Yuta

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Estabas por salir de la casa para comprar algunas cosas en el supermercado, era la segunda vez que salias desde que llegaste a la casa de tu mejor amiga, hace dos meses. Luego de tu ruptura con Yuta estabas mal, no tenías ganas de hablar con nadie, no querías comer, tu cuerpo estaba más pálido y delgado, necesitabas a Yuta para mejorar, lo necesitabas a él para ser feliz y estar bien. No era algo sano pero era la verdad. Quisiste buscarlo pero tu mejor amiga no te dejaba y no debías hacerlo pero lo necesitabas. Yuta por su lado estaba igual o peor, quiso buscarte muchas veces pero penso que necesitabas un tiempo sin embargo, no aguantaría mucho más.

—Vuelvo en una hora —Le dijiste a tu mejor amiga antes de abrir la puerta principal y ver a Yuta frente a ti, no supiste que hacer, ambos se quedaron en silencio mientras veían al otro, no pudo evitarlo y te abrazo, sentiste como sus lágrimas mojaban tu hombro mientras te apretaba con fuerza, le devolviste el abrazo con manos temblorosas y comenzaste a llorar en silencio junto a él.

—Te extraño tanto, no sabes cuanto —Su voz salió entrecortada, tu pecho dolía otra vez.

—No deberías estar aquí —Dijiste soltando un sollozo, te apreto más, no le gustaba verte llorar y se odiaba por ser el causante de esas lágrimas.

—Tu tampoco, deberías estar en casa, junto a mi —Su llanto aumentó.

—No puedo, no después de lo que hiciste —Tuviste la intención de alejarte pero no lo permitió, se alejo de ti lo suficiente para ver tu rostro.

—Perdoname, por favor, regresa conmigo, no puedo estar sin ti —Apoyo su frente con la tuya y acaricio tus mejillas— Ya termine con Akina, te prometo que no volveré a engañarte. Te necesito.







—Te ves linda —Susurro Yuta en tu oído mientras te veía jugar en su celular, te sonrojaste sin responderle. Le diste otra oportunidad, te arriesgaste y esperaste que esta vez, las cosas si funcionaran, los dos mejoraron, estar juntos de nuevo quito todo el dolor sin embargo las cosas no eran iguales, ya no confiabas mucho en él pero solo tenían un mes de haber vuelto y sabías que con el paso del tiempo, las cosas serían como antes— Te amo.

Desde que volvieron, no respondías a esas dos palabras y él sabía porque no lo hacías, perdiste la confianza en él pero la recuperaría. Te moviste en su regazo apoyando tu cabeza en su hombro.

—Ya me aburrí —Le entregaste el celular a tu novio, se rio al ver tu expresión de impaciencia— No se como pude dejar mi celular en el departamento.

—Tranquila, no tengo problema con darte el mio —Acaricio tus manos con una sonrisa, un quejido salió de ti al ver que Taeyong no volvía de la reunión. Yuta y tu estaban en la empresa, cansados pero prometieron esperar a Tae para ir a comer.

—La reunión esta tardando mucho —Te levantaste para ir a tomar un poco de agua— ¿Y si lo dejamos para otro día? Se que no es su culpa y que la reunión fue de último momento pero estoy cansada.

—Vámonos entonces, debemos descansar —Paso su brazo por tu hombro y tomo tu mano después de salir de la sala de prácticas, lo abrazaste, bostezaste haciendo una mueca rara y él rio acercándote hacia él para besarte— Eres tan tierna.

—Y tu tan idiota y brusco —Reíste volviendo a besarlo.

—Pero te encanta que sea así —Beso tu frente, cuando estaban cerca del ascensor las puertas se abrieron dejando ver a Akina. Yuta y tu estaban sorprendidos, sin entender porque la chica estaba ahí, Nakamoto no permitio que te alejaras de él, te miro a los ojos, su rostro lleno de confusión y miedo a tu reacción— Te juro que no se que hace aquí.

—Tuve que venir hasta acá para que seas completamente sincero y estar seguro de tu decisión, al parecer la eligiste a ella —La chica los miraba enojada apretando los puños. Todo había estado tan tranquilo y tan bien pero solo falto verle la cara para que eso cambiará.

NCT One ShotsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora