ocho, euforia.

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No pude contenerme y vomité, devolví todo lo que había comido en el día y probablemente hasta en la semana; no podía aguantar más ya que había sido la noche en la que más cosas desagradables había visto en toda mi vida de por lejos. 

Cuando terminé de vomitar no me sentí más liviana, me sentía igual de mal, igual de culpable. Leslie no se merecía algo tan horrible, era una persona buena; mejor que yo incluso. Al parecer era cierto que las peores cosas les pasan a las mejores personas. 

No podía quitarme la imagen de sus ojos mirando al vacío justo antes de que su cámara se saliese de la llamada.

Miré a mis cuatro compañeros, ya ninguno tenía la energía para pronunciar ni una sola palabra. 

mrbubble: Ooooh, la pobre e inocente Leslie:(

mrbubble: Creo que todos concordamos en que le hicimos un favor, no?

mrbubble: Le faltaba bastante fortaleza para poder aguantar todo eso 

—Vete a la mierda.— le respondió Caterinna con valentía. 

Yo me puse a pensar en mis amigos que ya no estaban aquí, y que en realidad en momentos como estos sí que me hubiera gustado estar en sus lugares; al final ellos ya no tienen que aguantar nada de esta mierda. 

mrbubble: Sinyeon

mrbubble: Abre tu puerta

El aludido levantó la vista hacia su pantalla (él también se veía increíblemente demacrado y cansado)para después, sin protestar ni nada, se levantó a abrir la puerta que estaba a la derecha de su computadora; me imagino que todos estábamos cansados de protestar y que preferíamos terminar con todo de una vez por todas. 

Lo escuché pronunciar una palabra y después volvió  a verse en la cámara, tenía un gato negro en los brazos. Se llamaba Moonbyul, por lo que me había contado Venecia era su gato desde los quince años y le quería más que a todo en el mundo. 

No me gustaba a dónde iba esto. 

Sinyeon miró hacia su silla donde antes estaba sentado y en su cara se formó el miedo. 

mrbubble: Muéstranos qué es. 

Con la mano que no sostenía al gato, el coreano se inclinó y agarró el misterioso objeto de su silla para que nosotros podamos verlo mejor. 

Era un cuchillo de carnicero.

Aunque ya no tuviera nada en el estomago, las ganas de vomitar volvieron a mi cuerpo. 

—No lo hagas, por favor.— rogó el asiático quien ya había adivinado cuáles eran las verdaderas intenciones de la chica. 

mrbubble: Yo no haré nada

mrbubble: Todo lo harás TÚ

Los cuatro no teníamos palabras, mientras el coreano de nuevo comenzaba a soltar más lágrimas ni preocupado de qué nosotros pudiéramos verle mientras el pobre animal, que no tenía la culpa de nada, le miraba atentamente. 

mrbubble: O degollas a tu gato 

mrbubble: O elijes a otra persona para que se corte un dedo 

mrbubble: Sin trucos, chino 

Sinyeon tragó saliva y nosotros aún no podíamos pronunciar palabra alguna, pude notar como Piero se tensaba incluso desde aquí. 

El coreano no habló por un rato, yo creo que claramente esto significaba una decisión difícil para él y me puse a pensar que yo tampoco sabría qué hacer. Afortunadamente, considerando las circunstancias, yo ya no tenía ninguna mascota; pero hace dos años se murió mi perro llamado Chérie, y lo amaba con todo mi corazón por lo que no me puedo imaginar teniendo que hacer algo como lo que el castaño tenía que hacer. 

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