Stockholm Syndrome (Harry)

Capitulo 3 »Inquietud«

Habia estado inquieta desde el momento en que aquel auto se había parado, me daba miedo.

Solamente me consentre tenia miedo de que me pasara algo malo, pero, debia confiar.
Hace 10 min. había llegado a mi casa, como todas las madrugadas, mamá y papá estaban dormidos, mi hermana igual, así que me resigne yo igual a ir irecto a mi habitación, así que eso fue, mire como mi ventana estaba un poco abierta, y por ahí mismo entraba el frío.

Mire hacia la luna que se podia ver desde mi ventana, y me quede pensando en el chico de la noche ante pasada, su cabello, esos ojos, me inquietaban el coloe, en ese momento se habían visto extremadamente verdes, como el bello tallo de un rosa.

De un momento a otro, e intentando enlazar eso, me di cuenta que cuando el auto se había parado, unos ojos verdes, a traves del vidro me habían visto de un forma curiosa, me estaban escanenando, por lo cual, ahora me sentia mucho más intimidada, pero esos ojos se me hacian muy verdes, como los del chico del bar, pero, ya no quise seguir pensando solo dormí, hasta que fue la hora.

Papá*

Eran las 7:00 a.m. era hora de que Ella se levantase, mire en su habitación, pero no estaba, me parecio raro, pero después de un rato, escuche como bajaba de las escaleras, y me sentí már aliviado, hace unos días, se había detectado otro caso de secuestro en la ciudad, se había dicho que la chica pasada, había sido reconocida por alguien en un prostubulo, y eso me alarmaba, Ella solía salir en las noches con alguna amiga, y me daba miedo, así que, era mejor prevenir que lamentar.

Ella*

Ya estaba lista, mire como papá me miraba fijamente, como si estuviera pensando en algo, así que lo único que hice fue ir a abrazarlo, el me miro serio.

-Ella, te cuidado cariño.
-Reí, pues eso me parecio raro- A que viene eso papá?-
-A nada amor, a nada- Ya me estaba comenzando a hartar eso de que nadie me dijera NADA
-Bueno Pa', tengo que irme.

Solo intente sonreír un poco y me fui, tenia que hablar mucho con Su, me fastidiaba, que aunque fueramos mejores amigas, aún me escondiera cosas en el trabajo.