Juntos y revueltos

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Capitulo 16: Juntos y revueltos

Mi mañana empezó perfecta, con Anthony a mi lado dándome un lindo beso de buenos días, repetimos lo de días anteriores. Yo hacia el desayuno y el lavaba los platos, aunque después tuvimos que irnos por caminos separados.

-Entonces vengo por ti en cuanto salga del hospital caramelito-.

-Si, para que me lleves a comer, ahora como por dos- dije con un puchero ¿Me pondría muy gorda?

-Jaja esta bien hermosa, te estaré extrañando- susurro mientras se acercaba a mis labios.

-Yo igual- por fin junto nuestros labios en un hermoso beso, me gustaba cuando eran lentos, llenos de sentimientos. Cuando se alejó Anthony respire rápidamente, le gustaba dejarme sin aire.

-Adiós-.

Mire como caminaba a su carro –A por cierto, ya te vas mas gordita- grito riendo ¿Qué? Lo mate con la mirada mientras se iba aun con su risa ¿Seria verdad?

Había decido ir a trabajar, no necesitaba hacer mucho esfuerzo y él bebe estaría bien, no quería que mis niños estuvieron con un maestro sustituto ¿Qué si era malo? Conduje con cuidado, necesitaba mirarme en un espejo ¿Ya tan rápido iba a engordar? 

Al llegar a la escuela prácticamente corrí al salón de maestros, donde ya estaba Alex sentado.

-¡Alex!- grite, feliz de que ya estuviera aquí.

-Wow Cassandrita se alegra de verme ¡Espero que no sea el fin del mundo!- dijo alzando las manos hacia arriba “hacia el cielo”

-Chistoso, ves porque no puedo ser amable…-

-Bueno eso no era el punto, dime la verdad ¿Estoy engordando ya?- dije mientras mi giraba para que pudiera verme bien.

-Mm… diablos Cassandra ¿Cómo paso de un día a otro? Fácil 1 kilo más- dijo mirándome atentamente el vientre ¡O dios! Iba a ser gorda y Anthony ya no iba a querer -¡Cálmate! Cassandra estaba bromeando, parece que vas a llorar-.

Me senté a su lado, dejándome caer sin ganas –Quiero llorar… Seré gorda y fea- lloriqueé como niña pequeña.

-Pensé que eras mas inteligente Cassandrita ¿Cómo crees que vas engordar tan rápido de un día a otro? ¿Aparte cuantos tienes? Te falta mucho tiempo para engordar ¡Y créeme no serás la primera mujer embarazada gorda!- dijo lo ultimo riendo, cuando Alex quería dar un consejo no era tan malo pero siempre le agregaba un poco de humor.

-Anthony me dijo esta mañana que ya me miraba gorda- susurre sonrojada.

-Jaja obvio lo dijo para hacerte enojar, estaba bromeando ¿Se rio cuando lo dijo?- asentí –Ves, cosas tuyas ¿Qué nadie le dijo que no se meta con una mujer embarazada con las hormonas revueltas?-

Al final me termine riendo junto con Alex por mi drama de ser “gorda”

-Bueno gracias idiota, hoy fuiste un poco menos idiota, me voy a clases- me despedí de Alex y fui a mi salón. Mis pequeños alumnos siempre alegraban mis mañanas, con sus inocentes sonrisas. No podía creer aun que pronto tendría mi propio hijo.

-Hola profesora- me saludo Camila

-Hola Camila que linda te ves hoy- llevaba un lindo moño en su cabello.

-Gracias- dijo sonrojada yéndose a su lugar, Brady ya estaba aquí pero no se miraba muy contento. Me acerque lentamente a él, no quería asustarlo.

-Hola Brady  ¿Sucede algo?-

Brady levanto su mirada, sus ojos no tenían su brillo especial –Me mintió profesora…- susurro triste ¿De que hablaba?

-¿Yo te mentí Brady? Yo nunca te he mentido, sabes que las mentiras son malas-.

Volviendo a imaginarDonde viven las historias. Descúbrelo ahora