Almas De Fuego (Todoroki x Reader) Pausada

Una larga y abrumadora fiesta

Narrador

La kitsune y el príncipe de los vampiros se encontraban bajo el gazebo, ella esperando no arrepentirse de darle el sí. Una parte de ella sabía que era lo mejor pero la otra estaba con el chico de cabellos rojos y blancos quién los miraba desde la sala de eventos a través de uno de los ventanales, esperando que lo que el suponía que estaba pasando no fuera cierto. Desde que el chico vampiro se había llevado a (t/n), Todoroki Shoto los siguió con la mirada, no quería entrometerse pero no pudo evitarlo, detecto desde lejos como el vampiro lucía algo desesperado frente a ella. No sabía nada de él, pero podía entender que había pasado mucho con ella y eso le enojaba. Había un mundo sobre ella que él desconocía y que se privó de conocer por sus decisiones. Cuando el tipo se puso de rodillas pudo entender a qué iba a llevar todo eso y al esperar que ella negara la petición. Se percató de lo que sentía por ella.

— ¿Cómo vas, con todo lo que está pasando? — Shouji le pregunto serio junto a Tokoyami.

— ¿A qué te refieres?— preguntó Shoto con su semblante tranquilo de siempre.

— Es obvio que te gusta la chica. Casi siempre estaban juntos y eras diferente con ella.

— Shouji, no deberías incumbir en sus asuntos personales. — agregó Tokoyami. — al menos no es tan obvio como Bakugo. — Tokoyami miro hacia la dirección donde se encontraba el mencionado, el cual de nuevo estaba siendo retenido por Kaminari y Kirishima, donde el bom boy quería explotar. Ese sí que estaba enfadado y dejando a toda la clase conmocionada por su reacción ante tu compromiso. Shoto envidiaba un poco a Bakugo por poder entender y expresar sus sentimientos tan libremente, algo que él no podía hacer.

Shoto dejó de ver a Bakugo para seguir mirando la escena, quería saber exactamente qué era lo que estaba pasando en ese gazebo entre la kitsune y el príncipe. Hubo un momento en el que pareciera que estuvieran peleando pero de un instante acá el aura de aquel lugar se había tornado melancólica. Dai abrazó te abrazo fuertemente y desde donde estaba Shoto se vio esto perfectamente. El chico bicolor supo inmediatamente que estaba pasando justo lo que no quería que pasara, aun así quería escucharlo de ti. Shoto quito la mirada y volvió callado a la mesa. Muchos de los chicos no notaron como se sentía, porque a decir verdad decir en que estaba pensando el mitad y mitad siempre había sido una tarea difícil. Los chicos siguieron a su alrededor comiendo las ricas comidas que ofrecían en la fiesta y disfrutando de ella.

Mientras Todorki Shoto solo miraba en una dirección, en dirección a aquella ventana en la que hace un momento estuvo parado viendo toda la escena. De repente se escucharon unas voces, y de una puerta salieron Dai y su prometida tomados de la mano, el bicolor se les quedo viendo no pudo evitar hacerlo. Nadie en la habitación.

Los prometidos lucían alegres, o al menos Dai. (T/n) tenía una sonrisa falsa bien trabajada, pero Shoto se percató de ella. Eso le dio esperanzas. Acababa de comprender que era lo que sentía realmente por la chica, en el peor momento de todos. Cuando acababa de ser entregada a otro, a otro del que ya había sido.

Dai y (t/n) vistos desde cualquier punto eran la pareja perfecta. Ambos apuestos, ambos con esa presencia fuera de este mundo, ambos poderosos...

Dai, en el mundo humano, era el apuesto, inteligente y exitoso hijo del primer ministro japonés, y en el otro mundo era el príncipe de los vampiros. El próximo jefe de todos los vampiros y el heredero de su propio imperio. (T/n) era la hija en el mundo humano de los antiguos reyes de Hasu, del humano que decidió adoptarla y la princesa mitad Kitsune, era la ilegitima princesa del Imperio Hasu dirigido por su abuelo el inmortal y legendario gran Kitsune blanco de 9 colas que había vivido más de lo que cualquier espíritu. También era la hija de un dios, del dios del tiempo y el espacio infinito. Eran la pareja perfecta y con el simple hecho de verlos allí, parados uno al lado del otros, juntos, era innegable. Sobresalían por encima de todos solo con su presencia.