacía que esta estuviese en el borde apunto de caerse.

Porel contrario, Lazy y Melody dormían acurrucadas en un tierno abrazo,casi sentí pena al levantarlas.

Comoquería aprovechar un poco ese rato mientras dormían me senté en miescritorio a pensar en un par de bocetos sobre los trajes queusaríamos en la competición. Así que me senté en mi silla deruedas y me agarre el pelo en un moño, más bien era un intento demoño porque el pelo aun me llegaba a los hombros y algunos pelos sesoltaban.

Abrími cuaderno de bocetos y me inspire mientras pasaba las páginas dealgunos bocetos anteriores, la mayoría de veces no pasaban de esafase y se quedaban entre las hojas de mi libro. Cuando llegué a unahoja en blanco me dispuse a crear y cogí el lápiz. Tenía claro quelos trajes tenían que reflejar que éramos un equipo, peor a la vezdebían resaltar nuestras personalidades sin dejar de estar adaptadoa nuestros poderes.

Enprincipio decidí usar como idea base los trajes de entrenamiento queeran más o menos la idea que buscaba, así que me dispuse a dibujar.Más o menos la idea tomaba forma y cada vez era más concreta. Ya seque queréis saber como son pero eso no sería bueno. Sabréis comoson cuando llegue el momento adecuado, por ahora conformaros con queson fabulosos.

Medi cuenta de que tenía pocos materiales para el traje y entoncespensé que podría ir a comprar ese mismo día, mientras las demásse iban a hacer sus cosas.

Comoya eran las 10 de la mañana creí que ya era hora de despertar a lasdemás, así que saque el mejor arma para levantarlas, la música.Conecte mi teléfono al altavoz de Melody y puse la canción mas altaque encontré.

Alinstante, Melody se levantó del susto pero al oír la canción sepuso a bailar así que el cabreo que al principio tenía se convirtióen fiesta, con Lazy fue más complicado porque ni la música ni elmovimiento que hacia el colchón lograron levantar la más rápido.

Blossom,por otro lado, me dijo palabras nada amables para una señoritamientras se daba la vuelta y con Cobalt ya fue peor, pues se levantócon rabia de la cama y se lanzó hacia a mí para atacarme, así quecomo siempre acabe en el suelo por Cobalt, intente calmarlaofreciéndole desayuno gratis que yo le pagaría por haberlalevantado.

Desdeel balconada oí a Raven siguiendo la letra de la canción ycantando, mientras iba entrando bailando al interior y se unía albaile de Melody.

Cuandometimos el colchón de fuera, Lazy aún se estaba desperezando yBlossom que ya se había puesto en marcha ya tenía la cama ordenada,cosa que agradecí ya que si no me tocaría a mi hacerla. Melodytermino de tirar a Lazy al suelo y luego se puso a estirar lassábanas.

Todasse fueron a prepararse a sus habitaciones y yo me dirigí a miarmario. Me puse un jersey blanco con la frase de Let it go, unosvaqueros azules y mis botas azules a juego, mantuve el mono en lacabeza y me dirigí a donde Melody.

Ellahabía sido más simple: Una blusa morada con destellos, un vaqueroazul clarito y unos tacones que más bien parecían deportivas, sepeino la larga melena y se la dejo suelta.

Saliendoya de la habitación cogí mi mochila azul y metí en ella el librode bocetos y la lista de cosas que necesitaba comprar, cogí tambiénpor si acaso el libro de hechizos en caso de emergencia.

Ever after high: un cuento sin finDonde viven las historias. Descúbrelo ahora