Ozito

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La tormentosa noche había pasado, el sonido estridente se detuvo aquella madrugada. Y podía notar como el sol comenzaba a asomarse por entre las cortinas. Lo sintió temblar ligeramente a su lado por el frio de aquella mañana y lo aferró más a su cuerpo tapándose hasta sus cabezas con la cobija que los abrigaba, formando un pequeño capullo donde sólo estaban ambos y conciliando nuevamente el sueño- Ozito- susurró adormilado dejando un pequeño beso en la comisura de sus labios.

Rubius abrió sus ojos muy despacio y se estiró estando en brazos de Vegetta. Al verlo dormir automáticamente se acurruco a su lado, buscando su calor y su aroma, para volver a conciliar el sueño junto a él. Agustisimo, sin duda alguna estaba agustisimo durmiendo con Vege.

Pasaron un par de horas cuando volvió a abrir sus ojos topándose con unos violetas que lo observaban con calma.

-Buenos días dormilón- saludo Vegetta.

-Buenos días Vege- respondió en medio de un bostezo gigante- ¿qué hacias?- preguntó.

-Te veía dormir chiqui- le sonrió.

-Uy si qué lindo debo verme chorreando la baba- dijo en tono sarcástico.

-La bebí mientras dormías- bromeo su esposo.

-¡¡¡Yuck Vegetta que asco!!!- exclamo con una mueca de asco en su rostro.

Vegetta rio por lo alto- chaval ¿te da asco eso y no otras cosas qué hacemos?-preguntó.

Los colores invadieron el rosto de Rubius ante esa mención y su activa imaginación. O debería decir sus activos recuerdos, recuerdos bastante recientes.

-Veeeegeeeee...- ocultó su cara en el pecho del nombrado.

-Lo sé chiqui, lo sé- sonrió acariciando sus cabellos- ¿nos levantamos a desayunar?- le preguntó.

-Ci-.

Hacia casi un mes atrás el despertar uno al lado del otro se había convertido en un sueño lejano e imposible, por la situación tan incomoda que ellos mismo se habían generado al no hablar y no escuchar. Pero por suerte, el amor suele ser como el agua, que se abre caminos a través de lo que sea sin detenerse ante nada y nadie, por lo que lograron resolver sus malos entendidos y caminar hacia adelante por el mismo sendero que la vida les había preparado.

La salud de Rubius estaba al 100% nuevamente gracias en su mayoría a los regaños y cuidados, quizás un poooco excesivos, de Vegetta. Quien lo tenia muy bien vigilado por Akira y Nieves que fueron co-participes de su mejora.

Pero por fin ya podía hacer misiones y salir de casa por su cuenta sin que su esposo este controlándolo veinticuatro siete. Una tarde, salió para visitar a Willy, Fargan, Luzu y Alex específicamente para disculparse por las molestias ocasionadas bajo su forma de oso. Quien peor lo había pasado fue Alexby, que aún tenía algunas marcas en su piel de los empujones y arañazos de Rubius. Pero le restó importancia al decirle que aun bajo su forma de oso él seguía atacando con cuidado de no dañar de gravedad a sus amigos.

Por otro lado, la noticia de que él y Vegetta estaban juntos, se había esparcido por todo el pueblo de Karmaland y ya no sentía que lo estuvieran mirando de alguna forma diferente a lo normal. Aún habían algunas personas que no estaban a favor de su relación, pero decidió ignorarlas y ya. Lo que ellos desearan no cambiaba el hecho de que Vegetta era su esposo, ni de que fuera únicamente para él en todos los sentidos que pudieran existir.

Esa tarde en particular que salió a ver que había de nuevo en el pueblo, se topo con Alexby y con Luzu haciendo compras para sus respectivas casas.

-Bueno, bueno señor De Luque- saludo Luzu con gracia.

-Ey Rubius- saludo Alexby.

-Hola gente ¿cómo andan? ¿qué están haciendo?- preguntó al saludarlos.

-Pues lo que ves- contesto Alex- comprando algunas cositas para casa ¿y tú?- quiso saber- ¿tu sugar daddy ya te deja salir solito?- preguntó con su característica risita.

-Ja ja ja- rio sarcásticamente- pero si, mi daddy ya me da la libertad que necesito- dijo con calma.

-¿Entonces estás aprovechando el día?- preguntó Luzu- ¿tienes tiempo? Alexbitas y yo íbamos a ir por un zumo a la cafetería ¿nos acompañas?-.

-Ci, ci-.

Pasaron alrededor de una hora charlando entre ellos y poniendo a Rubius al día de las cosas que habían pasado en Karmaland, de algunas misiones que tuvieron y de proyectos que traían en mano para sus casas. Fue una buena tarde de charla con sus amigos, realmente extrañaba pasar un rato con todos ellos. Y pensó en algo que le gustaría hacer, pero por razones obvias ahora, casi todo, debía consultarlo con su marido. Supuso que en primera instancia le diría que no, pero el ya sabía como convencerlo para que le permitiera hacer algunas cosas. Así que decidió que al llegar a casa hablaría con Vegetta.









Bobadas de la Autora:

Ya empezamos bien cursi desde la mañana, cabe aclarar que QUIZA, TAL VEZ, escriba algunas escenas para mayores, aun no lo se... así que peques please vayan a leer otra cosa tranqui, no quiero traumar a nadie jejeje. 

DATO DE VITAL IMPORTANCIA:

Como recién inicio este fic, no se cada cuanto tiempo suba capítulos nuevos, así que no voy a prometer nada, se subirán cuando se tengan que subir............ a no ser....

FIN DEL DATO DE VITAL IMPORTANCIA. Y fin de las bobadas de la Autora, aquí me despido... cuidensen, coman frutas y verduras y beban agua que en la etiqueta no lo dice pero hidrata. 

Besitos besitos chau chau ;) 






Oooohhhhhhwwww cierto, iba a colocar en cada capi una imagen que acompañara... pero pero pero, soy muy lenta con la tableta grafica, así que ni bien los vaya terminando los voy a ir subiendo al capitulo que corresponda, pero no esperen mucho de mi soy noob en esa área.


Desde que estoy contigoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora