El líder de la Secta Gusu Lan, Lan XiChen, se ha comprometido con un hombre. Meng Yao, hijo de una prostituta y de Jin GuangShan.
La Secta necesita un heredero y para ello quieren que la doncella Lan Zhan se case con alguien más fuerte que ella...
Jiang Cheng siempre ha tenido un problema que lo ha atormentado por mucho tiempo. Y es que Wei WuXian es el mejor en todo. Agregando que su padre, Jiang FengMian, parece preferir más a Wei WuXian que a él siendo su hijo de sangre. Ni que decir de su madre, Madame Yu, ella siempre le exige que debe esforzarse más y hasta parece que se avergüenza de él.
—¿Por qué siempre lo defiendes? No importa qué clase de desastre haga, siempre vas corriendo a solucionar sus tonterías. Sí A-Cheng fuera el que causó el alboroto no harías lo mismo —había dicho Madame Yu enfadada.
Aquella ocasión, Wei WuXian se había peleado con un discípulo y ambos acabaron destruyendo el local de un pobre anciano.
—Yu ZiYuan, no digas eso.
—Recuerda quien de los dos es tu verdadero hijo.
—Claro que lo sé.
—¡A-Li! Deja de pelar esas manzanas. No eres sirvienta de nadie.
Sí, los muchachos estaban presentes en la pelea y estaban tan incómodos que les costaba trabajo masticar la comida.
—Mi señora...
—¿Qué? ¿Te molesta que lo que dije? Jiang FengMian, ¿acaso planeas enviar a ese niño a Gusu Lan?
—Debe de hacerlo. No sólo acompañara a A-Cheng para ayudarlo con el cortejo, también es una gran oportunidad para que estudie algo más.
El temperamento de Madame Yu empeora.
— Que gran hombre eres al esmerarte en criar al hijo de otros.
—Madre...—llamó Jiang Cheng. Gran error.
Jiang YanLi tuvo miedo de las palabras que podrían salir de los labios de su madre y Wei WuXian estaba completamente seguro que la situación empeoraría y dejaría muy mal a su hermano.
— ¿Quieres que me calle? No comprendo por qué quieres que Wei WuXian te acompañe. Con tu hermana es más que suficiente. Recuerda muy bien que por andar tonteando con él no has mejorado tu cultivo. Ni que decir sobre tus habilidades de caza. ¡Aún no puedo creer que perdieras en el torneo de arquería! ¿Cómo pudiste permitir que el hijo de un sirviente te ganara? ¡Wei WuXian siempre te gana en todo!
Jiang FengMian no podía permitir que su esposa continuara hablando de esa manera.
—¡Yu ZiYuan! ¡Es suficiente!
—Sólo digo la verdad. A-Cheng será el líder en el futuro y sigue siendo un mediocre.
—Mejorare. Lo juro —dijo Jiang Cheng—. Nadie ha vencido a Lan WangJi en una batalla y yo lo hare. Verán que no será necesario que combata con los otros.
—Eso espero. Wei WuXian, ojala no cometas otras de tus tonterías.
—No lo hare, Madame.
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