18| Pasado

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Día 17

ESCORPIO

No sabíamos lo que sucedía, las horas pasaban y pasaban pero ninguno de nosotros sabía como solucionarlo. Yo observaba la roca atentamente tratando de encontrar algo como todos lo habíamos echo hace minutos.

— ¿Ya descifraste algo? — pregunta Geminis llegando junto a mi

— Nada, debo admitir que ya no me quedan esperanzas. — digo yo mientras dejo la roca a mi lado

La chica me miró con compasión, se sentó junto a mi y agarró mi mano con fuerza. Yo me le quedé viendo atentamente por cortos segundos para luego comenzar a ver las pequeñas olas en el mar.

— Todo saldrá bien, ya verás que en algún momento alguien pasará por aquí. — la chica intenta darme fuerzas — nose tus padres pero yo estoy segura que los padres de la mayoría nos están buscando como locos.

— ¿Y tus padres? — pregunto yo y ella despega la mirada

— Nunca se sabe con mis padres, quizás estén buscándome o quizás no. — ella vuelve a verme — Nunca logré comprenderlos realmente.

— Perdón.

— No pasa nada, porque no me cuentas de los tuyos.

— Son como cualquier otro, nose, vengo de una familia normal. — me encojo de hombros

Vagos recuerdos aparecieron en mi mente, recordaba la gran sonrisa que mi madre siempre llevaba en su cara y como mi padre siempre le gustaba hacerla reír; Mi pequeña hermana jugando y mi otro hermano tratando de molestarla. Todos mis días eran así, hasta que esto ocurrió, extrañaba mucho todo eso.

Tantos fueron los recuerdos y las grandes memorias que una gran angustia me invadió, una que otra lágrima salió de mis ojos y con pena me las saque. Siempre fui un chico sensible pero no era algo que me gustaba que demás personas lo supieran. Por ejemplo recuerdo cuando luego de que el avión callers me pase más de una hora llorando en el medio de la isla para que nadie lo supiera.

— Está bien llorar, no sientas vergüenza.

La voz relajada de Géminis me recordaba a la de mi madre al igual que esa simple frase que ella siempre decía, no pude evitar acordarme de ella. Deje caer mi cabeza poco a poco en el hombro de Géminis, quien comenzó a acariciar mi pelo con suavidad.

VIRGO

Observaba a Géminis y Escorpio de lo lejos, especialmente a la chica. Me gustaba saber que Geminis estaba bien y que para este entonces no había perdido la cabeza, creo que esto es un poco gracias a que con Capricornio supimos contenerla los primeros días y de que logró abrirse un poco a otras personas.

— ¿No se ven tiernos? — pregunto yo

— No más que nosotros. — dice Leo robandome un beso

El me agarró de la cintura y yo con delicadeza comencé a entrelazar mis brazos en su cuello. El depósito un beso en mi frente y yo me apegue cada vez más a él. Leo me transmitía seguridad y fuerzas, el lograba calmarme y alegrarme.

— Te necesito. — le susurro yo y el me abraza más fuerte

— ¿Que sucede Vir? — pregunta el para luego separarse de mi

El con ambas manos agarró mi cara en especial luego de ver mis lágrimas, las cuales al instante corrió. Leo me observaba con tristeza y yo solamente trataba de sonreírle para hacerle creer que estaba todo bien cuando en realidad sabíamos que estaba todo mal.

— ¿Estas bien? — yo asiento — Por favor háblame.

— Ya no puedo seguir. — dijo yo con la voz entrecortada

— ¿A que te refieres? — la preocupación se nota en su cara

— No puedo seguir fingiendo que todo está bien, no puedo seguir haciendo que Géminis y tu crean que yo los salvare. — hago una pausa — No soy inteligente, solo soy una come libros.

— ¿Que dices Virgo? Tu eres inteligente y mucho más, tú eres la que me ayuda a seguir adelante, eres mi soporte y tu sabes que yo siempre seré el tuyo.

— ¿Como sabes eso? El día de mañana podriamos pelear, terminaríamos y los dos terminaremos olvidándonos del otro.

— Yo nunca me olvidaría de ti. — dice el un poco furioso

— ¿Como lo sabes? — la histeria me apodera

Mi llanto no paraba y mi respiración se agitaba, podía sentir como mis piernas temblaban y como poco a poco comenzaba a caer al piso. No podía parar, quería dejar de llorar pero por alguna razón mi cuerpo no reaccionaba. Sentía cosquilleo por todos lados y como mi cuerpo se ponía cada vez más débil.

— Virgo tienes que tranquilizarte, intenta respirar conmigo. — el chico me empieza a tirar viento con su mano

Intentaba respirar pero no parecía funcionar. El chico me abrazo fuertemente trasmitiendo me asi mucha calma.

— Tranquila es solo un ataque de angustia ya pasará. — habla con tranquilidad

— ¿Como sabias que hacer? — pregunto yo con la vos temblorosa

— Realmente no lo se, solo me acorde de mi hermana, a ella siempre le gusta que la abrace en estas situaciones. — dice el mientras me soba la espalda — Ahora duerme e intenta pensar en cosas bonitas.

LEO

Observaba como Virgo de a poco iba quedándose dormida a un lado mío. Me alegraba saber que estaba bien pero sin ella saberlo termino debilitándome esta vez a mi.
Cuando la abrazaba no pude evitar pensar en mi hermana, ella es una de las personas que más extraño aunque no lo admita. Siempre solía hacerme reír con sus payasadas y aunque la estuviera pasando mal siempre quería animarme. No se como estará ahora, solo espero que esté viva y con esperanzas de encontrarme, también espero que mis padres sepan cuidarla.

Comencé a oír los ronquidos de Virgo y al instante supe que estaba dormida por lo que decidí dejarla ahí acostada, deposite un beso en su frente y poco a poco me fui parando.

— ¿Ya se durmió? — pregunta Capri quien había visto la escena desde lejos

— Si está mucho mejor.

— ¿Y tu estas bien? — me pregunta el mientras observa a Virgo

— Si te soy sincero estoy un poco bajoneado, pero que nada que un buen sueño no pueda arreglar. — rio yo

— ¿Se te ha ocurrido algo de lo que puede estar pasando? — pregunta Capri cambiando de tema repentinamente

— ¿Te digo la verdad o solo te miento para hacerte sentir mejor? — Pregunto yo con la ceja alzada

— La verdad. — dice el serio como suele acostumbrar

— Creo que en menos de dos semanas estaremos muertos.

— ¿Alguna idea de quien puede estar tras nosotros?

— ¿Que no es obvio? — pregunto con superioridad mientras miro a los demás — Ten cuidado de con quien te juntas.

Y sin más me aleje dejando así a Capricornio con la palabra en la boca. Camine hacia Virgo y de vuelta me acosté junto a ella, la abrace y poco a poco fui empezando a intentar dormirme para poder despertarme así a penas sale el sol.

•••

Pido mil perdón por la tardanza, ya se que me quieren matar pero les juro que lo lamemto. Estuve muy ocupada con el colegio y escribiendo la nueva novela de Halloween (que está en mi perfil).

『 LO S T』ᶻᵒᵈⁱᵃᶜDonde viven las historias. Descúbrelo ahora