O7.

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Capítulo n.7,

C O C I N A 

Tarareaste paseando por toda la casa, comprobando que estabas sola, curvaste los labios suspirando tranquila y agarraste tu móvil, enviaste un mensaje rápido a Kenma para que viniera a pasar el rato, ya que sabías que Kuroo tenía un examen de quím...

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Tarareaste paseando por toda la casa, comprobando que estabas sola, curvaste los labios suspirando tranquila y agarraste tu móvil, enviaste un mensaje rápido a Kenma para que viniera a pasar el rato, ya que sabías que Kuroo tenía un examen de química y debía estudiar. Pasaron varios minutos hasta que escuchaste el timbre, giraste el pomo para encontrarte cara a cara con el macho felino.

─Ponte cómodo.

Dejaste que entrara, se quitó las zapatillas para sentarse en el sofá, sacando su Nintendo Switch, predecible. Te tumbaste, apoyando la cabeza en su regazo para observar cómo jugaba, parecía un experto y tan solo estaba jugando a Spyro, que no era nada difícil a comparación con otros juegos. Hinchaste las mejillas un poco cansada de solo mirar, le pellizcaste la nariz provocando que su personaje muriera, levantó una de sus cejas exigiendo respuestas de manera silenciosa, contemplando como sonreías inocentemente, suspiró nasalmente para soltar la consola a un costado.

─¿Qué pasa?

─¿Por qué no hacemos algo juntos?

Se encogió de hombros, preguntando cuál era tu propuesta a lo que sonreíste levantándote de un brinco, señalaste la cocina con los ojos brillantes. Realmente siempre te interesó el tema de la gastronomía aunque nunca te pusiste a practicarlo mucho, solo de vez en cuando horneabas algunas galletas con tu madre.

─¡Cocinemos algo!

No tardó ni un segundo en agarrar tu mano para tirar de ti hacia allí, te quedaste un poco sorprendida por su inesperada determinación.

─Tarta de manzana.

─¿Eh?

─Hagamos una tarta de manzana... juntos.

Su voz era suave, salió como un suave murmullo, aún así lograste escucharlo y no evitaste reír levemente. Asentiste para empezar, él buscó los ingredientes en internet mientras que comprobabas que había todo lo necesario en casa, para vuestra suerte no faltaba ningún ingrediente, así que no tuvisteis que salir a comprar.

─Primero es así y luego...

Leía los pasos e intentabais no formar un completo desastre al mezclar algunos de los ingredientes, claramente terminasteis con algo de harina por aquí y por allá, pero no comenzasteis ninguna pelea porque luego habría que limpiar todo el desastre.

Kenma estaba amasando mientras tu cortabas cachitos de manzana, te reíste de que a cada rato pusiera los mechones más largos que obstruyen su vista sobre su oreja, pero terminaban en su cara a los segundos. Rápidamente subiste al baño para agarrar un par de pinzas, acercándote por detrás y asustando un poco a Kenma al asaltarlo inesperadamente, colocando las pinzas a los lados para apartar aquellos cabellos.

─¡Así mucho mejor!

Palmeaste su espalda, tus mejillas tomaron algo de color al ver su cara completamente despejada, además de que aquellas pinzas le hacían ver mucho más lindo de lo que ya era. Te giraste ocultando tu cara contra tus palmas, riendo un poco y sacando tu teléfono, seleccionando la cámara de fotos.

─Kenma di patata.

─¿Patata?

Giró su cabeza luciendo distraído, aprovechaste el momento para tomar la foto, negó con una diminuta sonrisa acercándose a ti.

─Si vas a echar una foto al menos hazla bien.

Te quitó el móvil de las manos para poner la cámara de selfie, se apegó a tu cuerpo para que aparecieras en el encuadre, luego sacó la lengua mientras tú hiciste el símbolo de paz con ambas manos. Te devolvió tu móvil después de mandarse la foto y borrar el mensaje en tu chat, para que no lo vieras.

─Hay que ponerla en el horno unos veinte minutos.

Asentiste, cerrando el horno, limpiándote las manos para suspirar, por fin habían acabado, ahora solo faltaba esperar. Eras tan feliz en ese momento.

I̶g̶u̶a̶l̶ q̶u̶e̶ e̶n̶ l̶o̶s̶ s̶u̶e̶ñ̶o̶s̶ ¿n̶o̶?

Por un segundo tu sonrisa se desvaneció, miraste tus manos que parecían un poco traslúcidas. Pasaste tu vista hacia el chico que había vuelto a jugar con su consola, un sentimiento de vacío recorrió todo tu cuerpo, como si no estuviese ahí.

C̶o̶m̶o̶ s̶i̶ n̶o̶ e̶x̶i̶s̶t̶i̶e̶s̶e̶.

Por un momento todo lo que había alrededor empezó a desvanecerse como si fuera polvo, cerraste los ojos fuertemente para sentir como unos brazos te rodeaban la cintura.

─¿Me estás escuchando? Hay que sacar la tarta o se quemará.

Tomaste un par de respiraciones para mirar a Kenma, que tenía preocupación en sus ojos al ver los tuyos llenos de angustia.

─Kenma, ¿Prometes que no me dejarás?

Te miró un poco extrañado, apegándote a él, asintió descansando su barbilla en tu hombro.

─Sí, te lo prometo.

Te aferraste a su cuerpo, suspirando su aroma como si fuese a desaparecer en cualquier momento. Un pitido sonó por toda la casa, hiciste una mueca y ambos os mirasteis con los ojos como platos.

¡D̶e̶s̶p̶i̶e̶r̶t̶a̶, m̶a̶l̶d̶i̶t̶a̶ m̶o̶c̶o̶s̶a̶!

Oh mierda, la tarta.

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𝗗𝗮𝘆𝗱𝗿𝗲𝗮𝗺┃Kozume KenmaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora