Epilogo

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Epilogo

Nunca habíamos hecho un viaje tan largo en auto. No parecía ir tan mal. Aunque al principio llegamos en avión, después tuvimos que transportarnos en auto. De alguna manera lo preferimos así.

-Ya basta Eli- escuche renegar a mi campeón.

Anthony iba buscando buena música en el radio y claro conduciendo.

-Má, Eli no deja de jugar con su biberón y va a mancharme- se quejó Thomas.

Me gire hacia atrás, donde se encontraban mis tesoros. Gracias al cielo Anthony había comprado un auto más amplio.

Catherine jugaba en su nuevo aparato que le había regalado Sophie. Mi hija sabía más de tecnología que yo, todo por culpa de mi amiga y actualmente cuñada. Logro su sueño de casarse con Brian y tuvieron dos hermosos hijos: Sofía y Diego.

Thomas estaba a su lado, en el centro. Tenía una bolsa de frituras y un aparato casi igual que al de Catherine, pero el miraba una película, ya que se escuchaban los sonidos.

Y al final de lado izquierdo estaba mi pequeña Elizabeth. Anthony había logrado su plan. Mi niña era hermosa y tenía tanto parecido a mi como a su padre. Todos eran preciosos. 

-Cielo no juegues con tu biberón ¿Ya no quieres?- le pregunte amorosamente a mi bebe.

-Sip, ¡Mami quiero Micky!- dijo con un lindo puchero. Obra de su hermana mayor. Catherine le había dicho a su hermana que esa era la solución para "endulzar" a mamá y a papá, aunque la pequeña no entendió demasiado, si se había grabado que el puchero era mágico.

Los cuates ya contaban con seis años. Estaban tan grandes, ya iban al colegio. Al cual yo había regresado, solo que no le daba clases aun a mis niños. Mi pequeña Elizabeth tenía tres años y estábamos felices por aun tener una pequeña.

-Princesa puedes buscar la mantita de tu hermana. Está en la parte de atrás-.

-Si mamá- me respondió Catherine.

-¿Mi pequeña ya tiene sueño? ¿Bebe quieres dormir?- pregunto Anthony a Elizabeth. 

Alex y Rossy también llevaban una buena vida, haciendo a un lado el año en que Alex hizo una enorme apuesta en el fútbol y casi pierden su casa. Fue perdonado. Brady no tuvo problemas nunca en adaptarse, aunque de pequeño ya no tenía nada. Después a los dos años de estar con sus nuevos padres llego su hermano Nicolas que acepto feliz. Nunca hubo más preferencia a pesar de que fuera su hijo de sangre. Alex seguía siendo un idiota pero era buen padre.

-Si papi ¿Me abrazas?- dijo con otro tono de voz. Le encantaba ser consentida.

-Ahora no puede bebe estoy conduciendo, prometo después- le respondió su padre.

Anthony debía admitir era un excelente padre y esposo. Cuida de nuestros hijos y los mimaba tanto. Y no iba negarlo a mí también me mimaba mi esposo. Sonreí al recordar nuestra boda.

Todos estaban tan sorprendidos cuando les dimos la noticia. Creyeron que viviríamos así, juntos con nuestros hijos pero algo más "libre".

La boda fue magnifica. No por presumir, ya que no había sido a lo grande. Tuvimos los invitados suficientes y los que debían estar ahí. Aunque terminaran siendo más de cincuenta. Fue sencilla pero elegante. Anthony en su traje negro era algo digno de recordar. 

-Aquí esta mamá-. Catherine me saco de mis pensamientos pasándome la manta de Eli. Me estire para envolver a la pequeña en ella. 

Elizabeth sonrió aplaudiendo. -Micky-. No podía dormir si su mantita de Micky Mouse. Tomo su biberón y se acurruco en su sillita.

Volviendo a imaginarDonde viven las historias. Descúbrelo ahora