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El chico leyó el mensaje y buscó diferentes códigos para descifrar lo he contenía aquel correo, hasta que finalmente dio con su significado.

El mensaje estaba enviado desde una dirección de correo que no había visto nunca antes. El texto hablaba acerca de un envío de droga y un precio, al parecer el autor estaba interesado en comprar y sería capaz de pagar grandes cantidades.

El rubio se quedó analizando aquel mensaje descifrado leyendo este una y otra vez. No, algo estaba mal, quizás el código que había usado para descodificar aquello era erróneo, aunque tampoco tenía sentido que las frases fueran coherentes si era un código equivocado.

Zenitsu comenzó a unir cabos en su cabeza, como si estuviera resolviendo un rompecabezas; ahora que se ponía a pensar mejor en todo, realmente algo de sentido si tenía. Su abuelo poseía grandes cantidades de dinero que el menor no sabía de donde procedían, el hombre de avanzada edad salía a trabajar, a pesar de su edad, y nunca supo con certeza en que trabajaba.

Cuando todos sus pensamientos se pusieron en orden en su cabeza, su pulso comenzó a acelerarse por el miedo. Borró todo rastro de que él estuvo en aquel estudio, y salió con bastante prisa de su casa.

Caminó por las calles de su ciudad mientras su mente comenzaba a crear teorías fundadas en aquella base y primera pista que tenía. ¿Su abuelo estaría relacionado con los sicarios? ¿Con la muerte de su hermanastro? Por mucho que intentara pensar en algo, nada tenía sentido, algo no encajaba correctamente, pero no sabía el que.

El de ojos carmesí esperaba escondido cerca del portal donde residían sus padres. Su padre no mentía cuando decía aquello, Uzui lo conocía demasiado bien; pero no tenía ni idea de la versión de su madre. ¿Sería ella capaz de realizar algo tan atroz? No quería creer en eso, pero, de ser así, ¿Por qué lo haría?

Cuando vio que la mujer que lo trajo al mundo salió de su hogar, la comenzó a seguir, así podría parar a la mujer y hablar con ella tranquilamente.

Cuando comenzó a meterse entre callejones y más callejones, Tengen sintió un mal presentimiento, por lo que decidió no parar a la mujer, sino seguir a esta para ver a donde los llevaba.

Tras cuarenta y cinco minutos de caminata que se hicieron eternos para el de cabellos plateados debido a la curiosidad, llegaron a una especie de casa de dimensiones grandes, no podía llegar a considerarse una mansión, pero si era enorme.

La mujer se metió a esa casa mientras era escoltada por otras dos personas, estaban totalmente cubiertas, que antes vigilaban en la puerta de esta. El joven aprovechó que nadie estaba allí cuidando la puerta y entró en aquel lugar aún sabiendo que riesgos estaba tomando.

Hired AssassinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora