Acercamiento

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Luna caminó por los pasillos del lugar con tranquilidad saludando a algunos de los estudiantes que se atrevían a saludarla, es esta vida escolar no era llamada lunática o rara, no escondían sus cosas o las rompían por lo que este era un cambio agradable.

Después de rechazar la invitación de Mike Newton de ir al cine por quinta vez llegó a su clase de biología que compartía con el vampiro que debía ser su compañero.

Justo en su lugar habitual estaba el de cabello cobrizo siendo brutalmente acosado por Isabella Swan quien estaba sentada en su lugar.

— Buenos días Edward. – saludó la rubia con una sonrisa amable. — Estás en mi lugar Swan, levántate por favor.

— ¿Podríamos cambiar de asientos? No veo muy bien desde atrás. – mintió descaradamente la castaña.

— En todo caso compra unos lentes. El señor Banner dijo que no había cambio de compañeros y al parecer solo me lo pides a mí, si querías un cambio de mesa lo hubieras pedido... Le diré a Yorkie que se pase de inmediato. – Luna empezó a caminar hasta la mesa, pero fue detenida por Edward.

— Te acompaño Luna, de esa manera solo se tendrá que mover Erik. – Edward parecía feliz de librarse de la castaña.

— No se preocupen, yo regresaré a mi lugar. – dicho eso Isabella tomó sus cosas y regresó a su asiento en la parte de atrás.

Ambos regresaron a su lugar, el vampiro observaba a la rubia atentamente intentando encontrar alguna pista de lo que era su compañera de banco, pero sus hombros se movían suavemente, su corazón latiendo a ritmo constante, sus mejillas estaban ligeramente sonrojadas, todo en ella mostraba que era una humana.

— Una foto te duraría más Edward, no encontraras nada raro en mi solo observándome fijamente. – dijo Luna sin voltearse a verlo.

— ¿Qué es lo que eres? – preguntó él.

— ¿Si te digo que soy, me dirás lo que eres? – preguntó Luna consiguiendo puro silencio. — Eso pensé.

Ambos guardaron silencio hasta el final de la clase donde una Isabella Swan se interpuso en el camino de Edward.

Luna aprovechó eso para librarse del cobrizo quien solo veía frustrado como la rubia se alejaba.

Harry observó con diversión la cara que el vampiro hacia cuando fue detenido por la humana que había salvado acercándose a su hermana rápidamente.

— No comprendo tu método de acercamiento hacia Cullen. – confesó el pelinegro en cuanto estuvo a su lado.

— Solo pongo en práctica la teoría del palo y la zanahoria. – dijo Luna deteniéndose frente a su casillero. — Yo soy la zanahoria y Swan es el palo, un castigo y una recompensa, necesita darse cuenta que uno lo lastimar mientras que el otro solo traerá alegría... El burro primero irá por el palo, debe aprender para obtener una recompensa que es la zanahoria.

— Tal vez solo debas volverte el palo y la zanahoria, la recompensa y el castigo son dos caras de la misma moneda. – dijo el pelinegro. — Además el jefe de policía de aquí es agradable, no quisiera ocasionarle problemas.

— ¿Cuando lo conociste? – pregunto curiosa Luna.

— Cuando compré la casa. – dijo con simpleza Harry sin importarle que alguien lo escuchara. — La única razón por la que dije de este lugar fue por investigación previa, solo que las criaturas todavía no llegaban. ¿Quieres mudarte? Se de una propiedad en Canadá que tiene un...

— Gracias por recordarme que eres asquerosamente rico. – dijo Luna.

— Yo no soy rico Luna – dijo Harry. — Millonario es el término correcto.

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