Sospechas

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Mérida pov

Ha pasado algún tiempo desde mi ... beso con Hipo. Entre las lecciones o Hipo ocupado en forjar cosas para los chicos, nos aseguramos de pasar algún tiempo juntos. Aunque no nos hemos encontrado fuera de la fragua, Hipo quería terminar las armas antes de que hubiera problemas. Bueno, eso y era el único lugar donde podíamos estar a solas por aquí.

Entré en la fragua justo cuando él había dado los toques finales a las armas. Las armas forjadas con hierro Gronckle eran una espada para Macintosh, una lanza para Dingwall y un hacha para MacGuffin. Al igual que mi arco, Hipo se esforzó en hacerlos brillar. Realmente la calidad de estas armas era otra cosa.

Mientras se secaba un poco el sudor de la frente.

-Bueno, eso es todo. Lamentablemente, esto era todo el Hierro Gronckle que tenía

-Sé que necesitabas crear armas para los chicos, pero ¿por qué los demás?-Yo consulté. Mientras miraba una mesa cercana, había dos espadas, un hacha y una lanza.

-Pensé que los haría para los lores y tu padre también. Cuanto más felices estarán, menos inclinados a molestarme, dándome algo de tiempo libre. Bueno para nosotros- Sonreí cálidamente al pensar que él hizo eso por nosotros.

-Bueno, ya pasó la cena, mejor voy a darles sus armas- dijo Hipo mientras comenzaba a envolverlos. -¿Te importaría ir antes que yo?

-Claro, te veré allí- dije mientras lo besaba

Mientras me dirigía al castillo, pensé en las veces que nos besamos. Siempre se sintió bien cuando lo hicimos. Cuando caminé por los pasillos, me sentí ansiosa por Hipo. Incluso si está entrenando a sus hijos, los lores y los miembros de su clan todavía desconfiaban de Hipo. Bueno, espero que estas armas arreglen eso.

-Mérida

Me detuve y me volví para ver a mamá caminando hacia mí.

-¿Dónde has estado, te he buscado por todas partes?

-Estaba en la fragua

-¿Otra vez? ¿No estabas solo con Hipo esta mañana? ella preguntó

-Sí, pero Hipo acaba de terminar las armas y quería que le dijera a todos- dije nerviosa

-Excelente. Los lores han estado refunfuñando por eso durante días- suspiró aliviada.

-Entonces, ¿por qué me estabas buscando?- Yo pregunté

-Ah, quería preguntarte por qué has actuado de manera extraña durante los últimos días. Es casi como si tuvieras algo que esconder- afirmó. Me quedé helada. No era posible, no podía haber averiguado sobre mí y Hipo. Oh Dios, ¿y si lo hiciera? ¿Y si ella supiera? Ella era lo suficientemente inteligente como para darse cuenta de algo así.

Le puse los ojos en blanco mientras trataba de calmarme

-Honestamente mamá, ¿cuándo he intentado esconderte algo?

-¡Bueno, hubo un momento en que no me dijiste que la pastel estaba encantado!-ella dijo enojada

-¡Oh, por enésima vez mamá, lo siento!- dije

El jinete de DumbrochDonde viven las historias. Descúbrelo ahora