Movimiento

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Había algo que Harry nunca había disfrutado mientras realizaba sus labores de ministro, entre esas estaba su deber autoimpuesto de visitar a los niños nacidos de muggles cuyos padres se negaban a enviarlos a Hogwartso su magia accidental era tan fuerte que atraía problemas.

No era que le parecieran irritantes los no mágicos, era el hecho de que las explicaciones detalladas no eran lo suyo y mucho menos contestar las preguntas que siempre traían consigo dichas explicaciones.

¿Por qué mi hijo tiene magia? ¿De dónde viene esa magia? ¿Tiene que ir diez meses a esa escuela por siete años?¿Qué pasaría con sus estudios normales? ¿Por qué hay personas mágicas y no mágicas?

Sus preguntas si bien era válidas y cualquiera con sentido común haría, el contestarlas era difícil, la magia simplemente existía, la magia era como la lotería era la suerte, el destino o algo por el estilo que hacía que un niño nacido de alguien sin magia la tuviera, no había razones científicas detrás eso dado que la magia no se regía por la ciencia.

Por lo que fue realmente difícil para el pelinegro a pesar de toda su experiencia reunir toda la paciencia del mundo para sentarse frente a Emily Young y su prometido para hablarle de la magia que tenía su sobrina, la cual era amiga de su ahijado.

— ¿Quieres decir que hay todo una una sociedad secreta oculta en todas partes del mundo que es capaz de realizar magia y que mi sobrina la puede hacer? – preguntó Emily por tercera vez.

— Básicamente sí, es muy común que la magia se descontrole cuando somos pequeños dado que no pueden controlarla, eso el lo que sucedió el día de la fiesta de tu sobrina, su magia reaccionó ante sus emociones. – volvió a decir Harry tomando del té que muy amablemente Emily había hecho. — Me sorprende que la MACUSA no se haya encargado ya de esto.

— ¿Encargado? – preguntó Sam al parecer sintiéndose amenazado.

— Clarie hizo magia accidental frente a no mágicos por lo que rompió una regla muy marcada en nuestras comunidades, pero es joven y no a empezado sus estudios mágicos por lo que no sería sancionada o algo por el estilo... Es más bien que borren la memoria de los testigos y una charla con los tutores acerca de lo que hizo el niño, nada grave. – explicó Harry.

— ¿Borrar memoria? ¿Testigos? ¿Ley? – empezó a preguntar Emily no comprendiendo lo que el pelinegro le decía. — No estoy entendiendo.

Harry reprimió el suspiro que quería salir al saber que eso involucraría más horas explicando sus reglas y sanciones, cosa aburrida a los ojos de Harry.

— ¿La cacería de brujas te suena de alguna parte? – ante el asentimiento de ambos, Harry prosiguió. — Los no mágicos realmente no mataron a brujas en ese entonces, algunos niños o aprendices de magos y brujas eran a los que quemaban en hogueras, una bruja o mago entrenado o con conocimiento suficiente es capaz de escapar antes de ser capturado o volvía las llamas inofensivas, todas las comunidades con gobiernos establecidos decidieron que la magia debía ocultarse para evitar otra masacre y quién infrigiera dicha ley sería castigado y los testigos olbliviados para evitar que la existencia de la magia saliera a la luz.

— ¿Los tuyos pueden borrar la memoria? – preguntó asombrado Sam por lo que decía el chico.

— Cualquiera es capaz de hacerlo, pero solo un experto es capaz de hacerlo de forma segura y efectiva. Los hechizos son poderosos, pero no manejarlos de manera correcta pueden ser catastróficos para el lanzador. – siguió Harry comiendo otra galleta. — Pero incluso si te obliviara un novato no recordarias nada por lo que prácticamente pudiste haber sido obliviado antes...

— Ciertamente Harry eso es perturbador. – comentó Emily sirviéndose un vaso con agua. — ¿Ese hechizo también lo ocupan entre ustedes o solo es para los no mágicos?

AeternumDonde viven las historias. Descúbrelo ahora